Capsulas de Carreño

«Oswaldo Contreras, el nuevo refuerzo del periodismo celestial»

*Néstor González, el compañero de fórmula de Oswaldo Contreras, quien falleció el pasado lunes a causa del Covid-19, le rindió un homenaje a su amigo y colega por más de una década. (Crónica tomada del diario Vanguardia de Bucaramanga) 
Alguna vez me contó que nació prematuro, en una época donde la tecnología para el cuidado de los bebés no es la de ahora, y que según le contaron sus queridos padres (Ana Josefa Sabogal y Juan de la Cruz Contreras), tuvo muchas dificultades para sobrevivir.

Porque en Ángel Oswaldo Contreras Sabogal, dos veces ganador del Premio de Periodismo Luis Enrique Figueroa, primero encontré a un gran ser humano, lleno de los principios y valores que tanto escasean en esta época, y después encontré a un maestro paciente para enseñarle a un recién graduado de la facultad de comunicación social de que el periodismo deportivo no gira alrededor del fútbol y existen otras disciplinas que merecen la atención.

Encontré a un apasionado como pocos del periodismo deportivo, que se involucraba al 100% con el desarrollo de una noticia, como con las gestas de los atletas santandereanos, llámese Moisés Fuentes, Hernán Buenahora, Károl González, Víctor Hugo Peña, Yoreli Rincón, Luis Gabriel Rey, María José Uribe y muchos más, que provocaron las mejores letras de Oswaldo.

Encontré al periodista deportivo más polivalente de los que me crucé, pues tenía el conocimiento y la autoridad para sentarse a hablar o escribir de cualquier actividad deportiva.

Encontré a un trabajador incansable, capaz de echarse al hombro, sin queja alguna, la separata deportiva de los lunes, que tenía seis páginas.

Y aunque tenía la experiencia y el conocimiento de pocos, jamás hizo alarde de eso y manejaba un bajo perfil; precisamente, cuando nuestro compañero y amigo de ‘Tribuna Deportiva’, Sergio Bustos, lo bautizó la ‘Biblia del ciclismo’, porque realmente se las sabía todas en su deporte preferido, insistía en que simplemente era un “versículo pequeñito”.

Siempre me correspondió hacer notas, crónicas o reportajes de las proezas de los deportistas de la región, pero en esta oportunidad quien merece todo el reconocimiento es un periodista, que con su profesionalismo aportó para que el deporte santandereano fuera mejor.

Porque siempre estuvo al tanto de lo que ocurría con los deportistas de la ‘Tierra del Cañón del Chicamocha’, que competían en cualquier rincón del planeta, para que los demás conocieran de sus hazañas.

Cubrió miles de eventos e informaciones con el mayor profesionalismo y una pasión que contagiaba. También estuvo atento para escuchar las necesidades de los atletas, para ser la voz de quienes no tenían voz, cuando, por ejemplo, faltaban los recursos para una competencia o se cometían injusticias.

En el plano humano, tenía una nobleza abrumadora y los adjetivos para definirlo quedan cortos. Queda un vacío enorme en la redacción, en quienes iban con la excusa de un café, pero el verdadero motivo era compartir con un gran ser humano; atento a ayudar, a ponerse en los zapatos del otro sin juzgar, de buen ánimo y con una sonrisa a flor de piel.

Será difícil acostumbrarse a no escuchar el sonido de las teclas del computador, que solía golpear con firmeza cuando escribía; será difícil no tener a quien consultar sobre cualquier tema de deportes o de la vida misma, será difícil no tener con quien dialogar y aprender de ciclismo; será difícil no tener al amigo de luchas, con quien en el último tiempo nos unimos más, y afrontamos todo como si se tratara de una competencia de ciclismo, en la pedaleábamos juntos por el mismo fin; si alguno no tenía un buen momento, el otro lo alentaba y hacía el trabajo pesado, le ponía el pecho a la brisa y rodábamos a buen paso para salvar con éxito el día.

Descanse en paz compañero, sé que la Virgen y el Divino Niño, que no se separaban de su pecho, lo acogerán con los brazos abiertos. Nos reencontraremos algún día para hablar de las hazañas ciclísticas, entre ellas las de su ídolo, Eddy Merckx; para tomarnos el pelo con su Santafesito y mi Millitos y para reírnos con esos dichos y apuntes que sólo usted tenía.

(Fuente: Elija a Vanguardia como su fuente de información preferida en Google Noticias aquí.)
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