Capsulas de Carreño

Época del sobreanálisis. Por Alexis García Vega

Por Alexis García Vega

*Lo que no se puede desconocer es el protagonismo de la inventiva del personaje, que interpreta su sentir con un balón en sus pies..

Dicen que el entrenador Jurgüen Klopp, estupendo técnico del Liverpool, contrató a un entrenador de saques de banda Danés, llamado: Tomhas Gronnemark, quien ha detectado 25 formas a  la hora de analizar un saque lateral.

Esto sin contar los entrenadores de arqueros, los entrenadores de línea defensiva, línea de mediocampo y delanteros, analistas de video, encargados de grabar los juego propios y los de los rivales, analistas de desempeño, scouts, camarógrafos, sicólogos, etc, etc, muchos más ayudantes que jugadores de la plantilla.

Lo que nos pone a reflexionar, si estamos sobredimensionando el análisis del fútbol, un juego elemental que en realidad se aprende jugando.

Ahora con la llegada del VAR y la tecnología, hemos ido desarmando por partes este bello deporte, como si con una llave se pudieran aflojar las tuercas para separar cada una de sus partes para poderlo explicar.

Hay genios del comentario, que con sus análisis pretenden presentarlo como una ciencia difícil de entender, otros piensan que hablar bien de fútbol es saber de este deporte y otros creen que simplemente porque lo jugaron ya conocen todos sus secretos.

Hay gente que opina del  porqué un equipo juega mal y hasta juzgan a sus entrenadores, cuando la real ciencia de este tema, es saber qué se puede hacer para jugar mejor.

Indudablemente es difícil alcanzar el fútbol desde la razón.

Por el afán de individualizar el éxito y el fracaso, divinizan la labor de los entrenadores y  satanizan la de los jugadores, especialmente cuando las cosas no salen bien.

Los avances tecnológicos y la preparación desde estos métodos, permiten crear un juego más predecible y pueda que más justo, pero lo que no se puede desconocer es el protagonismo de la inventiva del personaje, que interpreta su sentir con un balón en sus pies, que al final nos permite una gran satisfacción, un disfrute, porque son capaces de hacer con sus guayos lo que la mayoría no es capaz de hacer ni con sus manos.

Compartir:

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *