Capsulas de Carreño

El recuerdo de voladas y perriadores que ya no hay. Ernesto Lopera qepd.

Alvaro Galeano

 

 

Por Álvaro Galeano

 

-En homenaje póstumo a Ernesto Lopera fallecido ayer (21) en Houston.

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 -Alguien me pide que escriba sobre jugadores que no van en la memoria de los más jóvenes y que muchos viejos ya han olvidado.
-Empiezo entonces con Ernesto Lopera, personaje del fútbol criado en Envigado; empecé a conocerlo cuando se iniciaba en equipos de su ciudad, especialmente en uno llamado Palmira para luego pasar al fútbol de la liga antioqueña y fue el arquero de Fabricato por varios años, aunque nunca pudo alcanzar un título; de sus compañeros recordamos a Alberto Jaramillo, Marquitos Osorio, Luis Albertol “El Pato” Villegas.

Ernesto Lopera falleció ayer (julio 21) en Houston. Paz en su tumba.

Ernesto Lopera falleció ayer (julio 21) en Houston. Paz en su tumba.

Ernesto Lopera tuvo el apodo de “El Loco” y hacía honor a él; arquero poco ortodoxo en su estilo, era supremamente arrojado e incluso los delanteros la pensaban bien para jugarse un mano a mano con él. Explosivo consigo mismo, era capaz de golpear su cabeza contra los postes para mostrar su contrariedad; fue por un buen tiempo el arquero titular de las selecciones Antioquia desde 1955, poniendo a esperar a grandes arqueros como Arnoldo Álvarez, Carlos García, Ignacio Arboleda; era amo del puesto en triunfos y fracasos, como aquella dolorosa derrota del año 1956 cuando se perdió el título ante Valle y en la propia Medellín.

Ernesto Lopera surgió en una época de buenos arqueros nacionales, caso de Alvaro Camacho del Atlántico, Elciario González de Santander, Ingelman Benítez de Valle, pero el loco demostraba sus condiciones y por ello fue el arquero de aquella famosa selección que jugó el Preolímpico contra Brasil en 1958, ganado 2-0 de locales con goles de Fernando Home y luego cayendo derrotados por goleada en el Maracaná; allí hubo compañeros del porte de Canocho Echeverri, Cristóbal Yotagrí, Mario Agudelo, Orlando Maya, Carlos Campillo. Esta talvez fue su única selección. Desde el año 1959 fue el dueño del arco del Atlético Nacional, con campañas de media tabla a pesar de las destacadas nóminas.

-En 1959 era un lujo ver al NAL de Humberto “Turrón” Álvarez, Delio Gamboa, Jairo Arias, Ignacio Calle, Hernán Escobar, Yotagrí, Eladio Álvarez, todos referentes de selecciones nacionales y allí el arquero fue Lopera. Ni que decir del equipo del año 1960 con Mario Agudelo, Bernardo “Cunda” Valencia, Carlos Campillo y el atleta Antonio Vanegas. En el año 61 concluía el periodo criollo, pero aparecían nuevos elementos, figuras del fútbol nacional, Uriel Cadavid, Guillermo Arredondo, apareció en ese equipo un excelso jugador de fútbol, Pintuco Aguirre a quien los excesos de vida terminaron cobrándole primero la salud mental y luego su vida, pero era un fenómeno este valluno.

-Así, con épocas buenas, momentos malos en lo deportivo y en lo administrativo, se desarrollaba la vida en el arco para Ernesto Lopera; mientras tanto, en su natal Envigado, dirigía equipitos que patrocinaba la empresa Grulla hasta el día que se marchó a los Estados Unidos, de eso hace más de cuatro décadas y regresa cada tanto a su Medellín y a sus amigos; es todo un periodo de alegría y de reminiscencias con la temida espera de la aparición de Cunda con todo un libro de apodos y de chanzas, aunque pa él también hay. Ernesto Lopera, una época en el arco del fútbol paisa y de muy buena imagen el fútbol nacional por clase y hombría de bien; no soy su amigo, lo que me permite la imparcialidad de mi concepto.

-Otro jugador que pocos recuerdan, es de Belén, no sé si de la 76, pero allí permanecía: León Muñoz, puntero derecho de los de antes, con gambeta, velocidad, centro medido, gol constante y amigo de la noche. Dicen que para ser puntero derecho hay que ser loco y los ejemplos tienen la razón: Garrincha, René Housseman, Manuel María, Luis “Chorizo” Velásquez, y el mismo Muñoz. León Muñoz se mostró al público con las Selecciones Antioquia de los años 63 para el nacional de Girardot en la que estuvieron sus amigos Oriol Ruiz y Edgar “Cheo” García, también de Belén pero de la 72.

-En el año 1964 León Muñoz que ya pertenecía a los equipos de la familia Botero (Sulfácidos, Vitabono etc.) estuvo con la Selección Antioquia en Bucaramanga en un torneo que hubo que declarar dos campeones, Antioquia y Valle pues no quisieron definir ni en otro partido ni con la moneda al aire; al final en los registros aparece Antioquia como campeón, lo que no es cierto. De esa selección recordemos a Carlos Álvarez como arquero, hijo del que dicen ha sido el mejor arquero del fútbol colombiano, Carlos Álvarez.

-También estaba Mario Duque, Fabio Rave, Julio Édgar Gaviria, Ramiro “El Chengue” Velásquez que hoy es brillante músico de Los Graduados, y Rodrigo Bustamante un goleador que jugaba para el Británico, equipo de albañiles que dirigía Aldemar Galeano, también tajado por el cemento; ese equipo hizo historia cuando llegaron a la primera. Bustamante estuvo en la nómina del Medellín; allí en Bucaramanga, mostrando su habilidad y alegría por la punta, estaba León Muñoz.

-Rápidamente apareció en el equipo profesional del Atlético Nacional, algunas veces se reporta en las anotaciones, pero un día, en noche de copas en su barrio del alma y en el bar Orion, con tangos de por medio escribió su propia letra como para una melodía más, recibió un disparo en su rodilla y el fútbol se rindió ante la tragedia; la vida no se fue, quedó la seña con su rengo andar y cuando lo veo pasar solo atinó a pensar que esa bala le robó la alegría a los domingos.

 

-Esas tres o cuatro cuadras del Amarillo a La Milonguita, pasando por el Orion, nos regalaron grandes pinturas futboleras: Caliche Arango, León Muñoz, el sastre Marchena; cracks nacidos a destiempo.
[Álvaro Galeano]
Paz en la tumba de Ernesto Lopera.
Reproducción de crónica publicada el 1 de agosto de 2008, www.elcolombiano.com/blogs/capsulas, cuando Álvaro vivía en Maryland, USA.

 

 

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