*El lateral de 28 años es uno de los pilares de Colombia. Entrevista publicada en el diario argentino La Nación el 28 de junio.
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Daniel Muñoz Mejía es la herramienta con la que Lorenzo incomoda a sus rivales. Es verdad, sobran las cartas ofensivas por la artillería pesada que ostenta: nombres como Jhon Arias (figura en el Fluminense campeón de la última Copa Libertadores ante Boca), James Rodríguez, Luis Díaz, Rafael Santos Borré, entre otros.
Sin embargo, Muñoz es el lateral derecho elegido por el técnico argentino. Al mismo tiempo, no es lateral: si bien no es una novedad en el fútbol, el estilo da su rédito en el seleccionado tricolor y el habitual N°21 es una especie de carrilero dentro de una línea de cuatro defensores.
En su adolescencia, era habitual encontrar a Daniel Muñoz en una de las tribunas populares del estadio Atanasio Girardot. No en cualquiera: alentaba desde la tribuna donde estaban “Los del Sur”, la barra brava del club paisa. Hasta que empezó a preocuparse más por su futuro con la pelota y aceleró por otros lados.
Nacido el 26 de mayo de 1996 (28 años) en el humilde municipio de Amalfi, correspondiente al departamento de Antioquia, sus comienzos en el fútbol se remontan a su mudanza al pueblo de Bello, también perteneciente a la misma ciudad. Más allá de las escuelas infantiles donde pudo desarrollarse, en su vida apareció Envigado: empezó a crecer en el club en el que se formaron jugadores como James o Juan Fernando Quintero, por lo que empezaron a verle futuro.
En especial, un representante que convenció a él y a su familia con la tentación del fútbol exterior, le hizo promesas para jugar en Barcelona: los paseó por México, España e Italia, pero con una razón que nada tenía que ver con el beneficio de insertar a Muñoz en un club importante. “Yo era muy chico y me dejé engañar por una persona. Por ser menor de edad todavía, no tenía un contrato de trabajo. Pasé a tener muchas necesidades durante dos años”, contó alguna vez a los medios de su país. Cuando pudo regresar a Colombia, otra de las declaraciones fue rompiendo su joven cabeza: “Pensé en dejar todo, retirarme. Necesitaba ponerme a trabajar para ayudar a mi familia a recuperar el dinero perdido”.
No obstante, pisar su suelo nuevamente lo activó. Y todo fue una ráfaga. Incorporarse a Total Soccer, un equipo de Medellín, permitió que lo volvieran a ver rápido. Un par de llamadas inmediatas para alertar a las autoridades de Águilas Doradas acerca del jugador que andaba suelto. Allí empezó su carrera: debutó profesionalmente apenas comenzado el 2017, con 20 años, y las vueltas del fútbol quisieron que un semestre después fuera vendido a… Atlético Nacional.
Sueño cumplido, pero vendrían más que en su reinicio como futbolista, quizás, no estaban proyectados. Porque dos años después, apenas 33 encuentros jugados con los colores de los que es hincha y la aparición de la pandemia en 2020 fueron un combo suficiente para pisar suelo belga, tras el pase a Genk. Dentro de las tres temporadas y media en las que estuvo en el club azul, apareció el seleccionado nacional. De repente, del retiro pasó a defender el escudo del club que ama y el de su país.
Todo fue en ascenso. Sobre todo, desde que apareció Lorenzo a cargo del combinado cafetero. Muñoz es un pilar de su ciclo: es el que más minutos jugado desde su asunción (todavía no perdió), jugando 15 de ellos. Y anotando goles de gran talla: al que le hizo a Paraguay, sorprendiendo con su ingreso por el segundo palo y cabeceando certeramente para abrir el exitoso 2-1 en el debut por la Copa América, hay que sumarle su histórica tijera de marzo para vencer 1-0 a España en un amistoso disputado en el estadio Olímpico de Londres.
Su rendimiento tanto con Colombia como en Bélgica (20 goles en su estadía) forjaron el cumplimiento de uno de sus renovados anhelos: “Mi sueño es jugar en Barcelona y en la Premier League”, había dicho cuando estaba a punto de ser transferido por primera vez a Europa. Entonces, en enero de este año apareció Crystal Palace, de Inglaterra, y la comodidad de compartir el plantel junto a su compatriota Jefferson Lerma (el otro goleador ante el conjunto guaraní).
Sueños terminados por una estafa. Sueños renovados por insistir y un evidente talento. Sueños por cumplir. ¿Barcelona? Será su próxima meta. O, a esta altura, lo que el fútbol decida. Daniel Muñoz, de aquel que alentaba con la brava de Nacional a este “carrilero” que hace ilusionar a su nación. (Fuente: La Nación de Argentina).
(Agregado Cápsulas: Anoche (julio 02) Daniel Muñoz presente con el gol del empate ante Brasil).




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