Capsulas de Carreño

Cuándo se va… Juan Manuel Lillo de Nacional. Por Jorge Cadavid Marín

Por Jorge Cadavid Marín

*El fracaso no es solo deportivo, va mas allá de esto, el descalabro financiero es de estruendo.

Fue el grito lastimero, rabioso, que se escuchaba por los cuatro costados del Atanasio, de una afición adolorida e inconforme y que a su vez era la vocera de miles de miles que desde sus hogares sentían la misma tristeza y desazón al ver caer al que hasta el semestre anterior era el coloso de nuestro fútbol.

Pero no es una situación contra la persona, porque como tal algo debe tener, ser capaz ante semejante fracaso de aglutinar a su alrededor, Jugadores y Directivos que apoyan su gestión, que lo acompañan en su momento más crucial, es por algo.

Los que estamos lejos de esa intimidad, miramos, juzgamos, su incapacidad, ya demostrada como lo dice él mismo en 32 años de actividad, sin un solo resultado positivo, porque a su alrededor está enmarcada, la ineficacia, la terquedad, la torpeza (como no inició Dayro los cobros desde el punto penal), porque su planteamiento, su puesta en escena, confunde, no tiene progreso, no concluye, al final es un fracaso rotundo, no llegar ni a semifinales en sus dos compromisos: Liga y Copa y ante quien perdió?

Pero, hay otro pero y grande, querer interpretar el apoyo unánime, incondicional de los Jugadores , este no debió ser de palabra, de cercanía, este se debió manifestar en el terreno de juego, con entrega, actitud, disposición, lo que vimos fue lo contrario, comodidad, falta de actitud, displicencia, un caminar lento y cansino, sin intención, sin deseo, lo más grave sin resultados.

Hay una persona que se salva, que hay que resaltar, que enaltece en momentos tan difíciles, Franco Armani, juega sin temor su pellejo en cada intervención, entrega, compromiso y si no es por él, hoy ante el Tolima y otros cotejos tendrían un resultado muy distinto, de pronto anticipando la catástrofe.

De algarabía deben estar los liderados por Henríquez, no van a tener que esperar hasta el 10 de diciembre, anticiparon sus vacaciones, disfrútenlas, mientras la afición guarda su rabia y sentimientos.

Y la demostración de apoyo de la Administración a su técnico, para el momento es prudente, pero vendrá un mañana cercano en el que será imposible detener el descontento de los que son la razón de ser de la Entidad, la afición.

El fracaso no es solo deportivo, va mas allá de esto, el descalabro financiero es de estruendo y detrás de todo esta otro incapaz, el Sr Botero y otra persona que no soy capaz de catalogar, el Sr. Marulanda y otro que es nefasto, trajo a Lillo y no ha vuelto a sonar, el Sr. Ángel, al fin quién responde, a quién le duele.

El sunami actual toca los cimientos de la Empresa, pero las aguas volverán a su cause, es lo mínimo que se puede esperar de una estructura como la del Grupo Ardila, retomará las riendas en muy corto plazo para buscar el camino del éxito para el 2018.

Compartir:

Un comentario

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *