Atacar también es serio (Tomás Sanz, Olé)

Por Tomás Sanz,
Olé

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*Jugar a tener la pelota  y elaborando jugadas también es serio. Y llena mucho más los ojos.
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Según algunos repetidores de simplezas no se puede vivir de recuerdos. Pero no se trata de vivir de, sino que tampoco se puede vivir sin ellos. Si borramos los recuerdos (que pueden provenir de antes del profesionalismo o del último domingo) no habría con qué comparar situaciones, declaraciones, valores o disvalores del fútbol, toda una historia con la que se ha elaborado lo que alguna vez se llamó “la nuestra”, una tendencia, ejemplos a seguir o a desechar.

Por fortuna, palabras como las de Bauza proclamando el crudo pragmatismo de San Lorenzo, reavivan el recuerdo, la discusión histórica. No para trenzarnos en una dialéctica bizantina sin salida, sino para pensar, por ejemplo, en el triunfo del Ciclón contra Boca, obviamente legítimo pero que tanto dependió del azar. Que nadie tiene toda la verdad sobre estas cuestiones queda claro: “Boca no nos dejó hacer nada de lo que habíamos planificado, nos metió una presión infernal”, decía el DT del Ciclón el mismo día del partido.

Es decir, lo planificado puede convertirse en letra muerta. Pero el lunes evaluó a su equipo como defensivamente infalible y serio (¿cómo, si es que no pudo llevar a cabo aquella planificación?). Bauza es un tipo respetado y con pergaminos. Su opinión puede confundir sobre la esencia de este juego. La seriedad y la eficacia que complace a sus hinchas y molesta a los de otro palo, abren una interrogante.

El Ciclón, de nuevo, sería un legítimo campeón,  ¿pero el fútbol adelanta o atrasa con este “cerrémonos atrás, y a esperar el error del rival? ¿Hay un plan B por si el error lo cometemos nosotros? Jugar a tener la pelota (lo hizo el desobediente Ortigoza) y elaborando jugadas también es serio. Y llena mucho más los ojos.