Capsulas de Carreño

Lillo no nos merece, renuncie. Por Jorge Cadavid Marín

Por Jorge Cadavid Marín

*Si así se presentan ante el DIM, den por hecho que están clasificados.

Su incapacidad marca su paso por el equipo, su pasividad compite con su acelerado verbo, pero la pasividad nos entierra y su verborrea nos confunde.

La conformación del grupo para enfrentar a Tigres da grima, jugar con Palomeque que garantiza un gol pero en contra y Velasco el más resistido por la afición, teniendo a Miller en el banco, Lucumí de marcador , cuando esperamos su gambeta quebrando defensores.

El galimatias de Lillo se complementa con la displicencia de jugadores  en el campo, Elustondo fútbol retro todo para atrás , Valencia corta pero no entrega bien un balón.

Nacional cero profundidad, mucho juego horizontal, no tiene amplitud, no hay inspiración, no hay fútbol y por ello ante un equipo que ya alcanzó su regreso a la B, vuelve a caer, antes le decíamos sarampión, porque no le pegábamos sino a los chicos, pero ya ni con el más chico puede.

Lillo entendió que hicieron un muy buen primer tiempo, pues salió al segundo con las mismas figuras o figurones, solo recordó que debía realizar cambios después de largo rato de juego.

Pareciera que Nacional en sus jugadores tienen claro terminar la participación antes del 10 de Diciembre, pero por la vía de la eliminación y ya esto si es el colmo o será como dice Guillermo Montoya que » están dando pasto «.

Definitivamente este Lillo terminó con la memoria futbolística que fue capaz de establecer Rueda y por ahí derecho terminó confundiendo y desvalorizando lo poco que queda en el grupo de jugadores.

Si así se presentan ante el DIM, den por hecho que están clasificados.

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