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Bernabé Ferreyra, tocado por el tango (I)
- Actualizado: 18 marzo, 2022
John Cardona Arteaga.
Profesor Universidad de Antioquia.
Expresidente Deportivo Independiente Medellín-DIM.
En crónicas anteriores abordamos la producción tanguera de Miguel Padula relacionada con el fútbol, abarcando distintas facetas en la historia de este deporte en Argentina, épocas gloriosas cuando la música ciudadana realzaba los grandes acontecimientos futboleros. Fueron frecuentes las hazañas relatadas en el tango mediante letras, algunas de las cuales interpretó Carlos Gardel, teniendo en cuenta su afición por esta actividad deportiva en temas como Mi primer gol, Patadura y Largue a esa Mujica.
Concluimos la Cápsula precedente, citando un tango en el que interviene Padula, dedicado a un verdadero ídolo de River Plate, un adelantado en la década de los años 30 del siglo XX. Se trata de “La fiera” Bernabé Ferreyra, de quien nos ocuparemos en esta nota.
Por ahora, enfocamos el lugar natal de Ferreyra y de otros destacados futbolistas. Indiscutiblemente, algunos deportistas hacen brillar su territorio natal, como corresponde a Rufino, ciudad de la Provincia de Santa Fe, República de Argentina. En escrito anterior, concerniente al gran Amadeo Carrizo, destacábamos las características de este municipio y anunciábamos al colosal invitado de hoy, “El mortero de Rufino”, gran goleador desde joven en sus equipos, referente histórico de River y del fútbol argentino en general.
Rufino tiene unos 20.000 habitantes, amplia vocación agrícola y ganadera y buena producción de trigo, soja, maíz y girasol. Pero como las intenciones están orientadas al fútbol, indagamos por deportistas destacados oriundos de dicha localidad y encontramos otras figuras relevantes del fútbol argentino que concitan el orgullo y los recuerdos de los rufinenses.
Aunque el interés de esta crónica se enfoca a Bernabé Ferreyra, vinculamos, así sea de paso, a otros jugadores originarios de Rufino, que en su país tuvieron también importante repercusión en el concierto del fútbol nacional e internacional. Nos referimos a Bernabé Ferreyra (1909-1972), Antonio Báez (1922-1995), Amadeo Carrizo (1926-2020) y “Heber” Mastrángelo (1948).
Todos llegaron a River por diferentes caminos. Ferreyra debutó en 1932, proveniente de Tigre. Carrizo llegó directo en 1944 y saltó a primera en 1945 con 18 años, cuando ya su paisano Ferreyra se había retirado en 1939. Báez no tuvo suerte por sus lesiones y por la estabilidad, calidad y permanencia de los integrantes de “La Máquina” (era el suplente de Labruna); fue así como después de un paso por Tigre, con el padrinazgo del propio Bernabé, y de jugar algunos partidos con River, se convirtió, desde 1948, en un verdadero referente de Platense. En 1950 se incorporó a Millonarios de Colombia, convocado por su entrenador y jugador Adolfo Pedernera. En este club fue compañero de Alfredo Di Stéfano, Hugo Reyes, Néstor Raúl “Pipo” Rossi y Julio Cozzi. Con “Los embajadores”, Báez fue campeón de Colombia en 1951, 1952 y 1953.
Por su parte, Ernesto Enrique Mastrángelo, más conocido como “Heber” Mastrángelo, nombre no aceptado en la pila bautismal, tuvo como primer club a Atlanta en 1968, jugó en River entre 1972 y 1974, en 1975, pedido por “El Toto” Lorenzo, llegó a Unión de Santa Fe y en 1976 es trasferido a Boca Juniors, convirtiéndose en un jugador esencial en el ciclo de Boca, bajo la conducción de Juan Carlos Lorenzo. Ganó el Nacional de 1976, la Copa Libertadores de 1977 y 1978, la Copa Intercontinental de 1977 y luego el Metropolitano de 1981. Mastrángelo también fue un amigo entrañable de su paisano Bernabé.
Consultado en entrevista por el gran relator José María Muñoz, Ferreyra anotó que su ídolo en el fútbol había sido Adolfo Pedernera.
