Capsulas de Carreño

La 17, la del Arriero de Osvaldo Juan

La Zubeldiana en Ibagué el domingo 26 de junio de 2022 para gol de título, estrella 17. Órdenes bien cumplidas. Foto bajada de Twitter.

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Por Felipe Gómez.
Médico, hincha de Nacional.

 

Curti no fue capaz con el barco que le había dejado López Fretes. El paraguayo había sacado a Nacional campeón después de diez y nueve años y además una temporada después en el setenta y cuatro sería el subcampeón  detrás del Cali.

Ambos habían terminado en el grupo  colombo-brasilero  con el Cruzeiro y del Vasco da Gama, perdiendo  el pulso con el azul y blanco que el mismo Nacional de la mano y las argucias de Campaz,  había derrotado en el propio Mineirao, luego de bailarlos como gatitos indefensos y humillarlos con un alevoso taco que magnificó la hazaña del verde.

Allí  después de ese partido comenzó la debacle pues la Macumba (maldición de la torcida)  y la revancha tomada por el  doloroso baile  con que finalizó el partido, comenzó a erosionar el bote que progresivamente se fue llenando de agua y maldiciones, terminando en un naufragio que ni el mismo capitán Miguel Ángel López ni Eduardo Andrés Maglioni, encopetados refuerzos del año setenta y cinco,  pudieron controlar.

El presidente de entonces Hernán Botero se reunió con el zaguero zurdo y desesperadamente le pidió un técnico para volver a llevar a Nacional al entonces grupo A, ya que incómodamente se había quedado en el puesto doce de catorce, puesto inmerecido para un rey que apenas vislumbraba sus  jerarquías. Vaya tráigase lo que pueda, o mejor, al mejor de todos, así valga lo que valga,  así tenga que vender este hotel Nutibara.

Osvaldo Juan Zubeldía dejó su legado en Medellín vestido de verde. Foto tomada de @datosnacional.

El zurdo se fue para Buenos Aires, rebujó la encomienda y  después de caminar  se encontró  con el marino que necesitaba  el navío y de una vez se lo trajo.  Para el segundo semestre del año 76, el maestro Osvaldo Juan Zubeldia tomo posesión del naufragio y después de izar velas  se encontró con un viento pobre y desafortunado en resultados  y motivación  que lo obligó a repensar la situación ya que a pesar de tener la mejor nómina y excelentes jugadores, nada que podía navegar.

El arranque de ese torneo finalización fue lánguido, el equipo seguía perdiendo a pesar de que el maestro comenzó a  implementar practicas novedosas, doble entreno y disciplina, tácticas y contra tácticas. Extrañado Zubeldia fue donde  Botero y lo confrontó. Mire, no entiendo, son jugadorazos y no nos sale media, que pasa aquí. El le dijo, yo pago puntual, tampoco sé maestro pero desde  que le ganamos al Cruzeiro  en el Brasil, Nacional no volvió a ganar.

Traiga un brujo que esto es maldición de la Macumba  le dijo Zubeldia, y  así  fue. Luego de un partido en Santa Marta, el equipo por recomendación del exorcista fue bañado en el  Caribe colombiano y solo  dejó de ganar el  20 de Diciembre cuando en el partido final con goles de Jorge Ortiz y Eduardo Vilarete, sellaron la 3ra estrella verde.

Hernán Darío Herrera, de ayer a hoy. Campeón como jugador y ahora como técnico.

Para el 77 el maestro comenzó a contar con las inferiores y llevó de la mano a un arriero de Angelópolis que dejó la vaca (Aurora) que ordeñaba en el potrero y sin temor alguno se puso la diez a rayas verdes y blancas.  A nadie quiso tanto el maestro  como a su arriero.  Zubeldía cambió el fútbol de Colombia y  el de Nacional, y desde ese entonces lo comprometió a presentir su grandeza.

El maestro  entre otras cosas interesantes como jugar al fuera de lugar, potenciar  marcadores de punta como laterales, tener siempre un barredor detrás del stopper, tener un cinco de manejo, implementó la Zubeldiana que muchos goles entregó al Nacional de ese entonces.

