Capsulas de Carreño

«La Chancha», un «10 que no se olvida

Jorge Hugo Fernández llegó a Nacional en 1970 recomendado por el técnico argentino José Curti (fallecido). 

*Hinchas del fútbol en Medellín, en especial de la época de los 70, aseguran que es el mejor 10 que ha pasado por Atlético Nacional. Está en el top de extranjeros crack que han jugado en nuestro fútbol.


Por Carlos Norbey Agudelo, hincha.

Jorge Hugo se llama, lo apodan «La Chancha» de apellido Fernández. Un jugador que llegó a comienzos del año 70, sin mucho nombre, a un equipo que, por esa época, llevaba 16 temporadas sin título. No ganaba desde aquella primera estrella en 1954 de la mano de Fernando Paternóster.

señor Hernán Botero, máximo accionista del equipo verde, iniciando la década de los 70, tuvo un asesor argentino quien le recomendaba jugadores. Ese consultor fue el director técnico José Curti, quien conocía a la Chancha, había estado en las inferiores de Chacarita por recomendación de su propio hermano que jugaba allí. Solo estuvo un año en el equipo funebrero, no pudo volver a entrenar, debido a que su hermano salió de este club y no tenía quien lo llevara a las prácticas.

Llegó a las reservas de River, después Atlanta logró tenerlo en su escuadra en 1962. Boca Juniors se interesó en él, pasó al club Xeneize en 1968 y logró salir campeón en el torneo de reservas. regresó a Atlanta en 1969 por pedido del director técnico Conde. Le llegó la oferta para viajar a la ciudad de Medellín a vestir los colores verde y blanco del equipo antioqueño. Lo consultó con su señora Beatriz, ya que él no conocía Colombia y debía viajar con su esposa y dos hijas, Patricia la mayor y Sabrina.

POR REFERENCIAS

«La Chancha»  empezó en las inferiores de Chacarita, luego reservas de River, Atlanta, Boca.

Hubo un exfutbolista verdolaga que le dio las mejores recomendaciones a Jorge Hugo, sobre lo que era la ciudad de Medellín.  Este jugador había estado en Nacional durante cuatro años. Eduardo Balassanian estuvo en el conjunto paisa entre 1963 y 1966. Ya con las referencias sobre la ciudad paisa, Fernández dio el sí al señor Hernán Botero Moreno.

En los comienzos de los 70, Atlético Nacional era un equipo modesto. En sus 23 años de existencia, sólo había logrado un título en 1954 y dos subtítulos, uno en 1955 y el otro en 1965. Jorge Hugo debutó con los verdolagas el 5 de abril de 1970, enfrentado a los de la Perla del Otún. Aquella tarde fue excelente para la Chancha puesto que marcó gol en su debut, marcador Atlético Nacional 3 – Deportivo Pereira 2.

Ese 1970 fue un pésimo año para los verdes, comenzó bien el equipo, la hinchada se ilusionaba con la forma de jugar del onceno paisa pero en el torneo finalización sufrió un bache y en la cuarta fecha llegó una derrota que parecía una maldición de nunca acabar por cuanto duró 18 partidos sin conocer la victoria.

CON EL TÉCNICO CURTI

Salió el entrenador Cobo Zuluaga, reemplazado por José Curti, quien era el asesor de Botero Moreno en cuanto a contrataciones. Fue así como llegaron para el año de 1971, Raúl Navarro, Tito Manuel Gómez y Oscar Calics. Ellos llegaban a reforzar el cuadro verde.

Las cosas fueron excelentes en 1971, hubo necesidad de un tercer partido para saber quien era el campeón, se pierde ante independiente Santa Fe, a pesar de ello, se hablaba de ese Nacional de José Curti. El inmensurable Chancha Fernández, su calidad deleitaba a los hinchas del fútbol, independientemente del equipo del que fueran hinchas. Apodado así por un periodista argentino que lo comparaba físicamente con Vicente “Capote” de la Mata, jugador fornido físicamente, lo llevó a recibir este remoquete.

Hubiese sido injusto el fútbol con Jorge Hugo Fernández si no hubiera conseguido un título con Atlético Nacional, y fue el 16 de diciembre de 1973 en la ciudad de Cali, en el barrio San Fernando, en el mismísimo Pascual Guerrero, los verdes paisas alzaron la copa, la segunda estrella volvió a brillar en lo más alto de la cúspide verdolaga. Por la mínima diferencia se ganó a los azucareros con un tiro de Hugo Horacio Lóndero que el defensa Alberto Cardacci le cambió la trayectoria y la envió al fondo de la red.

Para la «Chancha», su mayor orgullo fue haber participado de esa jugada puesto que él le hizo el pase a Lóndero, que terminó con el gol del título. Jorge Hugo después de esa conquista, viajó a su tierra, tomó la determinación de retirarse del fútbol antes de sus 32 años. Aún había mucho fútbol por dar a los amantes de este deporte, pero por situaciones familiares, no quiso seguir compitiendo, en especial, por la muerte de su padre Gregorio Eusebio, que falleció el 8 de noviembre de 1973.

Era tanto el profesionalismo de Fernández que el señor Hernán Botero lo autorizó para no jugar la fecha que se cruzaba con la muerte de su progenitor; éste no quiso dejar de jugar, lo quería dar todo en memoria de su padre y fue más emotivo ese momento, puesto que para él fue algo que jamás olvidará, cuando hicieron el minuto de silencio en honor a don Gregorio su padre, no paró de llorar y aun hoy llora recordándolo.


UNA HIJA ANTIOQUEÑA

Siempre lleva gratitud con la gente de Colombia en especial con los paisas que siempre lo acogieron desde el primer día que llegó a la ciudad. Pasados 48 años, aún recuerda a sus compañeros, a Navarro, Tito, Calics, Lóndero que eran sus compatriotas, a los compañeros como Maturana, los hermanos Campaz, a Santa, Tamayo, Hurtado, Jorge Ortiz y el panadero Abel Álvarez.

Tiene una memoria envidiable, recuerda su debut y el gol que marcó aquel día, el primero de 45 goles que hizo en 159 partidos jugados con Nacional, buena cantidad de anotaciones para un volante de creación. A los tres equipos que más goles les marcó fueron Magdalena siete, Pereira seis y Cúcuta cinco, cifras del paso de Jorge Hugo Fernández por el Atlético Nacional.

En su corazón se llevó de la ciudad de Medellín,a toda la hinchada verde que nunca olvida y más aún, cuando en la eterna primavera nació su tercera hija, Laura, una paisa criada en Parque Avellaneda, lugar donde residen. Ese vínculo entre su familia y la capital antioqueña será de por vida. De niño le encantaba leer revistas deportivas y soñaba algún día tener una parada de diarios como él lo denomina: Sueño cumplido después de llegar a su país al retirarse de Atlético Nacional.

Hoy mantiene su parada en el parque Chacabuco, desde hace 47 años. Recién retirado, José Curti lo abordó para que jugara en su equipo, en el Club de los Andes que participaba en la primera B de Argentina, aceptó ir a entrenar, pero por el trajín con su nuevo trabajo no se sentía capaz de cumplir en las dos labores, ya que se levantaba a la 3:30 a.m. para ir a repartir el diario sagradamente, ya que todos los días lo hacía. Llegaba a su casa al mediodía, almorzaba y a las 3 de la tarde José Curti lo recogía en su carro para ir al entrenamiento, pero no aguantó ese ajetreo y le dijo a su entrenador que definitivamente se retiraba del fútbol.

Valora el cómo a su puesto de revistas llegan hinchas de Atlético Nacional a pedirle un autógrafo o una foto. Cada vez se sorprende más con esas demostraciones de cariño de la hinchada verdolaga. Dice que cuando visitó la ciudad de Medellín, en la celebración de los 70 años del equipo verde, llegaron al hotel, algunas personas a verlo y expresarle mucho afecto. Fue muy emotivo este viaje al llevar a su hija a conocer la ciudad y la clínica donde ella nació, un momento lindo para los dos.

El Nacional 70 con Gerardo Moncada, Javier Tamayo, Leonidas Hurtado, Abel Álvarez, Teófilo Campaz, Oscar Calcis, Tito Gómez, Raúl Navarro, Jorge Hugo Fernández, Pelé, Gustavo Santa. Foto archivo El Colombiano.


ANÉCDOTA PELÉ-BOTERO MORENO

En sus anécdotas, recuerda alguna con Hernán Botero, en una de las visitas del Santos de Pelé a la ciudad de Medellín. El astro del fútbol brasileño, lo invitó al hotel donde estaba hospedado y le propuso jugar a su lado en el Santos, para él fue un honor esa petición y más al pedírselo él mismo Pelé, la Chancha le respondió que debían hablar con los dueños de su pase, el cual pertenecía al Atlético Nacional y argumentó que debía respetar el contrato que tenía con los verdolagas.

Jorge Hugo se lo hizo saber a Botero, este no le creyó, pensaba que era una manera de la «Chancha» presionar para un aumento en su salario, al recordarlo, le causa risas puesto que Hernán Botero luego se dio cuenta que era real esa petición del Santos. El negocio que nunca se hizo, Pelé tuvo algunos problemas con su entrenador y las cosas tomaron otro rumbo en el equipo Albinegro. Fernández saca a relucir esta anécdota para contar que nunca obró de mala fe, que siempre fue con la verdad y que eso lo aprendió de sus padres.

Nunca le nació ser director técnico. Dice que su temperamento no se lo permitió. Recuerda que le pidió al entrenador Cobo Zuluaga, que lo dejara hablar con el grupo antes de su debut y les expresó que si en algún momento los puteaba no lo tomaran a mal, que era en lo futbolístico y no en lo personal.  No lo tomen como un insulto les dijo, su carácter lo podía llevar a decirles una mala palabra, sus compañeros lo comprendieron y meses más tarde, le dijeron que cuando quisiera los puteara, ya que vieron lo que él era y transmitía en la cancha.

Esa garra y sentido de pertenencia que caracteriza a los argentinos, la tenía la «Chancha»  dice que tuvo pocas penumbras. Para él fue muy triste las dos lesiones que tuvo en 1972 y casualmente el equipo bajó su nivel,  Jorge Hugo era el eje del equipo. Cuando perdía un partido, no salía de su casa hasta el martes que regresaba al entrenamiento, le dolía mucho perder, como le dolió el título que perdió en 1971 a pesar de que el equipo verde estaba en construcción.

 

POCO AMIGO DE LA NOCHE

Siempre fue un gran profesional; desde niño luchó por su sueño de ser un jugador profesional, rechazaba a su grupito de amigos del barrio, al no aceptar salir con ellos en la noche, siempre tuvo presente lo que quería y por ello se cuidó para poder hacerlo realidad.

Cada que suena el teléfono fijo de su hogar y la llamada es de Medellín, hay alegría en su casa, festejan como si fuera una fiesta de quince, así lo expresa él. Sus nietos se sorprenden del cariño que le denotan a su abuelo, a pesar de que hayan pasado tantos años de haber jugado con Atlético Nacional.

Él no se cansa de expresar la gratitud que tiene con el equipo verdolaga. Conserva la camiseta del Santos que le regaló Pelé al lado de la casaca con la que salió campeón en 1973. Como un tesoro guarda un disco sencillo, el famoso tango dedicado al Atlético Nacional, escrito por Eliseo Marchese. Se sienta al pie de su radiola y lo escucha, siempre se pone nostálgico y en especial cuando escucha, “Edificando paredes van Fernández y Tamayo, junto con Santa y Hurtado para llegar hasta el gol, y de la mano de Curti vienen todos los domingos, para que la fiel hinchada anime al nuevo campeón”. Su esposa Beatriz e hijas guardan en lo más profundo de su corazón, la gratitud por las muestras de cariño hacia Jorge Hugo “La Chancha” Fernández.

Nació el 24 de febrero de 1942, tiene 79 años. Vive con su esposa, su compañera de vida. Papá de tres hijas, seis nietos y tres bisnietos. Goza de buena salud y aun madruga a vender el diario a sus clientes, labor que hace con mucho amor y como dice él “Hasta que Dios me lo permita”.

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4 comentarios

  1. Juan Manuel Uribe

    20 noviembre, 2021 at 5:26 am

    «LA CHANCHA» UN «10» QUE NO SE OLVIDA
    En la maravillosa foto falta identificar a Gilberto Osorio, que está entre Teófilo Campaz y Oscar Calics. Fue el domingo 7 de febrero de 1971, tarde que el Santos de Pelé ganó 3-1. Nacional aplazó la 1a fecha del Apertura vs Santa Fe. Es el comienzo de la transformación del club verdolaga de chico a grande. Y Jorge Hugo fue capital en ello. Carlos Norbey Agudelo ha hecho podcasts muy interesantes de la historia del Atlético Nacional. Qué bueno verlo en CÁPSULAS.
    Juan Manuel Uribe, columnista Cápsulas

  2. Daniel levy

    19 noviembre, 2021 at 9:39 pm

    «LA CHANCHA», UN «10» UE NO SE OLVIDA
    Muy buena nota, en mi opinión con la Chancha Fernández y el dr Botero empezó la grandeza del Nacional; era un espectáculo ver jugar al maestro.
    Daniel Levy

  3. Daniel Restrepo

    19 noviembre, 2021 at 9:31 pm

    «LA CHANCHA», UN «10» QUE NO SE OLVIDA
    Y más pendejo yo, que sabiendo como siento. O más bien, como me ponen estas columnas, y ahí voy a leerlas. Excelentísima columna acompañada de ese testimonio gráfico tan bacano. Muchas gracias!!!
    Daniel Restrepo

  4. Jorge Alberto Cadavid M

    19 noviembre, 2021 at 8:11 pm

    POR LA NOTA CON «LA CHANCHA» FERNÁNDEZ
    Para mi el mejor equipo de Nacional que he visto,la Chancha y Tito y esa pléyades de maestros que los acompañaban eran de ensueño y Nacional ha sido dos veces campeon de la Libertadores, pero para mi ese es el mejor de todos.
    Jorge Alberto Cadavid M., columnista Cápsulas

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