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La Vuelta: de Mirón al Indomable Zipa. Por Pablo Arbeláez Restrepo
- Actualizado: 1 agosto, 2015
Por Pablo Arbeláez Restrepo
Los años echaron al olvido las hazañas de quienes abrieron el indómito camino de la Vuelta a Colombia.
Es el 5 de enero de 1951. 8:10 a.m. y frente a las instalaciones de El Tiempo, en Bogotá, se da la partida a la primera etapa.
Qué costo y qué sacrificios debieron realizar durante varios meses un grupo de entusiastas del pedal liderados por el dirigente de origen inglés Donald W. Raskin, eje de la primera edición, quien en este éxito tendría dos manos derechas, sí: el periodista a quien llamaban Mirón (Jorge Enrique Buitrago) y Efraín Forero Triviño, al que inicialmente le decían Rayado, pero que con el tiempo fue puesto el Indomable Zipa.
Nada de feas y odiosas comparaciones con lo de hoy cuando se llega a la edición 65, pero colosal fue el desafío de quienes realizaron y disputaron la carrera inicial.
Y fue Bogotá, al igual que hoy (domingo), el punto de partida de una aventura inolvidable. De muy larga duración.
Esa primera Vuelta a Colombia tuvo 1.157 kilómetros, y fue dividida en 10 etapas, con la participación de 35 ciclistas, de los cuales solo terminaron 30.
Mirón, quien en ese entonces era el director de la sección deportiva de El Tiempo fue el encargado de dar el banderazo inicial. Honor más que merecido para un hombre que hizo hasta lo imposible para que el periódico capitalino tomara la batuta de la prueba.
Esos esfuerzos ejecutados por Mirón y sus compañeros de aventura, fueron imitados por Efraín Forero (lució la camiseta de la Planta de Soda de Zipaquirá), un fortacho zipaquireño que se lucía en las competencias previas a la primera ronda.
Y Forero fue el ganador de la etapa inicial –contó con el patrocinio de Avianca- que tuvo una duración de 5:42.32, disputada entre la capital de la República y el puerto de Honda, sobre el río Magdalena.
Con los 22 minutos y 30 segundos que le tomó Forero al cundinamarqués Carlos Orejuela, se inició el camino del triunfo para este sereno hombre de ojos azules y triste mirada, quien años después fue el técnico de los primeros equipos de ciclismo femenino del país. “Lo único que me gané en esa primera Vuelta fueron los golpes que me di y los recortes de prensa de los periódicos”, contaría después Forero Triviño.
En buen campo cayeron esas semillas del pedal, cuyo costo fue de 6.500 pesos de la época, para celebrar una competencia, que el rubro mayor correspondió al alojamiento que tuvo un valor de 4.200 pesos en diez hoteles del país del centro occidente del país.
Esta fue la primera Vuelta. La que abrió el camino y la que les mostró a los compatriotas lo diversos que somos en geografía y costumbres.
Y sí, gracias a Raskin, a su equipo del que también hicieron parte Guillermo Pignalosa y Mario Martínez; a Mirón y al Indomable Zipa Forero. Los precursores. Siempre estarán con nosotros en la carretera.
El Zipa Efraín Forero fue famoso en el ciclismo nacional por haber sido el campeón de la primera Vuelta a Colombia. Foto El Colombiano.
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