Para cerrar el círculo rufinense, no extraña la opinión de otro coterráneo de Ferreyra, Amadeo Carrizo, ante las preguntas formuladas por el periodista Diego Borinsky, en El Gráfico, en su espacio, 2012. AMADEO CARRIZO 100X100:
“¿Por qué iban a ver a Bernabé? Porque revolucionó el fútbol en la década del 30. Si iban 40 mil personas a ver a River, 39 mil iban a ver a Bernabé por los golazos que metía desde 30 o 40 metros. Y yo tengo el orgullo de ser del mismo pueblo que Bernabé.
Usted que los vio a todos, ¿a quién votaría como máximo ídolo de River? El máximo ídolo, para mí, es Bernabé Ferreyra, porque transformó a River en un club popular. Y eso que jugó 5 o 6 años nada más, y yo 21. Sin embargo, yo no me considero que pueda superar a Bernabé en idolatría. Segundo en el podio pondría a Labruna”.
https://www.elgrafico.com.ar/articulo/1089/4186/2012-amadeo-carrizo-100×100
Fue tanto el afecto y reconocimiento de Amadeo por su paisano Bernabé que, aunque nunca tuvieron la oportunidad de jugar juntos en River Plate, Carrizo lo imaginó como su compañero en la composición fotográfica elaborada por él mismo, según documento que nos comparte Ricardo Troncone para esta nota. En verdad su sentimiento de admiración era muy profundo hacia el gran goleador.
Bernabé Ferreyra se constituye en uno de los más afamados personajes en la historia del fútbol argentino, a pesar de su corta permanencia en primera. Su fama de goleador permanece en la memoria de los amantes del fútbol, sean o no hinchas de River. Su sencillez y humildad, además de su desprendimiento hacia los necesitados, lo convierten en paradigma del deporte. Las hazañas como goleador están relatadas en escritos diversos que resaltan su aporte al crecimiento del fútbol y de las instituciones que lo han hecho grande.
La personalidad de Bernabé contrasta con muchos otros casos en los copiosos expedientes futboleros. Los comentarios y estadísticas se hacen presentes en testimonios de diversa índole que citamos selectivamente, para no repetir lo que tanto se ha comentado por los especialistas. Ahí van algunas referencias:
Del libro HISTORIA DE RIVER, EL CAMPEÓN DE CAMPEONES, Ediciones GAM, constituido por 30 fascículos semanales que resumen la trayectoria de ese club entre 1901y 1980, extractamos los siguientes datos de la entrega N° 1, sección “Ídolos de siempre”, página 6: “Fue integrante de seleccionados a los Sudamericanos de 1936 y 1937. Goleador con estas cifras anuales: 1931, 16 tantos; 1932, 43 (goleador absoluto y cifra sólo mejorada por Erico); 1933,27; 1934,29; 1935,25; 1936,23; 1937, 27; 1938, 9; 1939,2. En total 201 goles”.
“Bernabé Ferreyra fue antecesor de Adolfo Pedernera, como centro delantero de River Plate e integrante de otra buena avanzada anterior a “La Máquina”: Peucelle, Vaschetto o Cesarini, Bernabé Ferreyra, Moreno y Pedernera. Y esta delantera fue continuadora de la que formaron Zatelli, Lago, Ferreyra, Peucelle y Luna…
Realmente la dimensión de un jugador así, con grandiosa fama, en estos tiempos sería un fuera de serie. Y especialmente en una época como la nuestra que faltan delanteros y , en consecuencia, goles. Él, Ferreyra, era todo gol. ¿Qué más?”
En el libro HISTORIA DEL FÙTBOL ARGENTINO, publicado por el diario La Nación, fascículo 3, refiriéndose al campeonato argentino de 1932, titula en su página 41, “River, con los goles de Bernabé” y enseguida anota: “El campeonato de 1932 quedó grabado a fuego en el recuerdo por la sensacional aparición de Bernabé Ferreyra, un goleador excepcional. Y al influjo de sus goles espectaculares creció la popularidad de River Plate y del fútbol, por lo que fue necesario agrandar la capacidad de los estadios ante el enorme aumento de público…
Pocas temporadas quedaron marcadas en la historia del fútbol como la de 1932, porque la popularidad de ese deporte estuvo en constante alza. A ello contribuyó de modo esencial la aparición de un goleador formidable como Bernabé Ferreyra, quien el año anterior, en Tigre, ya había dado noticias de sus aptitudes”.
