Capsulas de Carreño

Refuerzos: prioridad y obligación.

Por María Victoria Zapata B.

 

 

*Que  haya AUTONOMÍA  para Peláez en la consecución de refuerzos.

 

Con la llegada  hace casi dos semanas  de Juan José Peláez al DIM,  en su tercera etapa como Director técnico del Equipo del Pueblo, quedó resuelto, y de manera satisfactoria para un alto porcentaje de su hinchada, el asunto  del reemplazo del argentino Luis Zubeldía,    el cual trajo  consigo  un novelón absurdo, la promoción    de por tan solo 24 horas del técnico de las divisiones inferiores, Fabio Martínez  a la escuadra profesional,  la ratificación de la nefasta influencia  de Elkin Congote y Humberto “tucho” Ortiz  para Independiente Medellín y la pérdida de  parte  de la credibilidad  de la afición roja.

La relativa tranquilidad  que se logró tras la designación de Juan José  se ha  desdibujado,   sin embargo,  por la dilación en las gestiones tendientes a la consecución de nuevos jugadores para el  Medellín, cuyo debut en Copa Sudamericana está previsto para el 29 de junio próximo en el estadio Presidente Perón (El Cilindro), ante  el celeste y blanco de Avellaneda, el Racing Club.

A  muy pocos días de la iniciación de Copa Sudamericana, el movimiento en materia de refuerzos  confirmados es escaso: El volante ofensivo Daniel Cataño, proveniente del Deportivo Pasto,  y el delantero Edison Toloza,   del  Atlético Junior.

La interminable lista  de jugadores  que han sonado  para vestir la casaca roja en el segundo torneo del año  no trasciende la habitual especulación  ni las negociaciones sin  final satisfactorio. De lo que si tenemos la certeza hasta ahora es del  preocupante, peligroso y  un millón  de veces diagnosticado   desequilibrio que  cada vez se agudiza más en un Deportivo Independiente Medellín que no ofrece  garantía alguna en  su zaga. Carecemos de laterales, de centrales, de  seguridad  en  una  endeble primera línea de volantes y  de un onceno que dimensione el trabajo  ofensivo  desde  su  propia  prestancia defensiva.

 

Una zaga sin defensa y…
¿Laterales?  ¿centrales?, ¿qué tenemos, realmente?  Muy poco, ya lo hemos  comprobado hasta la saciedad.

El nuestro es un  caso de extrema gravedad. No obstante lo anterior, los dos únicos refuerzos confirmados son un  armador y un atacante, en abierta contradicción con  la  gran  problemática defensiva  de la nómina Poderosa., una línea que, tal como está conformada en la actualidad,  carece de solvencia hasta para  hacer frente a la Copa Águila y requiere de su reestructuración,  o mejor dicho reconstrucción  inmediata.

La verdad es que  el DIM NO TIENE ZAGA y es tan precario el nivel generalizado de los integrantes tal  línea, que resulta del todo incomprensible  la salida de  Piedrahita sin que a ella   le anteceda la consecución de por lo menos un nuevo  lateral.  Lo que se percibe en caso es una nueva resta y nada de defensores  confirmados hasta ahora

No hay defensa para la zaga del DIM, por cuanto ésta no cumple su función y debe ser cambiada casi que en su totalidad, pero en modo alguno por jugadores reencauchados y poco fundamentados en funciones defensivas o de marca. Hasta el momento solo los hinchas nos hemos percatado de ello…

 

¿Y qué pasa con la credibilidad?
No se puede desconocer que el tema refuerzos ha abierto fisuras, especialmente en lo concerniente  al trabajo de la Comisión Técnica (si es que existe alguna)  por los reiterados yerros directivos en la contratación de  jugadores. Yorleys Mena, Cristian Nazarit, Jhonier Viveros y Carlos Ibargüen, los casos  más llamativos de las últimas temporadas.

Pero hay otro hecho que está, inclusive, por encima de la aceptación  de Juan Peláez como orientador y de la expectativa por la labor que puedan desempeñar Cataño y Toloza,    y es la  presencia, prácticamente con carácter decisorio, de Tucho Ortiz y Elkin Congote en el Deportivo Independiente Medellín.

No entiendo  como dos personas  cuyas  sugerencias y  recomendaciones han sido perniciosas, lesivas y hasta nefastas,  continúan en el  equipo.  ¿Acaso no  fue suficiente el daño que hicieron con  unas contrataciones, inútiles e intrascendentes?, ¿con el famoso cuento aquel de “para que vamos a inscribir 30  si solo juegan 11? ¿con la conformación de una Comisión Técnica  desmañada e incapaz?, ¿Con una asesoría que no genera más que reproches y cuestionamientos? o el peor de todos,¿ con  la insólita recomendación de uno de los citados miembros de la tal Comisión Técnica  de promover a la escuadra profesional al técnico de las inferiores, Fabio Martínez, con las funestas consecuencias  que todos conocemos?

¿Qué siguen haciendo Congote y Ortiz en el DIM? ¿Cuándo se van definitivamente del equipo?

Son ellos, y solo ellos, quienes están llevando a Don Raul Giraldo y al doctor Eduardo Silva Meluk a la comisión de  gruesos errores administrativos que, queramos o no,  erosionan la credibilidad del hincha rojo.

Ahora, mientras  se espera  que  haya AUTONOMÍA  para Peláez en la consecución de refuerzos y  se hagan las negociaciones tendientes por lo menos  a la reconstrucción de la defensa, hay también expectativa por  los nuevos precios en los abonos y el movimiento en la venta y/o recarga de los mismos-con pocos incentivos  para hacerlo-,  e, igualmente, la SALIDA DEFINITIVA de los   “asesores”  Congote y Ortiz del DIM.

Por lo pronto solo me resta desearle muchos éxitos a Juan José Peláez en su tercer ciclo como técnico del Deportivo Independiente Medellín y a los jugadores Edison Toloza y Daniel  Cataño,  en nuestro amado Equipo del Pueblo.

Y, claro, sigo pensando en los tres torneos que se fueron  al sumidero por falta de  visión  y en los tres que también  la  misma ceguera mandaría nuevamente al desagüe: Sudamericana y Liga y Copa Águila.  Y no dejo de pensar en los refuerzos para la zaga: Son  una prioridad y una obligación.
(María Victoria Zapata B.)

Compartir:

9 comentarios

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *