Capsulas de Carreño

El media punta (Javier Castell López, El Heraldo)

Javier CastellPor Javier Castell López,
El Heraldo


————————————————————–
*Jarlan Barrera el joven prospecto del Junior, tiene las características propias. Se le advierte calidad, pegada y ambición de gol.
—————————————————————–

¿De qué juega ese futbolista que tiene una buena condición técnica para ser capaz de organizar una jugada, ceder un pase con precisión y al mismo tiempo tiene habilidades cerca del área rival, incluidas la del remate y la eficacia a la hora de la definición?

Platini, el brillante jugador francés y dueño de esa bivalencia; clase y gol, dilucidó el tema así: «no soy un ‘10’ pero tampoco un ‘9’, soy nueve y medio. Una especie de interesado en el gol y también del pase. Con repentización para ejecutar el disparo y, al tiempo, con claridad para asociarse. Una clase de delantero que piensa como volante. O un volante que piensa como delantero. Un futbolista que tiene finas maneras para relacionarse con el balón y concretas formas para relacionarse con el gol.

Zico y Rivaldo; Baggio y Del Piero, fabulosos jugadores que en su camiseta lucieron el número ‘10’ por su talante creativo, pero que fácilmente se hubieran enfundado el número ‘9’ por su alta frecuencia goleadora, encajan perfectamente en la descripción de Platini. Fueron auténticos cracks por la eficacia en el arco adversario y por su calidad para manejar la pelota y la organización de los ataques de sus equipos. Creaban y goleaban. Desarrollaron esa función intermedia entre el inspirador y el definidor.

La terminología futbolera actual, que como el mismo lenguaje evoluciona y se reinventa, denomina esa “posición” media punta. Aquel jugador que, ya en la realidad del juego, en la acción, en la simultaneidad de movimientos, es el más adelantado de los medio campistas y el más atrasado de los delanteros. Por lo tanto su punto de partida es indefinido, no está condicionado a la nomenclatura formal: delantero o volante. Pertenece a una línea o a la otra. O a las dos. Pero, en realidad, empeñarse en definir de qué juega ese futbolista, tan dúctil como eficaz, no deja de ser motivo para la teorización del juego, para nutrir lo conceptual, pero no es lo esencial a la hora del resultado.

Como definir de algún modo es reducir, a esa clase de jugador lo que hay que hacer es admirarlo y disfrutarlo, no importa si no descubrimos ni acertamos en qué posición juega. El qué subordinando al dónde. Qué es lo que le aporta al equipo, es fundamental. Dónde inicia, es complementario.

Jarlan Barrera el joven prospecto del Junior, tiene las características propias de un media punta. Así que sospecho que alrededor de él se generará la vieja discusión. Pero a él y a sus técnicos, a sus 19 años, con la osadía que se le advierte, con la calidad que lo adorna, con su pegada y ambición de gol, lo que menos debe importarle son los rótulos, las etiquetas. Su objetivo es progresar. Su inteligencia, saber que es apenas el inicio. Su método, el arduo trabajo. El trabajo arduo derrota al talento perezoso. El trabajo arduo de un talentoso, derrota a todos.

Compartir:

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *