Capsulas de Carreño

Osorio, el incomprendido. Por Armando Villegas

Por Armando Villegas

*Ser distinto y diferente da la apreciación de ser extraño, misterioso y desconocido.

Tratar de ser distinto y diferente al resto de los demás conlleva a pagar un alto precio por pretender salir de lo que es común: puedes ser prejuzgado, excluido y enjuiciado con razón y sin ella.

Ser distinto y diferente da la apreciación de ser extraño, misterioso y desconocido, como también rebelde y obstinado por no apegarte a lo establecido.

El que está en la línea de la conducción técnica, no se le está permitido perder, por lo que el deber ser de su función, es hacer todo lo que está a su alcance para que el equipo no pierda. No importa que estrategia se disponga, lo importante para la gran masa común es que no se pierda.

Proposición que la mayoría de técnicos comparten, con excepción de un grupito reducido de técnicos, que por ambiciosos aspiran algo más que ganar: jugar hacer protagonistas. Este idea que les seduce va en contra del ideal que ganar lo es todo, siendo este último muy bien mediatizado por todo tipo de campaña publicitaria, donde el ganador se lleva todos los honores y el perdedor sólo el premio del olvido.

Entre tales técnicos irreverentes se encuentra uno en particular nacido en Santa Rosa de Cabal, un 8 de junio de 1961, en Colombia. Bautizado con el nombre de Juan Carlos Osorio Arbeláez.  Quién ha sido designado y presentado el 14 de octubre de 2015, como el Director Técnico de la Selección Mexicana de fútbol, siendo hasta ahora el reto más importante de su carrera profesional, por lo que significa México en el fútbol internacional.

Pero, cómo describir a Osorio en una palabra que defina su situación actual como seleccionador mexicano. No me viene otra palabra a la mente que no sea Incomprensión.

Vayámonos a los números, en sus primeras 10 presentaciones logró 9 victorias y un empate, hasta la fecha está dirigido a convertirse en el mejor seleccionador de la historia de México, donde al acumular 25 partidos, ha conseguido los siguientes resultados, ha ganado 18,  ha empatado 5, perdiendo sólo 2 partidos, alcanzando un rendimiento del 79%, y en la tabla de clasificación para Rusia 2018, prácticamente ya tiene clasificada a la Selección Mexicana con 14 puntos, 3 más que Costa Rica, con 7 goles de promedio a su favor.

Pero aún está en tela de juicio, a qué se debe, por qué tanta oposición. Tal vez porque durante años se ha proyectado entre los aficionados mexicanos por sus diferentes medios de comunicación social y cultural, la noción equivocada que la Selección sólo debe ser conducida por técnicos nacionales, lo que ha causado una antipatía generalizada sobre Osorio, siendo mal puesto ante los aficionados.

Ahora desde el aspecto deportivo en cuanto al rendimiento, desde la idea y la forma, ha sido injustamente criticado.

La idea de Osorio es la búsqueda de alcanzar el protagonismo del juego, donde sus dirigidos se hacen dueño de la pelota y a partir de allí mediante una movilidad constante entre posiciones y funciones que se intercambian, disputan de igual a igual la dinámica del juego ante cualquier rival.

Desde la forma, su idea se desarrolla mediante la participación de dos equipos que van rotando según los partidos y contrincantes, como también el cambio de posiciones y funciones de los jugadores, donde no se casa con una nómina fija de manera de no propiciar a sus rivales estrategias que puedan anular su juego, aunque sus detractores mencionan que esta forma de rotar la nómina, no permite el debido automatismo de los jugadores a su concepción futbolística.

Cabe señalar que esto entra en un debate que tiene años en discusión, que parte de qué sí el jugador debe estar por encima de los automatismos tácticos, ya que son personas conscientes y son ellos quienes interpretan la táctica, y esta debe serviles de medio y no como un fin, por el otro lado mantener un nómina fija para que se ajusten los jugadores a un sistema de juego es contradecir lo primero.

Pero también cabe señalar, que cada entrenador tiene el derecho de administrar las potencialidades de su equipo como el considere más conveniente, y la rotación es una de las características propia de Osorio, y no la cambiará porque sabe manejar el concepto de rotación, se siente a gusto y le ha dado buenos resultados.

Hasta acá es comprensible su idea y su forma de juego. Incentivar a los jugadores a disputar los partidos desde la idea que deben protagonizar, como llevar múltiples funciones, los compromete a dar ese salto de calidad. A su vez, el rotar durante los partidos las alineaciones involucra a todos los jugadores posibles a sumarse en un esfuerzo conjunto por alcanzar los objetivos planteados, haciéndolos todos partícipes y protagonistas, dando entender hacia el vestuario que todos tienen las mismas capacidades para asumir la responsabilidad de vestir la camiseta de la Selección Nacional.

Ahora adónde parte la incomprensión de los aficionados hacia Osorio, es que aún no están convencido de dar un salto de calidad en su forma de jugar al fútbol, para los aficionados mexicanos, el fútbol siempre le ha parecido una  cuestión de meter más hombría que otra cosa, de seguro porque así lo viven y lo sienten, hasta acá tendrían algo de razón. Además si es cierto, que por la forma de jugar de igual a igual ante seleccionados con mayor calidad individual, conlleva a derrotas abultadas en el marcador, sobre todo México que no posee una defensa que marque la diferencia a la hora de jugar sin la pelota.

Pero lo que les ofrece Osorio es el cambio de mentalidad, es la búsqueda de convencer en primer lugar al jugador, que no tiene que limitarse a sólo pelotear o meter piernas o esperar el error del rival, sino que puede proponer a través de la posesión, su inteligencia para asociarse en la construcción de un juego donde sean ellos los que impongan las condiciones.

Osorio ha sido incomprendido, siendo señalado de obstinado por imponer dicha idea en el plantel, y sobre todo por su forma de rotar la nómina, de pretender armar dos equipos, desconociendo que la intención de su parte, es la de sumar esfuerzos conjuntos hacia la interpretación de una misma idea sin importar cuales jugadores abren o cierran el partido.

Pero también se puede considerar que Osorio ha sido incomprensible con la idiosincrasia de un País donde una parte significativa, no acepta su idea de cambiar de mentalidad, tal vez, ha sido muy crédulo en pensar que cuenta con jugadores con el performances necesario para asumir el protagonismo del juego, y si los tiene, los tendrá en cantidad suficiente para armar dos nominas.

Quien nos identificamos con el fútbol de posesión para protagonizar desde la amplitud o profundidad,  entendemos la postura de Osorio, pero cabe la  duda si de verdad en el lugar en que se encuentra tiene lo necesario para que pueda desarrollar su idea y su forma de conducción, ya que un cambio de mentalidad es un proceso complejo que lleva tiempo.

Esperemos que sí, que lo puedan aguantar lo suficiente para que los jugadores sigan convenciéndose que ese es el camino, y más temprano que tarde, los aficionados valoren la manera de como juega la Selección por encima de los resultados a priori, ya que el objetivo principal es superar los octavos de finales del mundial de Rusia 2018, y si se llega a lograr y jugando un buen fútbol, será una experiencia que quedará marcada en la retina de un País para la posteridad.
@dtarmandovillegas

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