Capsulas de Carreño

Rusia, el fútbol como debe ser. Por Jorge Enrique Vanegas

Por Jorge Enrique Vanegas

*Sin dramas, belgas y franceses, dentro y fuera del estadio, sin agredirse, unidos, abrazados, sin señales de la más mínima discusión y sí, de convivencia.

Primera semifinal entre los dos mejores cuadros del mundial.  Un Francia extraordinario, como colectivo e individualmente, un Bélgica que propuso, que atacó y siempre y buscó ir al frente. Un partidazo en donde en defensa y ataque los franceses inclinaron la balanza a su favor. Pero donde se tuvo en acción el fútbol en su máxima expresión, como debe ser, como un gran espectáculo que genere verdadero magnetismo.

Francia muy fuerte en lo defensivo, lo hace a la perfección y cuando de atacar se trata es poderoso.  Sus estelares son jugadores de élite mundial sin duda.  Giroud, Griezmann, Mbappé, Pogba, Kanté, Matidui, Umtiti sumado a un gran portero como Lloris, determinante en la semifinal y en todo el torneo.  Para el técnico es todo un arsenal que le permite tener al mejor conjunto como selección del mundo.  Y, además, joven, un gran presente y se prospecta, un mejor futuro.

Peleará otro equipo que enamoró por su fútbol durante todo el campeonato, Bélgica, el tercer lugar.  Fueron la confirmación total de una revelación anunciada y reconfirmada con creces en este mundial.  Pero el técnico Martínez y su equipo han deleitado plenamente a todos en Rusia 2018.

Figuras enormes en el onceno flamenco, un idioma con algunas degeneraciones y cruces del neerlandés, alemán y francés. Son muchos los belgas que dejaron huella en este mundial.  De Bruyne, Hazard, Fellaini, Courtois, Lukaku, entre otros.  De jerarquía en el arco, defensa, medio y ataque. Que gran sensación y reencuentro con el respeto al fútbol se vio gracias a Bélgica y el primer finalista Francia.

Que justo tener a los galos de vuelta, con ese mix o mezcla de jugadores nacidos en Francia, pero de raíces africanas en un elevado porcentaje.  Y la cotización que tienen como la selección más costosa del mundo es más que cierta y lógica. Su gran favoritismo era demasiado bien fundamentado.  Que riqueza táctica maravillosa, y que liderazgo y dirección del técnico Deschapms, quien ya como jugador obtuvo en 1998 el título del mundo para el que ahora hace todos los méritos de sumar el segundo en otro rol protagónico.

LA OTRA SEMIFINAL
Llega la siguiente semifinal con Croacia y un equipo inglés que está más entero, mucho mejor físicamente y es muy joven pero con un gran conjunto, además.  Son los favoritos y es bueno subrayar, sería hermosa esa batalla final entre dos excampeones mundiales, como franceses y británicos.  Ambas naciones han tenido proceso, trabajo, repetición, confianza, respaldo organizacional, coherencia –es la palabra-, en síntesis, en la planificación, sentar bases, planes, proyecto e impecable estrategia y ejecución en su implantación.

La mejor Croacia, vino de más a menos, brillaron en su grupo ante Nigeria y, en especial, contra la Argentina en un compromiso en el que golearon y pasearon a los del sur.  Pero, aunque superaron a Dinamarca y a Rusia, con dos alargues, en octavos y en cuartos de final, sin ganar ningún duelo y definiendo a favor a través de tiros desde los 12 pasos, llegan con jugadores que tuvieron grandísimo desgaste en sus clubes y en este mundial, como Modric y Rakitic, del Real Madrid y Barcelona, respectivamente.

Aprendizajes de cómo se juegan partidos de esta envergadura, al señor Almirón, con tres perdidas en menos de 10 meses, los jugadores del hasta hoy fracasado proyecto 2018.  Será que incorporarán los niveles de concentración total, del cuidado a no cometer faltas cerca de su área o hasta agredir contrarios en forcejeos como en la derrota humillante del torneo apertura ante Tolima en su estadio.  Ojalá aprendan, verdad.

Y otro aprendizaje de quienes son parte fundamental del espectáculo.  El uruguayo Andrés Cunha.  El arbitraje en el fútbol como debe ser. Sin protagonismos, sin ínfulas de autoridad, sin soberbia, sin gesticular, respetando a los artistas y al VAR –para el señor Wilmer Roldán otro fracaso total de nuevo en mundial y estelar del país en esta materia, -a mal que estamos-, o sea que ni hablar del resto. Se juntan todos los del pito y de la mano oscura en Colombia y no se hace uno solo en el referato colombiano. Aprenderían  alguito en este mundial?  Por ejemplo, a adicionar en la reposición, los tiempos reales que se pierden, cada vez más, en el fútbol nuestro, de tramposos, mañosos y fingidores?

Y, finalmente, en el fútbol como debe ser, allá en Rusia 2018, los hinchas y aficiones de los clubes del país. Sin dramas, belgas y franceses, dentro y fuera del estadio, sin agredirse, unidos, abrazados, sin señales de la más mínima discusión y sí, de convivencia, de saber comportarse y de dar ejemplo. Aprenderán los hinchas matones que tantas víctimas han generado como los de Nacional, de Millonarios, del América y del Medellín?  Definitivamente estamos muy atrasados. Doloroso.

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