A Sebastián Arango Botero se le desea lo mejor para al fin volver a recobrar la dignidad del Atlético Nacional. Foto bajada de YouTube.
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Por Jorge Alberto Cadavid.
Columnista Cápsulas.
Sebastián Arango en mayo asumirá las riendas del más grande entre los grandes de Colombia, Atlético Nacional.
Punto a favor, su manifiesto amor, afición desde chico por los colores del Verde.
Punto en contra que no ha sido un hombre de fútbol desde el punto de vista del manejo, del intríngulis de las «mañas » que hay que salvar para sobrevivir en este difícil sector.
Que se espera de él, su autonomía, que no dependa de las imposiciones y enredos de Doña Carolina, AUTONOMÍA para que sea él, el de las decisiones y el de los resultados, claro apoyado en sus juntas de soporte.
Ya en sus manos está ADMINISTRAR.
Para ello, lo primero es la autonomía económica. ¿La OAL si estará dispuesta a invertir en una reingeniería y reestructuración total?
Cancelar contratos de tanto jugador que ya no es y reemplazarlos por verdaderos REFUERZOS tiene un alto costo. ¿Estará dispuesta la OAL a apoyarlo?
Y como lo deportivo es lo MAS importante, Sebastián Arango tiene que ir de la mano de Gustavo Fermani, el director deportivo, quien con Repetto tienen que estructurar la NUEVA nómina para enfrentar el segundo semestre/24.
El gran fracaso del Verde es apoyar sus refuerzos en jugadores » viejos «, en el ocaso de sus carreras, que ya viven del nombre y no de sus condiciones, con altos costos salariales.
Miren dos casos solamente muy recientes, Cristian Zapata y Bernardo Espinosa, la herencia del Sr Escobar.
Fermani con Arango van a ser los artífices de un NUEVO Nacional, en la contratación de una columna vertebral, joven, de recorrido y con condiciones está el punto álgido a solucionar.
Les deseamos lo mejor, para al fin volver a recobrar la dignidad del Verde.
