Capsulas de Carreño

Así lo analizó la prensa argentina… «Leo Todopoderoso»

SAN JUAN. El momento en que Messi acaricia la pelota que terminó en el ángulo del arco colombiano. // AP, tomada del diario Perfil.

SAN JUAN. El momento en que Messi acaricia la pelota que terminó en el ángulo del arco colombiano. // AP, tomada del diario Perfil.


«Argentina goleó a Colombia con un Messi intratable»

(Diario Perfil)

La magia, esa magia que la gente había creído que Lionel Messi había perdido, volvió con todo esta noche del 15 de noviembre en San Juan, porque de sus pies nacieron los goles, porque además del suyo, el que abrió la victoria de 3 a 0 sobre Colombia, le sirvió a Lucas Pratto y Angel Di María la posibilidad de festejar.

Más allá de la lógica alegría del triunfo, la que le permite volver a zona de repechaje, habrá que destacar, sobre todo con vistas al futuro, la inexplicable decisión de retrasarse en el campo durante una buena parte del segundo tiempo, algo que con rivales mucho más decididos que Colombia puede resultar peligroso.

Por supuesto el otro gran ganador de la noche fue Edgardo Bauza, quien ganó tras cuatro partidos y también un cierto margen para trabajar con tranquilidad con miras al reinicio de las eliminatorias allá por marzo de 2017.

Leo Todopoderoso
(ole.com.ar)

Messi la rompió contra Colombia para que Argentina vuelva a sonreír. Golazo de tiro libre, asistencia a Pratto y gol servido a Di María para que la Selección gane por 3-0. Está en zona de Repechaje, porque Chile ganó. Y es el próximo rival…

Cuando al mejor del mundo le tocan el corazón, reacciona; lo saca de su cuerpo y lo pone en la cancha. No hay otra. Messi es quien más sintió la derrota contra Brasil y lo dejó en claro en San Juan, en donde la rompió para que Argentina salga del pozo, le gane a Colombia y vuelva, al menos, al quinto lugar de la tabla rumbo al Mundial de Rusia. Leo abrió el partido con un gol para ver mil millones de veces, le puso la pelota en la cabeza a Pratto para el segundo -sin desmerecer al delantero, el pase del 10 valió medio gol- y armó toda la jugada del tercero, que empujó Di María. Es el Messi que hace feliz al país y un diez de puntaje le queda chico.

¿Turbulencias en el avión? ¿Temblores en el plantel? Cosa del pasado. El capitán se hizo cargo: pidió todas las pelotas desde el minuto cero, recibió faltas de arranque -incluida la que terminó en el golazo-, peleó, corrió para recuperar, asistió… No se le puede pedir más. Se nota de acá a Moscú que cuando Leo se siente cómodo y con sed de venganza, no hay con qué darle.

«La selección volvió al triunfo con un 3-0 en una noche fantástica de Messi
(lanacion.com.ar)

El seleccionado se impuso con un magnífico tiro libre y dos asistencias del astro de Barcelona para Pratto y Di María; el equipo de Bauza mejoró su imagen y queda en puestos de repechaje con seis fechas por delante.

SAN JUAN.- Sana el corazón, se desanudan la piernas, pero, sobre todo, se libera la mente. Si por algo precisaba la victoria la Argentina, justamente, era por esa cabeza que no dormía, que siempre escuchaba de fondo un tic-tac enloquecedor. Por ese bloqueo que los mismos jugadores reconocieron días atrás y que trajo rabietas, dudas, versiones y replanteos. Había que desactivarlo con urgencia, pero con ideas. Y si de cerebro se trata, el seleccionado de Bauza fue rescatado otra vez por el que piensa más rápido que todos. La victoria vale doble también por Lionel Messi. No porque se dudara de su convicción o de su apetito deportivo, sino porque partidos como el de anoche sirven para alimentar su ingenio. En el próximo, seguramente, tratará de encontrar una solución distinta o un recurso innovador. Y el instinto de superación del N° 10 hace a todos mejores.
De Messi parece estar todo dicho y que cualquier conclusión caerá en el cesto de los lugares comunes. Esta vez no podrá obviarse que el enojo también se vuelve un combustible para él. El propio, por un equipo que parecía errante, y el colectivo, por muchos de sus compañeros y amigos cuestionados con ferocidad, como Di María, al que anoche le cedió el tercer gol. Así, todo nace de sus pies por un motivo u otro. Lo de la dependencia ya se vuelve otro tema remanido, pero para no olvidar en un capítulo futuro. Ahora queda la victoria, fundamental en el ánimo y en el momento justo.

«Argentina goleó con un Messi perfecto y volvió a puestos de clasificación»
(clarin.com.ar)

La Pulga metió un golazo de tiro libre y después dio dos pases gol espectaculares para los tantos de Pratto y Di María. Con el 3-0 a Colombia en San Juan, Argentina subió al quinto lugar, que da la chance de repechaje.

Espantó a los complejos, logró evadirse del microclima negativo y simplemente fue él: Messi. Entonces, tal como se imaginaba, con el genio a su disposición, la Selección vio la luz y por fin dibujó una sonrisa llena de alivio. Messi era la fórmula obvia para dar un paso adelante. Desde semejante lugar de confusión, no era lógico aguardar una exposición colectiva híper convincente. No existe ningún equipo capaz de alcanzar una transformación brutal de un partido a otro, mucho menos si viene de sucesivas frustraciones y si las inseguridades acosan a todos. Messi. Siempre Messi. Para creer. Para ilusionarse. Para rescatar a compañeros traumados. Para calmar a un equipo sin identidad nítida. Para darle paz a un entrenador cuya continuidad caminaba por la cornisa. Unicamente girando alrededor del 10 se entiende por qué Argentina pasó a Colombia con comodidad y se va de vacaciones al menos en zona de Repechaje, pensando en Rusia 2018.

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