Capsulas de Carreño

El regreso de Bobadilla: ¿Un golpe de opinión?. Por María Victoria Zapata B.

Masivo y afectuoso recibimiento este viernes (06) para Aldo Bobadilla,  ídolo en uno de los título del DIM. Ahora el reto como técnico no en el mejor momento del equipo. Foto Comunicaciones DIM.

Por María Victoria Zapata B.

*A  los hinchas, solo nos resta arropar  al insigne  Aldo Antonio Bobadilla,  confiar en que su recia personalidad  inyecte energía  y vitalidad a la plantilla de jugadores.

No creo pecar de exagerada si afirmo que la noticia de la vinculación del ex arquero paraguayo y ahora entrenador de fútbol,  Aldo Antonio Bobadilla, nos tomó por sorpresa  a la gran mayoría de hinchas rojos, y por muchos motivos.

Aunque su nombre aparecía en  el abanico de candidatos y los gustos de gran parte de la  afición Poderosa  se inclinaban  hacia  Leonel Álvarez y Hernán Darío Gómez,  el comunicado oficial en el que se nombraba como interino a uno de los asistentes del recientemente cesado cuerpo técnico del DIM,  Lenny Maturana,  daba a entender que la escogencia del entrenador  en propiedad se  aplazaría hasta el año próximo. Por lo menos ese  era, hasta  esta semana,  el “modus operandi” de la dirigencia del DIM  en ese aspecto.

Tan solo 24 horas después, y a través de la prensa  guaraní,  se filtró la noticia de la contratación de Bobadilla por parte de Independiente Medellín. La confirmación  oficial no se hizo esperar,  tampoco las reacciones  por el regreso de uno de los jugadores más queridos por la hinchada roja en los últimos años. Y afloraron, igualmente, dos recuerdos imborrables de uno de los mejores arqueros que ha tenido el DIM en toda su historia: el de su debut, el  23 de septiembre del 2007, en  el juego Equidad 0-DIM 1, en el estadio Metropolitano de Techo, y el de su despedida, en rueda de prensa llevada a efecto el 7 de julio del 2010, en la que, entre lágrimas,  prometió regresar: “Yo sé que voy a volver. Sea como jugador o como otra cosa, pero voy a volver».


Y  cumplió  su promesa…!!!

Aunque  las circunstancias no son las más favorables para el retorno de Bobadilla, es un hecho que, de una u otra forma,  la noticia conmocionó a la familia Poderosa, que esta tarde refrendó  su afecto por el ídolo,  asistió masivamente al  aeropuerto José María Córdova, de Rionegro,  y  lo recibió  con calidez, alegría, esperanza, cánticos y aplausos.

Desconozco los criterios de  su designación  pero es innegable que   para  su contratación  pesaron también  dos  argumentos  emocionales de  gran significado  para la afición,  como son el arraigo  del  ex arquero rojo  con Independiente Medellín  y  el cariño inmenso  que los hinchas  le profesamos. Con dicha vinculación la dirigencia del DIM,  que  se hunde cada vez más en su propia  oscuridad e  improvisación, buscó, afanosa, un salvavidas a   su  extraviada credibilidad. Lanzó la flecha  directo al corazón del hincha…

No obstante lo anterior, tampoco  se puede desconocer  que la llegada del nuevo orientador  del DIM genera  interrogantes. ¿Era el momento de hacerlo? ¿Es el técnico indicado?

Ese juez infalible que es el tiempo nos dará las respuestas. De él  conocemos  al excelente arquero,  al capitán rojo que  recibió el trofeo de campeón el 20 de diciembre del 2009, al  adalid en el terreno de juego, al Aldo  Bobadilla que escribió su nombre con letra de estilo en la historia del Deportivo Independiente Medellín.  Y sabemos, así mismo, que inició su carrera como director técnico hace poco más de seis años, en su natal Paraguay.  Lo demás es  un enigma que solo podremos resolver una vez tome las riendas del equipo.

Por ello, descalificarlo por su falta de palmarés es prematuro. La historia roja nos enseñó  que los entrenadores que le entregaron los últimos cuatro títulos al DIM (Víctor Luna, Pedro Sarmiento y Leonel Álvarez)  no lo tenían  como directores técnicos  en sus carpetas de presentación cuando se sentaron en el banco rojo y, por diversas razones,  las circunstancias tampoco eran las más favorables para ninguno de ellos al momento de  asumir como   adiestradores  en  propiedad.  En cambio Juan José Pizzuti, quien arribó  en 1975 acompañado de una rutilante hoja de vida con Racing Club,  con título intercontinental incluido, decepcionó totalmente  como director técnico de DIM.

Considero que el reto que el ex arquero rojo tiene ante sí  trasciende sus títulos o falta de ellos como entrenador. Aldo Bobadilla debe darle un viraje de 180°  a la gestión  del director técnico en el Equipo del Pueblo,  pintada de fracasos en los últimos años. Hoy en el DIM se  dificulta la labor de cualquier técnico, experimentado o no. Mientras no haya  norte administrativo y  se carezca de herramientas y autonomía tanto para llevar a cabo un verdadero proceso como para tomar las decisiones inherentes a su cargo, su labor será más que quijotesca.

Bobadilla tiene a su favor  la empatía con la afición y el sentido de pertenencia por el DIM lo mismo que su  carácter, temperamento  y liderazgo, que pueden ser fundamentales en su labor de camerino.  No en vano fue el capitán rojo  Y  tiene en contra la incapacidad de una dirigencia, la  displicencia de la  casi totalidad de jugadores y el  desequilibrio de una nómina que adolece de una zaga segura y confiable  y presenta, además, vacíos en algunos de sus sectores.

Por lo pronto, a  los hinchas, solo nos resta arropar  al insigne  Aldo Antonio Bobadilla,  confiar en que su recia personalidad  inyecte energía  y vitalidad a la plantilla de jugadores  y  desearle  muchos, muchísimos  éxitos en   en su  difícil tarea como  director técnico del DIM.
[María Victoria Zapata B.]

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