Capsulas de Carreño

Brasil – Perú. Por Javier Castell López, El Heraldo

Por Javier Castell López

*Esta vez, una inédita, entre el anfitrión, el de los mejores jugadores, el gran favorito, Brasil; y Perú, el sorpresivo finalista.

Desde hace muchos certámenes, mundiales y sudamericanos, Brasil expone su talentoso juego a cuenta gotas, en pequeñas dosis, a veces a través de agraciadas y efectivas acciones colectivas, y otras desde aventuras unipersonales llenas de clase y desequilibrio. Y siempre, en unos y otros, es considerado firme candidato al título.

Esta Copa América no ha sido la excepción. Jugará mañana la final siendo más que sus rivales (no más que Argentina que fue el trámite más equilibrado), pero sin ser superior a los mejores e históricos Brasil.

Sus fortalezas han sido sus defensas, incluido el arquero Allison, responsables del arco inmaculado, el exultante, y quizá mejor jugador de la Copa hasta ahora, Dani Alves; el trabajo silencioso pero eficaz de Casemiro, el manejo del balón de Arthur aún faltándole influencia en los metros finales, y las gambetas y explosivos movimientos de Everton y Gabriel Jesús.

Su mejor versión fue la del segundo tiempo ante Perú, el día del cinco a cero. Tiene puntos bajos como la irregularidad de Coutinho y Firmino, más allá de sus dos goles, y el poco aporte de Filipe y ahora Alex Sandro como laterales en ataque, lejos del mejor Marcelo.

¿Y cuál Perú jugará la Final? Si es el que derrotó a Chile con fútbol y carácter, con agresividad con y sin balón, con posesión y también con salidas rápidas, con concentración defensiva y desequilibrio ofensivo, será un gran rival y aumentará sus posibilidades. El otro, el desorientado y sin actitud de la fase de grupos, el goleado por Brasil, el afortunado por la mala puntería de los uruguayos en cuartos, ese, solo será un convidado.

En el Mundial de 1954, la mejor selección del momento era Hungría. La del gran Ferenc Puskas, el goleador Kocsic y compañía. En la primera fase, humilló a Alemania venciéndola ocho goles a tres. Unos días después, en la Final, los alemanes derrotaron a Hungría tres por dos. No sé si los técnicos y jugadores brasileños y peruanos conocen este hecho de la historia mundialista, quizá no necesiten saberlo para entender que el pasado cinco a cero no debería inferir ni en uno, Brasil, para subestimar, ni en el otro, Perú, para apocarse.

El mítico Maracaná será testigo, una vez más, de una final. Esta vez, una inédita, entre el anfitrión, el de los mejores jugadores, el gran favorito, Brasil; y Perú, el sorpresivo finalista, el meritorio sobreviviente a una goleada lacerante, el que está haciendo historia de la mano de Gareca. Y seremos testigos presenciales de lo que se escriba en el último capítulo de la historia de esta Copa América 2019.

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