Capsulas de Carreño

¡¡¡…Háblenos claro, don Raúl…!!! Por María Victoria Zapata B.

“Quiero darle la seguridad a la hinchada: estamos con Leonel”: Rául Giraldo. Agosto 31 de 2016. Eran días afortunados en la gestión al frente del DIM. Foto Noticias Caracol.

Por María Victoria Zapata B.

*No  empuje  al  Deportivo Independiente Medellín hacia  otro profundo y oscuro abismo. No pisotee más  nuestro sentimiento.

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Como hincha Poderoso  que es, usted debe saber,  don Raúl,   que los  seguidores   del DIM  amamos   hasta el frenesí. Para nosotros,  este rojo y sin igual sentimiento  es mucho más que pasión:  ES RELIGIÓN…!!!

Por ello,  hemos  soportado con estoicismo  las largas sequías, los interminables años sin  mirar  siquiera de lejos  las copas en las se paladea  el néctar de  la gloria, y hemos  bebido con gozo infinito  el elíxir de la dicha con los títulos alcanzados con sudor, esfuerzo y el apoyo de ese  imprescindible jugador Nº 12, que es el hincha.

Hemos recibido la  alegría  a  cuentagotas   y la frustración en aluviones y,  no obstante la escasez de unas y la abundancia de otras,  hemos  permanecido  fieles  a la causa roja, a una pasión que no se permuta, hipoteca  al mejor postor.

También  hemos sufrido la  extenuante tortura de  administraciones que han amenazado con  poner punto  final a la  Poderosa historia que empezó a escribirse el 4 de noviembre de  1913.

Y   ha sido  justamente  nuestro  amor  inconmensurable,   en abierta contradicción con   la ambición desmedida de aquellos  mercaderes sacrílegos que han intentado profanar el altar de nuestra devoción,   el  que nos  ha  asignado otros roles esenciales en nuestro devenir de  creyentes Poderosos: El de avezados  centinelas,  el de aguerridos defensores  de nuestro más querido patrimonio inmaterial,  afectivo y cultural:  el Deportivo Independiente Medellín…

Cuando usted adquirió el paquete accionario del Equipo del Pueblo, en marzo del 2014,  trajo consigo un aire de renovación, fe y esperanza a un DIM que intentaba  dejar atrás uno de los capítulos más oscuros y oprobiosos de su centenaria historia.  Su  afinidad afectiva con la escuadra amada,  la presencia en condición de presidente del carismático  dirigente Eduardo Silva Meluk y la puesta en marcha del novedoso programa Todos en Uno,  le dieron  un vital impulso al equipo, lo llevaron a la disputa de  dos títulos  en forma consecutiva y le entregaron la sexta y anhelada estrella,  el 19 de junio del 2016.

Pareciera, sin embargo, que dicha   estrella fuera  su única aspiración personal  y  dirigencial  porque, desde entonces,  usted, don Raúl, se encargó de  destrozar  todos los logros obtenidos desde su  arribo al equipo,   destruyó la confianza del hincha rojo, pulverizó su credibilidad,  despedazó la comunión existente entre afición y dirigencia y, lo peor,  desterró  finalmente  a la hinchada del DIM  del estadio Atanasio Girardot.

