Capsulas de Carreño

Nacional 3- Millonarios 0. Semifinalista categórico. (Wbeimar Muñoz)

 

El capitán de Nacional, Alexis Henriquez, en plan de delantero pero salvó Vikonis. Foto tomada de la página web del Atlético Nacional.

El capitán de Nacional, Alexis Henriquez, en plan de delantero pero salvó Vikonis. Foto tomada de la página web del Atlético Nacional.

Por: Wbeimar  Muñoz  Ceballos
Wbeimar Muñoz columnista

Cuando ALEJANDRO GUERRA rompió el  celofán a los 40’, previa combinación de Bocanegra y Berrío, ya Vikonis había salvado su cabaña en 4 ocasiones, dos balones con dirección de red fueron devueltos por los palos y era la octava jugada de peligro creada por el conjunto verdolaga, en un dominio abrumador de pelota y terreno.  Millonarios solo respondió con un disparo de Núñez neutralizado por Armani y el local desató  una lluvia de proyectiles, basado en el monocultivo del cuero.

Los azules que comenzaron ganando la serie (2-1) cambiaron el libreto, en ésta ocasión .  De una presión avanzada en el primer juego, pasaron a un recogimiento en  zona propia , para emprender contragolpes que resultaron  desorganizados, apurados e improductivos.   Nacional inclinó la cancha a su favor, con un gran manejo de la pelota y trabajos grupales.  Poco a poco resquebrajó el muro defensivo del contrario, guiado por un  Guerra deslumbrante e ingenioso.   Atrás Bocanegra y Farid, anularon a Núñez y Barreto.  Aguilar y Henríquez  no dejaron mover a Del Valle, mientras Arias y Mateus, desconectaron la posible generación de juego de sus adversarios.

El local hizo correr más el balón y dio comienzo a un carrusel de pases de apoyo, soportes y rupturas y el ataque se volvió unidireccional,  hasta ese 1-0.   Arrancando el segundo tiempo, Cocca ordenó a su defensa un adelantamiento de 30 metros, pero Nacional mostró que podía encontrar sectores de salida, para conectar con sus liebres de arriba.  Los embajadores volvieron entonces a esperar con un comité de bienvenida de 10 unidades.  Sin embargo, a  Nacional le costó  sostener el ritmo endemoniado del comienzo y bajó de revoluciones, en una cancha desgastante y  pesada por la lluvia de los últimos días.

Se fueron  Ibargüen y Guerra (lesionados), dando paso a Dájome y NIETO.  Éste último a diferencia  de otros partidos, no arrancó desde el sector de contención, sino que fue situado en la segunda línea de fuego.  Comenzó la jugada para el gol de FARID  (89’) y cerró la noche con un puntazo (91’ a pase de Dájome) ante el cual no pudo hacer nada el cancerbero visitante.   Nieto en los 20’ en que actuó, quebró a  Millonarios, confirmando que es un jugador en ascenso.  La catarata de emociones, terminó con aplausos y ovaciones  de los 40492 feligreses del Atanasio.

Millonarios pensó en ese segundo acto, que encogiéndose en su zona y quemando tiempo, podría apostar su capital a la lotería de la definición desde los 11 metros.   Los lanzamientos nunca llegaron, puesto que Nacional  apeló (como en otras oportunidades) a su excelente acondicionamiento físico, que le permite continuar la batalla, hasta esos momentos de agonía, cuando el rival ya está escaso de oxígeno y  con las piernas cortadas.   El ganador estuvo enlagunado en gran parte del período complementario.   Pero siguió luchando hasta el último pitazo, sin confiar en el azar.   Ese detalle  resultó definitivo.

Y  generalmente ganan quienes enfrentan al frío y al viento, convencidos de que” “palante…es pallá”.

No les parece ???

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