Capsulas de Carreño

¡Qué irrespeto a la hinchada del DIM…!!! Por María Victoria Zapata B.

Por María Victoria Zapata B.

*Lo único cierto hoy por hoy   es que cada presentación del DIM es una tortura.

Hoy  los hinchas rojos nos sentimos nuevamente golpeados, maltratados y  castigados por otros decepcionantes 90 minutos en el presente campeonato.

No nos indigna  el 2-2 con el que concluyó el juego ante Alianza Petrolera, en el estadio Daniel  Villa Zapata de la ciudad de Barrancabermeja.

Nos indigna el fútbol del Deportivo Independiente Medellín, un equipo al que no se le  observa  trabajo por parte alguna.  Y nos subleva aún más, verlo sin jerarquía y sin alma.

Lo de esta tarde  fue una continuación de la deshonrosa presentación en territorio guaraní,  el jueves pasado, en el debut rojo en Copa Sudamericana.  Fue otra demostración de la carencia de conceptos tácticos elementales, de mentalidad,  de motivaciones y de manejo, tanto técnico como  dirigencial.

Hablar del comportamiento del equipo en  la capital petrolera de Colombia,  es reiterar que no solo los cuatro triunfos en línea al inicio del campeonato fueron un embeleco sino que el DIM  continúa en un  retroceso administrativo-deportivo  acelerado y peligroso.

En el ámbito competitivo,  tal como vamos, el fútbol  del Equipo del Pueblo no  alcanzará ni para  optar al  premio de consolación en que se constituye el ingreso  a grupo de los ocho. Transcurridas 15 fechas  del torneo desconocemos a que juega el DIM,  cual es su onceno titular y que jugadores conforman su columna vertebral, si es que acaso  la hay.   Pero si tenemos ya muy claro que el equipo se encierra cada vez que  anota un gol- como si su zaga  fuera mínimamente confiable-,  que el  rendimiento de jugadores como Elacio Córdoba, Elvis Mosquera Juan David Murillo, Goma Hernández  o Ever Valencia,  no  amerita ni siquiera su  inclusión en el listado de suplentes, que su defensa es insolvente por completo por cuanto carecemos de laterales y de centrales que ofrezcan un mínimo de garantías,   que  tenemos  buenos delanteros pero no contamos con volantes de armado  y que al equipo no se le nota trabajo  ni fundamentación táctica.

Lo único que percibimos es un DIM  que, lejos de mostrar signos de mejoría, cada vez se nota más confuso y desorientado, un DIM sin fútbol ni identidad, un DIM que insiste en jugar a lo menos sabe hacer: defenderse.

 

Otra vez  retrasados
Y otra vez recibimos gol sobre el final del partido, tal  como aconteciera con Deportes Tolima,  Patriotas y  Atlético Nacional porque el DIM no ha querido ni podido entender que su zaga no es confiable y, por lo tanto,   su  mejor manera de cuidar un resultado es  ampliando el marcador.

Después del  2-1   con el que finalizó el primer tiempo, el DIM  volvió a caer en su propia trampa en el período complementario. Se encerró en zona propia y le dio todas las libertades al onceno de Barrancabermeja que lo acorraló, le empató al minuto 85  en un cabezazo  del argentino Pablo Vranjicán y tuvo  posibilidades, inclusive,  de marcar el tercero  en  tiempo de reposición.

De nada sirvieron las dos anotaciones de Yairo Moreno,  la mutación de todos los jugadores rojos a zagueros, ni los contragolpes de Castro o el mismo Yairo. Tampoco la reprochable actitud del debutante arquero  Andrés Mosquera Marmolejo, quien se dedicó a quemar tiempo desde el período inicial ni las sustituciones del juvenil Rivaldo Correa por Ever Valencia y de Leonardo Castro por Juan Fernando Caicedo, en los minutos 63 y 78, respectivamente,   que resultaron del todo intrascendentes.

El 2-2  final  y la decepcionante presentación en el estadio Daniel Villa Zapata dejaron nuevamente al descubierto  todas las carencias del DIM  modelo 2018 y la fugaz ilusión que nos regalaron  los triunfos en línea ante Atlético Huila, Boyacá-Chicó,  Millonarios y Deportivo Cali.  De ahí en adelante muy poco, casi nada…

Solo   8 de  27 posibles
Y un  bajísimo 29.6% de rendimiento en las últimas  nueve  fechas jugadas por el DIM    en el  campeonato.  Sin contabilizar el  aplazado partido  de la décimo cuarta fecha con América,  las estadísticas no pueden ser más deprimentes:    5 derrotas,  ante Rionegro, Junior, Once Caldas, Santa Fe y Nacional.  Dos empates con Deportes Tolima y Alianza Petrolera y tan solo 2 victorias,  con  La Equidad y Patriotas.

Pero más allá de la incuestionable  verdad numérica, está la frustrante realidad del fútbol rojo. Ese fútbol que  duele, que indigna, que irrespeta, que pisotea  la pasión del hincha, que  diagnostica un problema  que se origina en la cabeza del equipo,  en su  propia administración.

Hoy, lo reitero, el Deportivo Independiente Medellín es una institución sin proyectos serios, sin proceso alguno, sin  dirigentes, sin cuerpo técnico   y con jugadores desdibujados  en su fútbol, en su estado  de ánimo.    Al Equipo del Pueblo le restan cinco partidos  por jugar: el postergado con América y  con  Jaguares, Bucaramanga, Deportivo Pasto  y Envigado.  Cinco  compromisos  en los que el fútbol y la postración mental de la casi totalidad de jugadores no permiten  aventurar ninguna cábala.

Lo único cierto hoy por hoy   es que cada presentación del DIM es una tortura.  Es un  irrespeto  a la hinchada…!!!
(María Victoria Zapata B.)

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