Icono del sitio Capsulas de Carreño

DIM, sin rumbo.

El DIM modelo 2023 no produce más que desazón. No hay estructura  colectiva ni figura  táctica. Foto @Dimayor.com.

===

Por María Victoria Zapata B.
Columnista Cápsulas.

Otra paupérrima  presentación de Deportivo Independiente Medellín y otra derrota, la tercera en línea, en un campeonato del que solo se han jugado cinco fechas y en la que el Equipo del Pueblo no  conoce la victoria.

Y este  decepcionante presente rojo  que,  con  apenas 2 puntos conseguidos (por los empates ante Junior y Santa  Fe), un  deprimente 13.3% de rendimiento y un vergonzoso penúltimo lugar en la tabla de posiciones,-solamente supera al Atlético Huila- muestra un DIM que no responde en la cancha ni el banco, en lo fútbolístico ni en lo anímico.  Un  caótico  y confundido DIM.

Porque, la verdad  es que  a este DIM no se le ve el fútbol,  tampoco combatividad;   el orden táctico no se ve por parte alguna, el juego colectivo brilla por su ausencia  y el trabajo de orientación técnica es una utopía.

 Lo que vemos, a cambio,  es un DIM sin  elaboración ni reacción, con un pronunciado déficit  en sus dos líneas de volantes,  con una estéril posesión del balón,  con  un doble nueve  inoperante, sin gestión por los costados   y con una severa descompensación entre defensa y ataque.

Y vemos, además, un onceno acéfalo, inconexo, sin movilidad, predecible, con escasos o inexistentes disparos al arco (como hoy, ante América)  y carente de sociedades  y de   esquemas  tácticos y estratégicos.

Y también nos desconcierta la dejadez mental del equipo. Duele mucho ver un DIM  despojado de su sentido de pertenencia, de su amor propio, del espíritu de lucha que es inherente  a la competición.  ¿Por qué esa apatía colectiva?

En cuanto al cuerpo técnico del DIM, David González  se muestra  como  un orientador  “desorientado”, valga la redundancia,  nublado como el que más.  La conformación de oncenos titulares,  la lectura de los partidos, las sustituciones, el miedo a asumir riesgos en materia de ataque  y la búsqueda de alternativas son, generalmente,  objeto de severos cuestionamientos al entrenador  jornada a jornada.

En conclusión, el DIM modelo 2023 no produce más que desazón. No hay estructura  colectiva ni figura  táctica. El equipo se ve cada vez más  desarticulado y desequilibrado y, lo peor, luce débil en el plano  emocional. Sin  fútbol,  sin alma y sin dirección técnica , el DIM perdió  su rumbo.

No puede ser peor la antesala a la participación roja   en Copa Libertadores.
[María Victoria Zapata B.]

Compartir:
Salir de la versión móvil