Fueron muchos y reiterados los  desaciertos que, desde las oficinas del DIM,  minaron la fe del  seguidor rojo  hasta aniquilarla por completo:  La vinculación del  “asesor” Elkin Congote en marzo del 2014, cuyas excentricidades fueron siempre en contravía del sentir del hincha,  la venta al Pachuca  de México del goleador Germán Cano, el 21 enero del 2015,  que  se hizo oficial dos días después de la fecha de cierre en la recarga de abonos para el primer campeonato de dicho año, la polémica salida del técnico Hernán Torres en mayo del 2015 y la sorprendente no renovación del contrato del orientador campeón Leonel Álvarez, la transferencia de los jugadores Daniel Torres (julio 2016), Christian Marrugo y Andrés Felipe Mosquera ( ambos en julio  del 2017)  y pocas fechas después de iniciados los  respectivos campeonatos,  el injusto despido del médico José Fernando Arango  en julio del 2017,  la improcedente vinculación de los  entrenadores  Fabio Martínez – cuya designación  se reversó 24 horas después por presión de la hinchada- y de Juan José Peláez, quien llevaba  nueve años alejado de la dirección técnica,  la extraña  promoción del español Ismael Rescalvo, a la escuadra profesional, la  renuncia del  doctor Eduardo Silva Meluk con la consecuente vacancia en la presidencia y ruptura del vaso comunicante entre hinchada y dirigencia,   la venta del jugador Yairo Moreno en plena fase final del campeonato inmediatamente anterior y  cargada  de mentiras  e inconsistencias directivas,  la  negociación de jugadores  de primer nivel sin que éstos hayan sido reemplazados por otros ídem  y la reciente   desvinculación  del DIM, por razones que aún no han trascendido, de los técnicos  de  categorías menores, Iván Arturo Corredor, Óscar Pérez y Edgar Cataño, entre cosas, no son más que la semblanza de una gestión que se mueve entre  la ceguera, la ineptitud, la anarquía y la carencia de rumbo, metas y objetivos. Una gestión que desde hace dos  años  es sinónimo de burla, irrespeto, ultraje y desprecio al hincha.

Hoy, el proceso del que tanto se habló  desde su llegada no es más que un embeleco. El posicionamiento institucional tras los logros obtenidos entre el 2014 y el 2016,  se derrumbó como  castillo de naipes. La soledad  en las graderías del Atanasio es desconcertante y dolorosa.  La ilusión de la hinchada brilla por su ausencia, el  maravilloso Todos en Uno  se extingue irremediablemente  y su desgastado discurso no  augura el regreso del fútbol, de la fe, ni de la hinchada  al máximo coliseo deportivo de la capital antioqueña.

Como si ello no fuera suficiente, las noticias en torno a  la contratación de un técnico  para el Deportivo Independiente Medellín no son alentadoras en ningún sentido. Ninguno de los técnicos que se mencionan como sucesores de Ismael Rescalvo cumple  los requisitos  que se requieren en la actual y difícil coyuntura.   Respecto de la vinculación de jugadores el panorama es más incierto todavía: la nómina de jugadores para asumir el campeonato que se avecina está reducida a su mínima expresión,  y no se percibe movimiento alguno en materia de refuerzos que devuelva la   arrebatada  esperanza. Y en cuanto al horizonte  institucional,  peor no podemos estar:  No contamos con presidente, gerente deportivo, técnicos de inferiores ni de la  escuadra profesional.  Tampoco con  una dirigencia idónea para afrontar los   retos que  se deben afrontar y las  tareas que hay que  cumplir. En la actual,  no se vislumbran capacidad ni voluntad  para acometer unos y otras.

Infortunadamente, el Deportivo Independiente Medellín lleva dos años de tumbo en tumbo, de fracaso en fracaso, de yerro en yerro, de improvisación en improvisación. Dos años deambulando por un camino  brumoso que cada vez lo acerca más a una época  que, le reitero, no queremos repetir ni volver a vivir. Por ningún motivo.

Por eso, don Raúl,  es imperativo que  usted defina de una  vez por todas sus expectativas  frente al DIM y frente a su hinchada. El equipo merece  unas directrices de las que en el momento carece  y la hinchada el respeto que, hoy  por hoy,  no  se le brinda. Su desgaste es total,  la mayoría de  seguidores  rojos ya no le creemos  y  la distancia entre usted y nosotros es insalvable..

Como  hincha Poderoso que es – así lo ha manifestado públicamente-  usted debe entender, entonces,  el alcance de nuestra Poderosa pasión.  ¿Está en capacidad, también, de comprender  la magnitud del deterioro institucional  actual del DIM ?  ¿El gravísimo peligro que se cierne sobre el Equipo del Pueblo,  bajo su  hoy  disparatado mandato y  desatinada gestión?

No condene  a la hinchada nuevamente al  exilio, no  empuje  al  Deportivo Independiente Medellín hacia  otro profundo y oscuro abismo. No pisotee más  nuestro sentimiento. Háblenos claro, de una buena vez…!!!
(María Victoria Zapata B.)

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