Capsulas de Carreño

La ansiedad que lleva al desespero. Por Jorge Alberto Cadavid Marín..


Por Jorge Cadavid Marín

*Que el compás de espera nos premie con un primer título 2018 ante un rival de campanillas.

El aficionado al fútbol y que lo vive con pasión, en estos momentos depende de la información que le permite conocer sobre la conformación de la nómina de su equipo o para mantenerse en un nivel de éxito acostumbrado o para recomponer una mala campaña en su reciente participación.

En el caso de la escuadra Verde el entorno está rodeado de dudas, de falta de noticias, las que alimenten la esperanza para mirar con optimismo un futuro próximo, si no inmediato.

Es claro que estamos en manos de una administración que no tiene la categoría, la malicia, el recorrido, el conocimiento, para seguros esperar y no desesperar, vemos más improvisación que realizaciones, más desencantos que ejecutorias.

Los actuales jugadores y sus directivos, mostraron su pobreza arropando un técnico que muy rápido mostró que no era el indicado para asumir y continuar el compromiso, tuvo que llegar alguien superior en la estructura para definir que ese no era.

A Botero y Marulanda los cogieron con los calzones en la mano, el plan A era la continuidad de Lillo, no tenían plan B, entonces a correr, improvisar por un nuevo técnico, perdiendo precioso tiempo para recomponer la nómina.

Técnico lograron, ha sido bien acogido, pero que equipo le van a entregar, Armani por fuera, Dayro no se presenta a la citación inicial, y aunque parece que Nacional cumplió todo lo de su renovación de contrato, este quiere sacar provecho de las circunstancias actuales, nos ilusionaron con Gio Moreno y parece que no hay nada en concreto, Macnelly no sabe si se va o se queda, y lo que queda solo son las cenizas de malas contrataciones de semestres anteriores.

Marulanda habla de cuatro o cinco propuestas por nuevos jugadores, pero nada concreto, nada que calme la ansiedad que lleva al desespero o a los comunicados apresurados, al llanto y crujir de dientes ante la falta de realidades.

El que espera desespera, irrita, el tiempo apremia es verdad, pero estoy seguro que en pocos días algo debe cambiar, algo nos presentarán que vuelva las aguas a su cauce, que la normalidad y un compás de espera nos premie con un primer título 2018 ante un rival de campanillas.

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