Capsulas de Carreño

Semana Santa… El fútbol no para…

BARCELONA.  Luis Enrique en el entrenamiento de este viernes (14) porque mañana sábado enfrentará a la Real Sociedad. Foto Miguel Ruiz/tomada de FCBarcelona.

Por Alexis García Vega.

Con la Semana Santa vienen nuevos propósitos, momentos de oración, ansias de cambio, época de reflexión, instantes de reencuentro con el ser superior, ese ser tan importante que a pesar de vivir dentro de uno mismo es alejado durante casi todo el tiempo y solo es recordado en esta semana especial.

Algunos aprovecharán estos días de libertad laboral para salir, para darse un paseo renovador por el mar y alguna playa es buena para recibir un baño que exorcice las preocupaciones del día a día y prepare la mente para cuando la rutina vuelva a hacer estragos.

Otros se mantendrán atrapados por los giros del balón y entrarán en el trance  hipnótico que produce la danza de los talentosos, porque el fútbol no para ni en época de oración.

Barcelona que acaba de ser goleado por la Juventus de Cuadrado, se reencontró con sus demonios del pasado, los pecados cometidos permanentemente en su zona defensiva no fueron exculpados por Messi y compañía y tendrá que volver a hacer un reencuentro abrupto con la fe, volverá a invocar al Todopoderoso por el regreso de la inspiración como ya lo hicieron una vez frente al PSG Francés, que hace poco tiempo había puesto en evidencia sus vergüenzas.

Se obligará a poner más orden a su ambición, su tarea será cargar  su propia cruz, si quiere repetir una gesta épica; el heroísmo no es un juego que se repita muy a menudo, pero siempre es mejor concentrarte en tus pecados veniales para evitar que se te vuelvan mortales, en vez de estar jugando con los santos.

Las heridas sangran más cuando el principal rival en un partido inspirado vence al prestigioso Bayer Múnich.

En momentos de críticas el Real Madrid resucita como Lázaro eligiendo para hacer el milagro una de las plazas más duras del mundo en materia futbolística y da una lección de coherencia táctica, un equipo que con el transcurrir del juego encontró un modelo solidario, inteligencia para manejar el partido y por ende aparición de pequeñas sociedades que hechizaron al rival y tuvieron  un Cristiano que como siempre se hizo cargo del resultado, Ronaldo fue una vez más bendecido por los dioses del talento y en dos apariciones milagrosas le dio el triunfo a su equipo y alejó los fantasmas de crisis que ya hacían su arribo a Madrid.

Mientras tanto en Colombia continúa el torneo doméstico, en otro nivel pero con tiempo para pecar y rezar porque este juego no da tregua, algunos sufren su semana de pasión, mientras otros encuentran su momento de resurrección.

Al cielo seguirán llegando  una andanada de solicitudes de milagros, las oraciones por la victoria serán las que tengan más pedidos, las personas entenderán algún día a su creador y se darán cuenta que ya les dio los talentos suficientes para que cada uno asuma su destino con su propio esfuerzo y actitud.

Yo tendré  tiempo para meditar y soñar con un mañana espectacular, semana para recordar que el viaje más importante que puede hacer un ser humano es el que hace a la profundidad de su propio ser.

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