CALI. Los dos capitanes: Kevin Castaño, volante con gol, y Adrián Ramos, atacante sin gol. Importante victoria de Águilas 3×1 frente al América en el Pascual Guerrero. Foto @Dimayor.com.
===
Por Jorge Iván Londoño Maya.
Como se dice en buen romance de cualquier esquina, anoche me “patié” el partido entre los Diablos Rojos del América y las Águilas Doradas, hoy asentados en Rionegro, mañana en cualquier lugar de Antioquia, jugado en el Pascual Guerrero, ante una muy buena asistencia roja, y póngale 3 o 4 hinchas silenciosos de las Águilas.
Este encuentro era de dedo para´o, porque jugaban el segundo y el tercero de la tabla, y porque en los ventorrillos futboleros se asegura, que junto con Millonarios, son los equipos de mejor juego fluido y vistoso, y a fe que así se vio.
Uno repasa la nómina de Águilas, y el promedio de edad ronda los 25 años, porque Marco Perez y Diego Valdés, ambos con 32 años, se tiran en la plana. Los dos “chachos” del equipo son Kevin Castaño, que ya probó selección, y John Fredy Salazar, que en esto lo empacan por transportes Chachafruto para otro equipo. Los demás son combatientes de Atila, que en cada partido salen con pantano hasta en las pestañas; dirigidos por el bogotano Lucas González, con pasado en Nacional, el sardino de la barra de los técnicos de nuestro torneo, pero que aun así muestra visión y temple, y que tiene como asistente a Alexis Henríquez, que con Franco Armani, son los futbolistas con más títulos ganados con Nacional; tremenda hoja “debida”.
Por los antecedentes el partido resultó de toma y dame, siendo Águilas el de más tome, con un juego fluido, alegre, de pases precisos, son águilas volando por toda cancha; y un América que tiene en Darwin Quintero su más valiosa joya.
Águilas se fue arriba en el marcador al minuto 20 por intermedio de Kevin, en una llegada en masa como aquellas de barra de barrio, eran siete jugadores dorados. Al minuto 34 empata América por intermedio de Portilla, gracias a una “atortolada” entre defensa y arquero dorados. Minuto 56 y Jesús Rivas enmudece el Pascual con el segundo de Águilas, producto de otra llegada geométrica. A los 4 minutos de adición, el ceremonioso árbitro Hinestroza, pita penal a favor de Águilas, por falta que le hacen a Diego Valdés; quien cobra en forma impecable y decreta el tercero.
Dos jugadores fueron expulsados. Quintero del América, roja directa por patada en espinilla, ¡ay! En otra acción Mateo Puerta de Águilas, por doble amarilla.
Fue un martes de buen futbol. Abrieron plaza nada menos que el Manchester City y el Bayern por la Champions, partido fuera de serie, y luego América y Águilas, otro buen partido que hace parte de nuestra cosecha, muy diferente del fútbol europeo, pero es propio.
Como dicen las señoras, nos da “envidia de la buena” ver el fútbol practicado por Águilas, su entrega, su berriondera, su lucha, sus revolcadas al piso, sus balones no perdidos, su precisión en los pases, sus desmarques, su triangulación y muchas cualidades más; con un técnico piloso, acucioso en la raya y de decisiones pan…pan. ¿Cuándo será que Nacional recupere todas esas virtudes?