La jugada de laboratorio implementada por él consistía en lo siguiente. El jugador encargado del tiro de esquina cobraba al primer palo a media altura donde llegaba un receptor que de pibote enviaba  de cabeza hacia atrás la pelota para que el centro delantero en segundo cabezazo  la empujara a la red.  Villarete  en el 76 se cansó de meterla.

Creo sin lugar a equivocarme que esta estrella diez y siete se la entregó el maestro desde el cielo al equipo donde fue campeón por ultima vez. Los astros y los números no mentirían. Hasta el momento todo mundo se pregunta cómo y porqué Nacional fue el campeón, muchos de los periodistas se rasgan las entendederas de cómo se apearon los favoritos, Tolima, Junior, Millonarios y el mismo Medellín.

Para Osvaldo Zubeldía, Hernán Darío Herrera fue de los discípulos aventajados. Foto tomada de @datosnacional.

Aquí están las coincidencias. Zubeldia nació el 24 de Junio, mismo día de la muerte de Gardel y del  primer juego de la final que gana 3 a 1 el verde paisa. Murió un 17 de enero de 1982, hace cuarenta años,  siendo campeón con el verde y presto a comenzar la copa libertadores de América de ese año.

Sobre el tiempo de reposición el número diez y siete, Yeison Guzmán va por la pelota  y cobra al primer palo, Turro Olivera, número dos, el único compatriota del maestro viene desde la defensa y cabecea hacia atrás  haciendo la perfecta Zubeldiana, la cual desde tiempos del maestro no utilizaba Nacional y no cobraba el respectivo éxito, por último para ajustar el veinte y siete  de la jugada, el último cambio del partido del Arriero de Angelópolis, Jarlan Barrera número siete, que había entrado por el veinte y siete, que suma nueve de dos más siete y que es nueve más cero o noventa,  Sebastián Gómez, entrega la estrella 17 , del Atlético Nacional.

No eran las  17 estrellas alineadas querido Arriero, eran las órdenes que bien cumpliste del maestro Osvaldo Juan.

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3 comentarios

  1. Mario Velásquez S.

    1 julio, 2022 at 10:55 am

    POR LA CRÓNICA DEL DOCTOR LUIS FELIPE
    Gracias doctor Luis Felipe. Creo que puedo echar mano de algunas notas para incluirlas en mi escrito «El fútbol a través de los recuerdos». ¿Habrá algún problema.
    ¡Excelente recordación! Cordial saludo,
    Mario Velásquez Sierra

    Hincha de Atlético Nacional
    Medellín

  2. Victor H Restrepo Tapias.

    30 junio, 2022 at 8:21 pm

    POR LA COLUMNA DEL DR. GÓMEZ
    Gracias Dr Gómez por su columna, que maravillosa evocación y con fotos del otrora semanario «Nuevo Estadio» mi ùnica fuente de esa época para conocer los jugadores; puedo contar que solo pude ver por televisión los títulos del año 81 para acá.

    De los que más he disfrutado son los del año 81, 91 y 99 por ser ante América, mas este último por tanta sequía y por que añoraba por mi admiración como jugador al profe Herrera.

    Saliendo de la euforia y de la alegría del título, imagino y creo que libres de tanta presión espero que el nuevo D.T Herrera graduado con honores, empiece a mejorar un poco el no perder los primeros tiempos, no confiarse demasiado en recomponer los segundos tiempos y que por favor traigan otro atacante que alterne con Duque y este chico Ruyeri Blanco. Ahora si me apresuran, puedo decir que con este método último con el que se fue campeón sigue dando resultado no me disgusta, si de satisfacciones venideras se trata, aceptarlo.

    Hay cositas por mejorar, con compromiso y disposición de los jugadores se puede mejorar, aunque los que no querían que Nacional fuera campeón se pegaron de una traición del ADN del equipo y tener de que hablar.
    Víctor H. Restrepo Tapias

    Hincha de Nacional
    Cali.

  3. Jorge Alberto Cadavid M

    30 junio, 2022 at 6:57 pm

    POR LA CRÓNICA DEL DR. FELIPE GÓMEZ
    Grandes reminiscencias, grandes historias, que se cruzan en la vida de dos grandes del Verde, Zubeldia- Herrera y que alegran con la 17 estrellas a 11 millones de hinchas Verdes en Colombia.
    Gracias Dr Gómez.
    Jorge Alberto Cadavid M.

    Hincha de Nacional
    Envigado

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