Capsulas de Carreño

El sueño de Reinaldo Rueda (Rodrigo Ramírez Restrepo)

 

Rodrigo Ramírez Restrepo

Por Rodrigo Ramírez Restrepo

 

 

*Con fe y alegría esperamos esa hora,  tenemos un nudo en la garganta que nos ahoga.

 

 

Desde que llegó Reinaldo a Nacional, siempre se le ha  escuchado su deseo, o mejor, de su sueño, de  estar con   Nacional disputando el Mundial de Clubes.  En vísperas  de la final de la Libertadores, lo  ha repetido con insistencia.

Es lógico suponer entonces que para el técnico el sueño esté  por encima de la Libertadores, adonde espera  llevar al verde.  Después de haber llegado con sobrados méritos y una extraordinaria campaña a dicha instancia,  falta esperar con fe algunas horas.

Aquí es donde está mi inquietud y la de muchos de sus hinchas.  Según rumores periodísticos y especulaciones  de barrio,  Rueda  sería el  nuevo  entrenador de la Selección de Paraguay.

Dicen que hay un acuerdo y que todo está cocinado, y  solo se espera el desenlace  del partido del miércoles.

Ahora, si todo esto es  cierto y Reinaldo renuncia a su sueño, tendremos  que decir  como dice el Chapulín Colorado: ¿y ahora quién podrá salvarnos?

Trasladémosle este dolor de cabeza a la Junta que con su sapiencia y su proyecto de largo plazo,  deben estar barajando nombres de técnicos del mismo corte, para que el equipo continúe enamorando con su bonito juego de  toque y goles, que son los que entusiasman y llevan gente al estadio.

Independiente de su destino inminente,  el profesor Rueda se ha ganado el aprecio y el reconocimiento de todo un pueblo y de toda una afición.

Volvimos a ver a la  academia verde; Rueda nos  devolvió la alegría y recuperó la fe de los jugadores de la cantera.

A la plantilla estelar les  inculcó  disciplina y orden en la cancha, en los camerinos y hasta en los hogares y en sus  familias; es una persona apreciada y admirada en los distintos ámbitos.

Pero como  los chismes vuelan por todos los rincones, escuché en mi grupo de verdolagas que algunos amigos de su antecesor, Juan Carlos Osorio, están deseándole que fracase  con la selección mexicana para que Nacional proceda a  repatriarlo.

¡Que Dios nos Libre!

Creo que la Junta Directiva no cometería semejante error  después de tanto despilfarro económico,  el  hundimiento y la decepción de los muchachos de las inferiores y el juego soso de pelotazos.

Pero volviendo al partido de la extraordinaria final del miércoles contra el sorprendente Independiente del Valle, sus hinchas estamos  de fiesta y vivimos  momentos  de  infarto.

Esperemos que ese grupo de titanes nos dé la alegría y la emoción de ser los nuevos dueños del trono y poder levantar   esa añorada Copa Libertadores, ojalá   Dios nos acompañe antes de que acabemos con nuestras uñas.

Con fe y alegría esperamos esa hora,  tenemos un nudo en la garganta que nos ahoga y estallaremos con emoción al pitazo final, con el deseo reprimido de  llorar y abrazarnos de alegría  y seguir con emoción el carro de los bomberos gritando,  “Rueda no te vayas. Rueda no te vayas”.

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