Capsulas de Carreño

0-0 con Cerro Porteño. Nacional quiere más. Por Wbeimar Muñoz Ceballos.

 

Titulares y suplentes de Nacional en un solo abrazo y alegría por la clasificación a la final de la Copa Sudamericana contra el brasilero Chapecoense. Foto Conmebol.com.

Titulares y suplentes de Nacional en un solo abrazo de alegría por la clasificación a la final de la Copa Sudamericana contra el brasilero Chapecoense. Foto Conmebol.com.

Por: Wbeimar  Muñoz  Ceballos
Wbeimar Muñoz columnista

Pudo  ganar el rey de copas de no mediar las malas ejecuciones de Rescaldani , apurado  en  cuatro oportunidades por su nerviosismo en la zona de remate, o los achiques de Anthony Silva a Berrío e Ibargüen  en otras  ocasiones de peligro en el área paraguaya.   Pero también le fue bien al cuadro local en la mejor jugada de la noche (64’) en un balón impulsado por Beltrán, que era gol sí o sí, hasta que Armani fungiendo de gato con guantes, lo sacó al córner en una volada para el recuerdo.   Igualmente Cerro inquietó en la media distancia, con disparos de Beltrán, Rojas , Estigarribia y Torales.

No faltaron emociones  a ambos lados de la cancha, para los 33.554 parroquianos que abonaron en taquilla la suma de $ 2.016’millones.  Ni tampoco las cuotas de angustias en el arco  verde, ni las celebraciones  reprimidas en la vereda del frente.   Ahora Nacional está en la final de la Copa Suramericana, en la que tendrá como rival a Chapecoense de Brasil  y queda abonado a la posibilidad de un reencuentro con  la gloria, gracias al gol de visitante que había marcado en Asunción.

Interesante Cerro con sus  sistemas   4-1-4-1 en el  primer tiempo  (Riveros como  volante ancla en casi todo el partido y expulsado a pocos minutos del final)  y  4-1-3-2  en el período complementario,  puesto que le permitieron oleadas de 6 jugadores  en la ofensiva  y de 9 unidades en el repliegue, que siempre trató de hacer con orden y rapidez.  Lo más rescatable de la visita, estuvo en que planteó un partido de igual a igual, sin especular como ocurre con la mayoría de equipos visitantes.  Con rebeldía y altivez, buscó el trabajo de flancos con Cecilio y Estigarribia y por dentro hizo mezclas con Rojas, Torales y sus hombres puntas de lanza  , más algunos apoyos de las líneas posteriores.

Con Macnelly como faro, pero falto de socios, el primer acto fue de aproximaciones para Nacional.  En el segundo, dos movimientos tácticos le dieron más profundidad:  la caída de Berrío e Ibargüen al pasillo central como falsos centros delanteros… y el adelantamiento de Nieto (después sería Guerra) a la segunda línea de fuego.  Ahí  se notó con más filo en los avances, tratando de quebrar el planteamiento muy  presionante  y cooperativo del adversario.  Sin embargo, al desembarcar en los 16.50,  se borró y le borraron la película, pese a su mayor  fluidez con la pelota y a los esfuerzos de asociación grupales.

Cerro se fue frustrado, porque pese a su fortaleza en el juego aéreo  y su eficacia en las segundas jugadas (debido a su préssing coral)  el 0-0 lo sacó de la Copa.   Y Nacional, no obstante la falta de finalización en los disparos, quedó con la satisfacción de mantener el arco en cero y el logro de acceder a otra final internacional.  En muchos pasajes se apoderó del púlpito, pero no cuajó su sermón.

La antorcha está viva y a dos peldaños del pebetero.

No les parece  ???

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