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Por Jorge Iván Londoño Maya.
Columnista Cápsulas.

El famoso día del hincha cambió por festival, para darle más significación de fiesta; pues, yo que digo. Y esa celebración, se cerró con otro clásico montañero, el de Nacional, en representación del Valle de Aburrá, y Águilas Doradas, portando el estandarte del Valle de San Nicolás. Ambos equipos con sus uniformes clásicos; eso sí, llama si la atención que la camiseta de Águilas solo exhibe el nombre de un patrocinador.
Una asistencia menor a la esperada, pero igual de importante. Nacional sale al campo de juego del Atanasio, que dentro de poco habrá que decirle señor don Atanasio, cuando le pongan poncho y sombrero paisas, con un cuerpo de atraso. La nómina la conforman lo más granado del verde; y las Águilas, dirigidos por el técnico español Risueño, que no lo es tanto, con algunos suplentes por lesiones.
El árbitro Ospina sopla el pito y comienza a rodar el balón, del que Nacional se adueña. Minuto 11 se salva el arco de Ospina, balón que se pavonea por todo el arco sin que nadie le pare bolas; acto seguido saque de banda a favor de Nacional, balón que llega a Mancilla quien trata de devolverlo a su arquero Fariñez pero sin la potencia necesaria, por lo que le queda a Matehus que simplemente se adelanta unos metros y le hace el pase a Bauzá para que anote el primero. Fina atención de las Águilas a los hinchas verdes en su festival.
En una jugada aislada entre Bauzá y Caballero, sale por lesión el buen jugador de Águilas.
Minuto 23, cobro para Águilas de tiro libre; balón al área, cabezazo que rechaza Ospina en voladora, Águilas lo retoma y va nuevamente al ataque, entra Pineda al área y Campuzano le pega un sutil pisotón de esos de baile de gala, por lo que el árbitro decreta el penal que cobra Obregón con potente disparo, pero el balón pasa por encima del horizontal y cae a la tribuna justo en el paquete de papitas de un aficionado.
Minuto 27 y Morelos comienza su mala suerte con un disparo en el horizontal. Diez minuto más tarde se cobra un tiro de esquina por parte de Águilas, balón que le queda a Pineda para que dispare al arco y entre haciendo gárgaras, era el gol del empate. Celebración con coreografía bailable y palabrotas calibre 9 milímetros.
Fin de la primera parte, que nos muestra a un Nacional con más posesión, con más llegadas pero sin contundencia, a ratos conforme con el uno a cero, necesitando de más goles para mejorar el gol diferencia; con Cardona intrascendente; Marino con ganas, y con la misma curita en su mejilla, que seguramente lo llevará a candidato como obispo auxiliar; Morelos gran luchador, Cándido en lo suyo, y Bauzá en alza.
Se inicia la etapa complementaria, con un señor pase de Cardona a Morelos, este a Marino que elude su marcador, le regresa el pase a Morelos quien es derribado dentro del área, lo que se conjuga como penal. Cobra Cardona potente y arriba y Nacional se monta en el marcador. El gol es dedicado a chewin, la mascota de la familia Cardona que ya no los acompaña, cuya imagen aparece en una camiseta desplegada por el propio jugador.
Siguen más opciones de gol para Morelos, Marino y la más clara de Matehus, que Fariñez, en plan de ganarse el título como el mejor jugador del partido, saca con las puntas de los dedos de la mano izquierda.
Sale Bauzá y entra Marlos, con figura de arrepentimiento; también sale Tesillo para darle paso a Haydar quien reaparece luego de varios meses de incapacidad por la grave lesión; Morelos le da paso a Batista, que definitivamente no muestra justificación para ser de la plantilla verdolaga. Cardona sale aplaudido y entra Rengifo que tuvo dos opciones. Al final Marino le da paso a Batiojá, extremo derecho, quien estuvo más pendiente de acomodarse la pantaloneta que del partido.
Águilas no perdía la ilusión del empate y tuvo buenas llegadas al final, en especial la última cuando ya se habían cumplido los 5 minutos de adición, que Ospina salva con la atajada del partido. Antes de terminar el partido, se mostraron dos tarjetas amarillas, a Tesillo y Cándido, previamente acordadas para ajustar las cinco que serán borradas con sus ausencias en el próximo partido.
Encuentro sufrido; muy diferente a los anteriores de Nacional en los que mostró contundencia para hacer goles, solvencia en el juego y solidez en todas las líneas. Pero lo importante era el triunfo para cerrar con broche de oro el festival del hincha y para recuperar el primer lugar junto con Medellín, que nos supera por mayores goles anotados.
En la próxima y última fecha, además de conocerse los ocho elegidos, se sabrá los dos equipos que alcanzan a ser cabezas de grupo y a tener la ventaja del punto invisible, patrocinado por el mago Copperfield.
A todas estas, Arias extiende su invicto a 11 partidos, con 9 ganados y dos empatados. ¿Será que se repite el cuento de hadas del mexicano Juárez? ¡Quien quita!




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