- Colombia Femenina Sub 17 empató con Brasil
- Bolillo salió de Águilas Doradas
- Nacional y Millos resucitaron.. (Cápsulas)
- Síntesis Bucaramanga 1 – Águilas 0. / Millonarios 3 – Santa Fe 1
- Nacional. Vaca para clasificar
- Nacional en pos de su dignidad.
- Síntesis Nacional 2 – Jaguares 0. El verde se acerca a los 8
- Bravo y complicado calendario del DIM
- Menú de Liga: dos aplazados, uno adelantado
- «Brasil los potenció y la Selección los disfruta»
¿Cuatro campeonatos locales y una Copa Libertadores?. Por María Victoria Zapata..
- Actualizado: 4 septiembre, 2020
Por Maria Victoria Zapata B.
*O Sudamericana. Todo ello en un lapso de tres años. ¡¡¡… Sorprendente y milagroso…!!!
—
Ese será el objetivo y resultado del proceso que se adelanta actualmente en el Deportivo Independiente Medellín, y la afirmación más categórica de cuantas se hicieron en la rueda de prensa en la que participaron en la tarde anterior Felipe Trujillo, Juan Bernardo “Cunda” Valencia y Jairo Vélez, directivos del cuadro rojo.
Como el tema central de la citada reunión era la explicación pormenorizada del “ambicioso proyecto”, pasaron a segundo plano asuntos trascendentales como la carencia de inversión, la desmembración del equipo, la gravísima crisis institucional en todos sus frentes y el irreversible distanciamiento entre dirigencia y afición Poderosa. Y es justamente por esas fortísimas razones – y algunas más-, por las que el “ambicioso proyecto” con las divisiones menores no deja de ser un embeleco y hasta un chiste de mal gusto para la gran mayoría de hinchas.
Teniendo en cuenta que el DIM es un desorden total en su administración, que desmanteló por completo su equipo campeón de Copa Águila y que, además, preocupa por la extrema liviandad de la nómina con la que asumirá dentro de pocos días la reanudación tanto de Liga como de Libertadores ¿Podemos estar tranquilos con un proyecto que no cuenta con el respaldo y soporte de jugadores verdaderamente experimentados? ¿O nos sentaremos a esperar, serenos y confiados, la llegada de los anunciados cuatro títulos locales y una Copa Libertadores (o Sudamericana) en tres años, que se obtendrán por obra y gracia de una caótica administración, una nula inversión y una muy reducida nómina actual pero que, según el presidente Jairo Vélez, tiene “una columna vertebral fundamentada en 15 o 16 jugadores de experiencia”, y un total de “30 jugadores de los cuales 14 son juveniles, 8 son jugadores experimentados y los 8 restantes son jugadores base? Y a propósito de esa nómina, ¿cuáles son los 15 o 16 jugadores que fundamentan la columna vertebral, cuáles los ocho experimentados y cuales los ocho base? Será todo un reto buscarlos y todo un premio encontrarlos.
¿Y deberemos pensar, también, en un proyecto en que a los primeros signos (o síntomas) de talento, calidad y condiciones, el joven jugador es transferido, a veces por sumas irrisorias, y sin dar tiempo apenas de desarrollar su potencial en el equipo profesional? En la era Raúl Giraldo, son bastante descriptivos algunos casos, el de Alfredo Morelos y Yairo Moreno, algunos de ellos, en los que la ambición económica superó con creces la ambición institucional y a los que se sumarán, no nos quepa la menor duda, los de los juveniles que pasarán al Boca Juniors como parte de un inexplicable convenio entre el DIM y el cuadro argentino.
Así las cosas, ¿Cómo se adelantará, entonces, el citado proyecto o se podrá catalogar como tal lo que al parecer no es otra cosa que un programa de comercialización de las Divisiones Menores con la venta de uno o dos juveniles cada seis meses? Expresado en otros términos, ¿la conversión del DIM en una escuela de fútbol, muy por el estilo del Envigado F.C.?
Porque ningún club, por más ambicioso que sea su proyecto, puede aspirar a cuatro títulos locales y uno internacional en un lapso de tres años sin el sustentáculo de una nómina estable, y con mayor razón si es juvenil, y respaldada por el jugador de experiencia y recorrido suficientes para enfrentar partidos de envergadura, especialmente los internacionales. Y tampoco puede fijar metas tan inmediatas y ambiciosas si no cuenta con una administración cuya organización, inversión y planeación sean tangibles y permitan cimentar un proceso que en el DIM no se vislumbra siquiera.
Si equipos en Colombia con notables escuelas de fútbol como el Deportivo Cali o el Envigado F.C., que no ha sido campeón una sola vez desde su ascenso a primera división en 1991, no lo han conseguido, ¿qué le hace pensar a la incongruente dirigencia roja que con solamente el aporte de sus divisiones inferiores podrá pasar por alto el desgobierno de sus oficinas y obtener dicho logro?
Por citar otro caso bien cercano, el ecuatoriano Independiente del Valle, verdadero paradigma de procesos en los últimos años, diseñó y desarrolló durante diez años una sólida estructura administrativa y de divisiones inferiores que se materializó con una excelente campaña en Copa Libertadores 2016, en la que disputó el título con Atlético Nacional, y fructificó con la conquista de la Copa Sudamericana en el 2019, al vencer en la final al Colón de Argentina. El suyo fue un proceso coherente, sensato y realista, no limitado en el tiempo ni cuantificado en campeonatos nacionales o internacionales imposibles de alcanzar.
Ahora bien. Si miramos la nómina campeona del DIM en Copa Águila 2019, ¿Podemos asegurar, como lo hizo el señor Cunda Valencia, que ese título marcó el punto de partida del anunciado proyecto? De ser así, ¿Por qué razón se desmanteló ese equipo y, entre los jugadores que salieron de él, hubo algunos de las llamadas fuerzas básicas? ¿Cuántos y cuáles jugadores de esas mismas fuerzas básicas fueron relevantes y/o titulares inamovibles no solo durante la fase eliminatoria sino en los partidos decisivos de dicho campeonato? ¿Puede un proyecto serio, responsable y definido, acumular tal cantidad de fiascos en materia de contrataciones y en tan poco tiempo
Finalmente, me parece un irrespeto a la afición tratar de acaramelarla con un proyecto inviable aun a mediano plazo y con unas metas imposibles de alcanzar. Y más imposibles serán, mientras más inconsistencias y embelecos enmarquen la gestión de la actual administración del Deportivo Independiente Medellín, en la que la organización, la inversión, la transparencia, la seriedad y la estabilidad brillan por su ausencia. Será bueno recordarle a esta administración que ya los hinchas rojos NO VIVIMOS DE QUIMERAS y que tampoco creemos en sus historias llenas de fantasía y nada de realidad…. La realidad del DIM es otra y a ella nos enfrentaremos en unos pocos días, cuando en Copa y en Liga nos aplaste una vez más…
[María Victoria Zapata B.]
14 comentarios