Por su parte en El libro del fútbol, tomo I, una publicación de Abril Educativa y Cultural SA. 1974 se titula:
“Bernabé Ferreira: la fiera incomparable” y se apunta:
“… en 1931 empieza a destacarse en Tigre un jugador que es la antítesis de todo eso y que, en 1932, ya en River, se convierte en la máxima estrella de la época, alcanza picos de popularidad similares a los de del cantante Carlos Gardel, revoluciona el fútbol. Le cambia el gusto al público, llena estadios. Provoca los más encendidos elogios y las críticas más despiadadas, le da al incipiente profesionalismo el espaldarazo que necesitaba y al fútbol mismo la definitiva consagración como espectáculo popular. Ese fenómeno es el inolvidable Bernabé Ferreyra.”
Al final de la crónica resume su ficha técnica, como lo hace con muchas figuras:
“Excepcional potencia y puntería en el remate. Gran pique, veloz en carrera. Fuerte, valiente hasta la temeridad. Inteligencia para mostrarse a los compañeros y sentido de la oportunidad para ir a buscar los pases en cortada. Goleador nato. “
Casi todo lo escrito sobre la vida deportiva de Ferreyra se puede sintetizar en el siguiente video, que recomendamos abordar:
Bernabé Ferreyra, «El mortero de Rufino» CDF Cultura redonda – Por Marcelo Suppo.
https://www.youtube.com/watch?v=6eHm8tNfqpQ&t=11s
También Bernabé fue motivo de un libro biográfico. Su autor Antonio Martín expresa sobre la formación de su carácter y el esfuerzo denodado para conseguir el triunfo: “Así como un árbol salvaje, juguete de los vientos, que se endurece y adquiere vigor en el latigueo, así, se iba formando la fiera, duro, curtido. Tenaz, sacando vitalidad de la tosca, a diferencia de los niños excesivamente mimados que en el fondo y a la postre terminan como los animales, con una sensibilidad ligada íntimamente sólo al medio en que se los domestica”. Citado de:
https://rufinoweb.com.ar/bernabe-ferreyra/
Justamente el libro El gran Bernabé fue presentado, con el consecuente homenaje, en entrevista realizada por el periodista José María Muñoz de Radio Rivadavia, cuando Ferreyra recién había cumplido sus 63 años, en el Monumental de River Plate, previo al clásico River- Boca, en marzo de 1972. Dos meses después “El mortero de Rufino” fallecía en Buenos Aires el 22 de mayo de 1972. Recomendamos escuchar la entrevista de Muñoz en:
https://www.youtube.com/watch?v=6NwhR9OohcI
Ferreyra se mantuvo unido afectivamente a su ciudad natal a la cual volvía después de cada partido, como se lo permitía su contrato con River. En el cementerio Rufino reposan sus restos.
Igual circunstancia ocurrió con Amadeo Carrizo. Según nos cuenta Ricardo Troncone, quien fuera su yerno, su último deseo era descansar en Rufino definitivamente. En 2014 declaró en entrevista al periodista José Luis Ponsico: «Se están cumpliendo 70 años de mí viaje desde Rufino a la Capital Federal, en tren con una valija pequeña, para la prueba en River; mal no me fue… Me ayudó mucho la fama del gran Bernabé Ferreyra, el «Mortero» de Rufino». https://www.agenciapacourondo.com.ar/la-mano-de-dios/hace-70-anos-viaje-en-tren-desde-rufino-la-prueba-mal-no-me-fue…
El mismo Ponsico, con motivo del deceso de Carrizo, reproduce sus palabras dirigidas a Juan Carlos Guzmán, su excompañero en River, días antes de morir:
“«Me dijo, querido «Juanca» a los 93 años uno lo único que piensa es el ataúd. Tendrás que ir a Rufino. Quiero que me entierren al lado de mí Viejo. » La familia de Amadeo hace actualmente los trámites para que se cumpla su deseo.
Continuará…
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John Cardona Arteaga – Profesor Universidad de Antioquia.
Expresidente Deportivo Independiente Medellín-DIM.
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Medellín, marzo de 2022
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