Capsulas de Carreño

Cuando Chile venció a Colombia en otra semifinal (1987)

Esta fue la Selección Colombia que perdió una semifinal con Cuile en 1987. IDENTIFIQUELOS... Foto apuestagol.co

Esta fue la Selección Colombia que perdió una semifinal con Chile en un alargue doloroso. Julio de 1987. Córdoba, Argentina. IDENTIFIQUELOS… Foto apuestagol.co

 

*1987 y la semifinal del carácter. Un buen precedente al que agarrarse. Colombia empezaba uno de los procesos más exitosos de su historia. Pero el Chile de Aravena logró doblegarla en un duelo cerrado que significó el paso a una final. Y también venía de asombrar al mundo con una goleada: 4-0 a Brasil», entradilla…. Claro que recordamos ese partido, el alargue, la triste eliminación. Allá estuvimos en el  Estadio Chateau Carreras, de Córdoba (Argentina).

 

Por Rodrigo Mujica,
La Tercera, Chile

 

El frío de Córdoba se hacía insoportable para ver un partido así. En los primeros 90 minutos, Chile y Colombia mostraron un respeto que se transformaba en un dolor de ojos para los espectadores que, el 8 de julio de 1987, asistió al Chateau Carreras. El que ahora es el Estadio Mario Kempes.

En esa época del año Córdoba era muy helado y el estadio muy grande, la gente estaba muy separada de la cancha. No era un estadio acogedor para el fútbol”, cuenta Patricio Mardones, quien fue titular en esa semifinal de Copa América.

Colombia ya era dirigida por Francisco Maturana. Pacho ya estaba armando un proceso de una generación que jugaría los Mundiales de 1990, 1994 y 1998. “Fue el inicio de nuestra generación, ya habíamos mostrado algo interesante en la fase de grupos al ganarle a Bolivia y a Paraguay”, recuerda Bernardo Redín, mediocampista de ese combinado y quien es consignado por Mardones.

El mediocampo de ellos estaba compuesto por Valderrama y Redín, que jugaban maravillosamente, eran extraordinarios. A nosotros para poder contrarrestar la tenencia que tenían nos costó mucho, pero como veníamos embalados por el triunfo contra Brasil, el equipo tenía mucha convicción. Igual al medio tuvimos que pegar un poquito”, agrega entre risas.

De hecho, esa selección chilena llegó a semifinales luego de ganarle por 3-1 a Venezuela y tras golear por 4-0 a Brasil, en lo que era una Copa América con un formato diferente al actual: había tres grupos compuestos por tres escuadras y los mejores de cada zona entraban a semifinales junto al campeón defensor, que en ese entonces era Uruguay.

Ante Colombia, Orlando Aravena mandó a la cancha a Roberto Rojas en el arco; Patricio Reyes, Eduardo Gómez, Fernando Astengo y Chupete Hormazábal en la defensa; Jaime Pizarro, Mardones y Jorge Contreras en el centro del campo; Héctor Puebla, Ivo Basay y Juan Carlos Letelier en el ataque. Estos dos últimos delanteros fueron los autores de los tantos de la mítica goleada a Brasil, que antecedió el choque ante los cafeteros.

El respeto entre ambas selecciones se hacía presente en la congelada Córdoba. Los 90 minutos fueron realmente aburridos.

Ni ellos eran superiores ni nosotros hicimos reales méritos para ganar, eran dos selecciones con un buen nivel. En Chile había jugadores que uno enfrentaba seguido en la Copa Libertadores con el (Deportivo) Cali. Era un equipo durísimo”, recuerda Redín. El mediocampista fue el encargado de abrir la cuenta de penal al minuto 103’, y lo hizo con una inusual técnica: con una parsimonia increíble, solamente caminó antes de patear el balón y vencer al Cóndor Rojas. “Siempre yo ejecutaba los penales así, caminaba y miraba el arquero. Nunca cambié”, cuenta desde su país.

Llegó el entretiempo del alargue, y ahí el rol de Fernando Astengo fue clave. “La consigna fue que nos fuéramos encima, nomás. Aravena nos dio unas instrucciones, y nos arengamos un poco sabiendo que era difícil. Vino un córner y con Jaime Vera nos conocíamos mucho desde Colo Colo, yo sabía cómo tiraba los córners, de manera ascendente. Saltó el Mocho Gómez, Higuita pasó de largo y le pegué con todo. No es de sobrado, pero el gol que hice yo fue determinante. Yo tenía la sensación de antes que iba a hacer un gol, entremedio lo comenté en la arenga”, cuenta el León, quien puso la igualdad al minuto 103.

Tres minutos después del gol de Astengo, Jaime Vera, quien había ingresado en el segundo lapso del tiempo reglamentario, fue el encargado de marcar el que sería el gol de la clasificación. “El caso de Jaime era especial. Orlando Aravena no lo ponía de titular por cábala”, cuenta Mardones.

A los colombianos, que hasta ese entonces tampoco habían ganado una Copa América, les dolió en el alma la caída: “Simplemente, lo que pasó es que Chile estuvo más acertado. Eran jugadores muy complicados”, cuenta Redín. Pero Astengo va más allá. “Al otro día nos encontramos en el aeropuerto para ir a Buenos Aires y los colombianos, que debían jugar por el tercer lugar, tenían una cara de muertos terribles, estaban muy desmoralizados. Cruzamos miradas, nos miramos en silencio. Fuimos respetuosos, pero no hubo ningún saludo. Solo tallas entre nosotros. Nosotros jugábamos bien, pero lo que nos hizo diferentes fue el carácter”.

Finalmente, en el duelo decisivo, la Roja perdería en Buenos Aires ante Uruguay (1-0). Los amarillos, en tanto, tuvieron algo de consuelo al ganarle el tercer lugar a Argentina (2-1).

Fuente: La Tercera

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