Capsulas de Carreño

Bucaramanga pasó del si se puede al si se pudo..

BUCARAMANGA. 🔥 Así festejan Dudamel y el plantel el histórico título en la ciudad de Bucaramanga bajo una marea auriverde. Fuente:  @SVargasOK

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Por Daniel Alberto Espinosa Plata.
Bucaramanga – Hincha.

Y las cigarras de la señora Bucaramanga gritaron campeón, del búcaro brotó una estrella, y en cada santandereano como cohetón de pólvora, estalló ese reprimido clamor de, lo tapó, lo tapó, Aldair lo tapó, y el leopardo rugió, campeón, búcaro campeón.

Hace seis meses nadie soñaba con una noche como la del 15 de Junio de 2024, fue un duro proceso el que inició Rafael Dudamel, el gestor de esta estrella quien volvió una ilusión en un objetivo y se fijó este objetivo hasta volverlo un logro.

Se convenció de que era posible y esparció ese convencimiento en su grupo de jugadores, cuerpo técnico, directivos, hinchada, a todos los bumangueses, a todos los santandereanos, y a medida que pasaban las fechas con sus obras de valla menos vencida, de valla en cero de Quintana, de partidos invictos, de derrumbar fechas en que no se ganaba a otros equipos. con estos hechos convenció a la prensa, esa dura y ácida prensa deportiva bumanguesa de ese objetivo.

A todos los fue uniendo como un conglomerado en un fin común, ser campeones. Dudamel se dio la oportunidad y le dio la oportunidad a muchos de sus jugadores de reivindicarse, de tomar revancha, pues venían de fracasar , de ser desechados de sus equipos anteriores donde militaban, creó en esa colectividad autoestima, compromiso, esperanza , amor propio y sobre todo el coraje del santandereano para afrontar retos.

El coraje por estandarte lo volvió pasión, fe, esfuerzo, sacrificio. En un equipo donde no sobraba la calidad, la complementó con su liderazgo, resiliencia, valentía, entrega, humildad y estrategia. Aplicó los principios estratégicos del Dr. Ochoa, de que los equipos se arman de atrás para adelante, volvió la otrora frágil defensa en un muro, después le fue trabajando el medio campo y luego el ataque.

El Bucaramanga pasó de ser un equipo, al que era difícil hacerle un gol, pero que no hacía goles, a un equipo homogéneo y goleador. Al recibir la oportunidad de este equipo que le abrió las puertas al técnico y sus jugadores, este grupo respondió, retribuyendo a la ciudad con un logro soñado durante 75 años.

Un logro que trasciende lo deportivo, porque este equipo, en seis meses fue cambiando la personalidad derrotista de mucho santandereano, que prefería equipos foráneos, no porque les naciera, sino porque no quería sufrir año tras año la misma derrota, y cambió este sentimiento, en sueño, en ilusión, en fe, en convencimiento, pasó de la posibilidad del si se puede al si se pudo.

Don Américo, nuestro Señor oyó su petición para poder cumplir su promesa de traerle la primera estrella al Bucaramanga. Por ese gran mérito, nuestro estadio ahora se llama José Americo Montanini.

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