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Jaguares 0 – DIM 1, árbitro protagonista.
- Actualizado: 11 septiembre, 2021
Por María Victoria Zapata B.
Columnista Cápsulas.
Hay triunfos sin alegría, sabor ni color. El del DIM anoche, en condición de visitante ante Jaguares, fue uno de ellos.
Porque en la victoria roja en el estadio de Jaraguay confluyeron el pésimo fútbol de Independiente Medellín y la desastrosa actuación del silbato Mario Herrera, quien con sus desaciertos e inequidad en la aplicación de justicia en el terreno de juego, determinó el resultado del partido.
Es imposible pasar por alto las faltas, en el área y que debieron ser sancionadas con tiros desde el punto penal, al atacante Andrés Rentería, en los minutos 47 y 65, la anulación del gol legítimo del lateral Israel Alba, al 67, por un inexistente fuera de juego sancionado por asistente Javer Motta, y la mano del capitán rojo, Andrés Cadavid, al 77, que también debió recibir el máximo castigo. Varias acciones y omisiones que incidieron en forma directa en el resultado del partido y opacaron no solo el reencuentro del Chacho Castro con la red sino la consecución de los 3 puntos por parte de un Independiente Medellín urgido de ellos.
Si la actuación de los centrales bolivarenses Carlos Ortega y Luis Matorel fue cuestionada por las equivocaciones de ambos en contra del DIM en los juegos de ida y vuelta de Copa Colombia, en octavos de final, ésta, del silbato Mario Herrera, del departamento del Meta, merece reproche y censura, por los gruesos errores en los que incurrió anoche, en el partido de la novena fecha, en Jaraguay. El arbitraje del partido Jaguares vs DIM fue, para definirlo en una sola frase, vergonzoso en grado superlativo.
Ya es hora de que la Dimayor se apersone del gravísimo deterioro del trabajo arbitral en Colombia.
Todo igual.
Decir que el Deportivo Independiente Medellín mostró otra cara tras la renuncia del entrenador Hernán Darío Gómez, sería faltar a la verdad. El DIM que anoche enfrentó a Jaguares fue el mismo que hemos visto durante la casi totalidad del torneo, un onceno sin fisonomía colectiva, con serios problemas defensivos, fracturado en zona media, e inconstante y precario en su ataque. Su pobreza anímica es directamente proporcional a su pobreza futbolística y son escasos los jugadores que se destacan por su combatividad y/o rendimiento en el terreno de juego.
La presentación de Independiente Medellín anoche, en Montería, produjo la misma insatisfacción, el mismo desasosiego y la misma frustración que nos ha acompañado desde tiempo atrás y dicha percepción no sufrió variaciones a pesar del gol de Castro y el consecuente triunfo, 1-0, del Deportivo Independiente Medellín.
Para rescatar.
El juego y el gol de Leonardo Castro, quien relevó a Vladimir Hernández, al minuto 54. Un gol marcado en el minuto 79 y con múltiples implicaciones tanto para el delantero rojo como para el DIM. Fue ésta la primera anotación del Chacho en el campeonato y la tercera en el año. Ya se había hecho presente en el marcador del partido único de cuartos de final por Copa Colombia 2020 (evento concluido en los dos primeros meses del año en curso), DIM 2- Junior 0, que se jugó el 13 de enero. Igualmente, en Liga Betplay 1, en el compromiso DIM 2- Deportivo Pasto 2 de la décimo tercera fecha, jugada el 21 de marzo.
A pesar de su desgaste con el DIM y con la afición, nada nos complacería más que la recuperación en todo sentido de un futbolista al que le sobran condiciones.
La seguridad de Andrés Mosquera Marmolejo.
Finalmente, reitero en mi concepto inicial: Hay victorias que no reconfortan, no llenan y no alegran. La del DIM ante Jaguares fue una de ellas, porque tuvo un muy amargo sabor a injusticia, a inequidad arbitral y a pésimo fútbol rojo.
[María Victoria Zapata B.]