Capsulas de Carreño

No más huelga de hambre. Por Jorge Iván Londoño Maya


Por Jorge Ivàn Londoño Maya

*Así si muchachos, dejando todo en la cancha, con sed de triunfo y hambre, no de la que sirve para hacer huelgas.

Esa fue la consigna de Dayro, terminar la huelga de hambre de goles para el partido contra los azu..careros, malos perdedores ellos. También fue la consigna del resto del equipo, terminar la huelga de hambre de falta de contundencia. Terminó igualmente la huelga de hambre de actitud y de entrega.

En definitiva fue un banquete, quizás no como el que se sirvió en el matrimonio real entre Enrique y la mamacita de Meghan, pero sí a la medida de los empapados y plastificados  comensales que se sentaron a manteles en el Atanasio, incluido el técnico Almirón que se solidarizó con sus jugadores y aguantó el chaparrón a lo Juanes, con la camisa negra vuelta agua

Ese sí es nuestro Nacional. Ese es el Nacional que enamora, que gana, que pone condiciones, que genera gritos de gol, acallados por Vargas en unas y por el travesaño en otras. Este Nacional, recibido con rayos y centellas y hasta con matada de ojo de las luminarias, nos devolvió la fe, que no teníamos perdida pero si envolatada,  debido a los dos últimos partidos, perdidos de guayos cruzados

Los azu…careros llegaron con la intención de poner pierna fuerte, o sino que lo diga la tarjeta amarilla mostrada a los 26 segundos de iniciado el partido, de hacer tiempo, tarea en la cual Vargas es master, secundado por el resto del equipo

Este triunfo, que nos permite seguir en la brega, sirve además para incrementar los registros en condición de local, que en estas instancias pasan a un segundo plano, porque la consigna es llegar a la final como si fuéramos a participar en el otrora programa de televisión “Alcance la Estrella”

Notabilísima mejoría del rendimiento general del equipo, con Monetti que aguanto la lluvia escampándose debajo del travesaño y viendo jugar a sus compañeros; eso sí, evitó el empate con una excelente atrapada cual maromero del Circo Hermanos Gasca.

Un Bocanegra aplomado y concreto en su  juego, hizo un disparo al arco que levantó a Vargas y al público; ese de anoche si fue el Henríquez que nos presentaron hace ya varios años, un Mafla atento y colaborador al ataque y el sintocayo Helibelton serio en su juego y en su mirada. Castellani, de los que más mejoró, fue más socio de Macnelly, quien tuvo sus destellos de crack y puso ganas.

Campuzano se escrituró el medio campo. Vladimir se empinó para mostrarse. Lenis volvió con sus arranques que generan levantada de la silla y cogida de cabeza y Dayro el que tatuó los goles. Aldo Leao todo entrega, corazón y ganas.

Así si muchachos, dejando todo en la cancha, con sed de triunfo y hambre, no de la que sirve para hacer huelgas, sino de gloria. Siguen el Colo Colo y el Atlético Huila, equipos a los que hay que respetar con fútbol y goles.

Hoy más que nunca como Hidroituango, de pie..

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