Capsulas de Carreño

La huelga del fútbol.

 

Ilustraciòn tomada de Iusport

Por Esteban Jaramillo Osorio.

No puede el torneo colombiano variar sus jornadas de cierre de la presente temporada, porque no hay fechas disponibles y por las implicaciones legales de los jugadores con contratos a punto de concluir. Imposible postergarlo o adelantarlo.

Silencia ruidos de huelga, con posición inflexible y mano firme, el presidente de Dimayor Jorge Perdomo, ante las amenazas del sindicato de futbolistas, que recurre como fuerza de choque, por la reducción del tiempo de vacaciones, a la posibilidad de una parálisis competitiva.

Con mayores o juveniles, el calendario deberá cumplirse,  a riesgo de drásticas sanciones, contempladas en el articulo 114 del código único de disciplina, que con rigor deben acatar los equipos.

Era un bebé nuestro ídolo, Falcao Garcia, cuando su padre Radamel, con Astolfo Romero y otros futbolistas más, amenazaron con parar el campeonato, presionando reivindicaciones laborales, cumplimiento en los salarios y condiciones de trabajo acordes con el estatus que tenían. El movimiento fracasó y los futbolistas aceleraron su retiro por las  retaliaciones de algunos clubes renuentes a contratarlos. Eran otros épocas…Y otros dirigentes.

La razón presentada  esta vez por Alexis Henríquez, como portavoz de los futbolistas, resaltando la imposibilidad de enfrentar calendarios simultáneos del año anterior, es vacía. Se recuerda que fue un capricho del cuerpo técnico de su equipo, Nacional, llevar una numerosa delegación a la gira turística por Asia, lo que benefició a Santa Fe, a la postre campeón.

La decisión condujo al fracaso aquí y allá por la falta de gestión en la nómina. En 2016, Nacional, con excepción de estos casos puntuales, se paseo campeón por todos los torneos. Pese a la reducción de los descansos repitió título esta temporada en junio. Su eliminación de los demás certámenes en 2017, fue consecuencia de la incapacidad manifiesta de algunos de sus refuerzos y no por fatiga.

Conocido es que el fútbol, en el terreno de juego, es de los jugadores. Fuera de el, de los dirigentes.  El papel del hincha es fundamental como soporte y en el  hay que pensar cuando se platean  medidas extremas, como la que exponen los futbolistas, sin mirarlo con indiferencia.

En épocas de diálogo y concordias, las posiciones radicales conducen al fracaso. No se trata de ganadores o vencidos, si las corrientes enfrentadas se miran sin orgullo, en defensa del juego como espectáculo y de la final de lujo que se avecina

El próximo año, los calendarios serán ajustados y las peticiones de los jugadores atendidas. No tengo duda.¿ Que pensarán los dirigentes y futbolistas de los equipos de rango menor, al disminuirse las semanas de competencia y ampliarse el tiempo inactivo con el lucro cesante que esto produce?

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