Capsulas de Carreño

Jugar en equipo o jugar sin equipos. Por José Acosta Bedoya

Por José Acosta Bedoya.

 

*“Lo importante no es el precio sino el valor de las cosas…..sólo lo barato se compra con dinero”.

La telenovella que se está generando al interior de una entidad que viene de tumbo en tumbo, de escándalo en escándalo y de un intrincado esquema de corrupción, ha marcado ya el punto de inflexión y ha desnudado todos los intereses mezquinos que tienen todos y cada uno de los clubes que conforman la Dimayor.

A partir del periodo que comenzara en julio de 2018, el señor Jorge Enrique Vélez fue respaldado por 24 clubes y Carlos Mario Zuluaga, su contrincante,  por los 12 restantes. “Antes de comenzar con la programación, el quórum en totalidad le expresó su máximo apoyo al presidente de la Federación Colombiana de Fútbol Ramón Jesurun Franco y a los integrantes del comité ejecutivo, en relación con la investigación de la boletería en los partidos de la Selección Colombia, que inició la Superintendencia de Industria y Comercio” (Capital, sistema de comunicación pública, Jorge Enrique Vélez, nuevo presidente de la Dimayor. Julio 31 de 2018).

Como se aprecia, a partir de la designación de Vélez como presidente de la entidad, se dio también un espaldarazo al presidente de la Federación, lo que evidencia un espíritu de colaboración y trabajo en equipo con el fin de defender marrullas y triquiñuelas para “gestionar” recursos propios.

Viene luego todo el proceso de repartición de derechos de tv y proyectos fracasados de televisión cerrada, derechos y proyectos que fueron aprobados por los 36 clubes asociados y que, además de ser mal gestionados, fueron mal repartidos, incluso con la anuencia de los mismos socios.

A la fecha, y a partir de estos antecedentes, todo el “trabajo en equipo” que venía jalonando y tapando las falencias de su presidente y su nefasta gestión, se viene abajo cuando por la pandemia hubo de pararse toda la operatividad del fútbol y por ende se convirtió en un factor detonante de malos manejos y manejos amañados aprobados, lo que tiene necesariamente  que converger a que se formen bandos que apoyan al presidente unos, que quieren que se vaya, otros, y que hasta se habla de formar un campeonato alterno con los clubes que apoyan a Vélez y dejar de lado a los que no lo apoyan, tildándolos de parásitos.

Se evidencia con todo esto, que el problema es netamente económico y el interés de volver al campo está ligado directamente a no dejar de percibir unos ingresos, que si bien es cierto son importantes, representan es el compromiso de presentar un equipo para acceder a estos dineros y no el sentir de la afición (base de la generación de recursos), de tener un fútbol de categoría, reemplazado por el fútbol mediocre que venimos jugando hace ya muchos años. Como dicen en muchas partes: por plata se han acabado hasta familias enteras.

Esa es hoy la realidad de nuestro fútbol y de las entidades que lo rigen. Entidades anacrónicas e ineficientes al igual que los clubes que la conforman.

¿Será entonces que tendremos dos campeonatos? ¿Será que se tienen que ir los que se tengan que ir? ¿Será que seguirán sugiriendo personajes de la vida empresarial y de la vida política sin conocimientos del deporte fútbol o ex jugadores muy buenos que no tienen ni idea de administración y gestión deportiva?, ¿o personajes de la misma e ineficiente entidad?

Está más que comprobado que los cambios deben ser estructurales tanto en la Dimayor como en los clubes profesionales, pues el camino es definir organizaciones con un modelo de gestión que generen un buen producto fútbol que será la base de la generación de recursos económicos a partir de unos buenos resultados deportivos y que el ente que rige el deporte, sea gestionado bajo esa misma visión.

Cuando se gestiona eficientemente un buen producto, dicha gestión está encaminada a estudiar propuestas de patrocinio y no a presentar propuestas a los patrocinadores.

“Lo importante no es el precio sino el valor de las cosas…..sólo lo barato se compra con dinero”.

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