Capsulas de Carreño

Los maquetas. Por Jorge Iván Londoño Maya


Por Jorge Iván Londoño Maya

 

*Ojalá lo sucedido anoche no sea sol de un día, sino un extenso verano.
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Anoche Estudiantes fue un equipo de maquetas, porque Nacional, ahora si vestido de gala como campeón de América, así los hizo los hizo ver, y los rajó en el examen parcial de anoche.

 

Nacional no solamente recobró la memoria, sino que mostró una interesante faceta futbolística de este “nuevo” equipo, conformado principalmente para afrontar la Copa Libertadores y en los ratos libres el torneo Colombiano.

 

Lástima que en lo primero haya sido tarde, porque la tarea para clasificar a la siguiente ronda ya no dependerá de sus propios medios, sino de ayudas “extranjeras”, tan complicadas en estos momentos porque la OEA anda metida de cabeza en otras agendas.

 

En mi último comentario al foro de Cápsulas, anoté que el mejor prospecto de Nacional era Rodin Quiñones, pero que se necesitaba con urgencia que alguien lo sacudiera; pero por lo hecho anoche, fueron muchos los que lo hicieron, y con vehemencia, porque su “debut” mejor no pudo ser. En buena hora, porque creo que Nacional encontró la “tapita” para nivelar la mesa que venía cojeando por el lado derecho.

 

Cuesta, sin tener la dimensión y la talla de Davinson, demuestra que puede ser parte importante del futuro defensivo de nuestro Verde, ad portas de un cambio drástico en esa zona, porque los Henríquez, los Nájeras y los Díaz, no son eternos.

 

Y qué decir de Matheus Uribe. Anoche nos mostró la verdadera dimensión de su juego, desarrollada en buena parte  a correcta ubicación, desde la cual se convierte en bastión del medio campo; porque marca, crea, reparte y hace parte de ese elenco de llegadores al arco; además tiene el palito para hacer goles de antología.

 

La estruendosa presentación que anoche hizo Nacional, tiene también otro ingrediente, el acierto del profesor Rueda, no solamente en la elección de los once inicialistas y en la disposición táctica, sino en la homilía que les debió haber dado en estos días previos.

 

Reconforta saber que el buen fútbol, los goles, la confianza, la actitud y la entrega, pueden ser parte de esta nueva apuesta de Nacional para los compromisos venideros, en especial el partido de vuelta contra el Chapecoense, que de ganarse obligaría a la ampliación de la vitrina de trofeos de nuestro Verde, Verde para siempre Verde.

 

Ojalá lo sucedido anoche no sea sol de un día, sino un extenso verano, tan urgente en esta época invernal, no solo climática sino de resultados en este torneo internacional, porque en el local, y como dicen las señoras: “todo va de perlas”.

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