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«Duván Vergara ordena a Gustavo Costas meterlo en la cancha y logra la remontada», Marca

*El insólito momento del jugador colombiano que lo atribuye a la ‘»unción de Dios».

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«Gustavo, méteme que voy a entrar.»Gloria a Dios, je. Foto tomada de @RacingClub.

El fútbol argentino, conocido por su pasión y dramatismo sin límites, fue testigo de una de las anécdotas más inusuales y emotivas de la temporada.

Durante un vibrante clásico entre Racing Club y River Plate, la victoria de la ‘Academia’ por 3-2 en un partido de alto voltaje quedó marcada no solo por la remontada épica, sino por un momento de inspiración pura y fe que tuvo como protagonista al extremo colombiano Duván Vergara, quien literalmente le ordenó a su entrenador, Gustavo Costas, que lo dejara entrar al campo.

El golazo de Juanfer y el incendio en el banco

El escenario era el Cilindro de Avellaneda, y la tensión se cortaba con un cuchillo. El partido, correspondiente a la fase final de la Liga Profesional, se desarrollaba con una intensidad frenética. Cerca del minuto 63, el mediocampista colombiano de River, Juan Fernando Quintero, silenció momentáneamente a la afición local con uno de sus característicos golazos. Con un potente zurdazo cruzado desde la medialuna, Quintero puso el marcador 1-2 a favor del ‘Millonario’, sembrando la preocupación en el banquillo de Racing.

Fue en ese instante, en la adversidad, cuando la banca de la ‘Academia’ se convirtió en el epicentro de un fenómeno inexplicable, según relató el propio Duván Vergara en declaraciones posteriores a la prensa.

«Gustavo, méteme que voy a entrar»

Mientras el cuerpo técnico de Gustavo Costas analizaba las opciones para revertir el marcador adverso, Duván Vergara, quien esperaba su oportunidad, sintió una llamada interior que superó cualquier estrategia técnica.

«Hace el gol Juanfer, un golazo, y no sé, como que se me eriza la piel, como que siento un fuego. Yo no soy así. Será la unción de Dios, yo no sé«, relató el jugador, visiblemente conmovido por el recuerdo.

Actuando bajo este impulso, el colombiano se levantó del banco, se puso rápidamente la camiseta de juego y las canilleras, y se dirigió directamente a Costas con una frase que ya se hizo viral en el fútbol sudamericano: «Gustavo, méteme que voy a entrar.»

Vergara confesó que la petición fue completamente espontánea, sin haber sido llamado por el entrenador ni por su asistente. El cuerpo técnico se quedó atónito ante la determinación del extremo. El jugador recordó: «Él no me llamó y le dije: ‘voy a entrar’. Me mira así y le dije que entro. Me cambié y me dijeron que el que anota los papelitos no entendía, porque no le habían dicho nada. Yo le dije ‘voy a entrar’ y entré.»

Ante tal convicción y la urgencia del resultado, Gustavo Costas cedió, permitiendo una sustitución fuera de todo protocolo planificado, confiando en la extraña y poderosa inspiración que movió a su jugador.

El giro de guion y la épica remontada

La entrada de Duván Vergara, impulsada por lo que él mismo calificó como un sentimiento de origen divino, coincidió con la explosión de la garra de Racing. El equipo de Avellaneda, envalentonado y con el ímpetu fresco del colombiano, logró equilibrar la balanza.

El partido se convirtió en una batalla de ida y vuelta. Racing luchó hasta el final y logró el empate, pero el clímax llegó en el tiempo de descuento. En el minuto 90+3, el defensor uruguayo Gastón Martirena selló el épico triunfo con el gol que puso el 3-2 definitivo.
(Fuente: marca.com de España)

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