Por Juan Gonzalo Montoya.
*Vivamos la fiesta en paz, el fútbol no es un asunto de vida y muerte, es un asunto de vida y alegría.
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De un tiempo acá, se han venido presentando una serie de eventos malucos que la verdad me llenan de miedo y que auguran una nueva tragedia en nuestro futbol.
Amenazas, disparos, insultos, grafitis y más amenazas, son cosas comunes en nuestro día a día pero que no entiendo porque las aceptamos con esa naturalidad.
Hace un tiempo balearon el carro del jugador español del América Iago Falque, ocurrió en las afueras de la sede de Cascajal, como resultado de ese atentado, el jugador decidió agarrar sus maletas y regresarse a la madre patria, normal, por esas latitudes no suelen suceder esos eventos y una vaina de esas paniquea a cualquiera, así que perdimos uno de los mejores extranjeros que teníamos en nuestra liga y la noticia, nada buena, dio la vuelta al mundo, Linda la imagen que damos.
La semana pasada un irresponsable le dio por publicar el número de celular de German Mera, jugador del Deportivo Cali, lo más curioso es que la persona que lo público dijo que usaran con responsabilidad ese dato, no sé qué pensaba ese energúmeno, que vivimos en Suiza donde todo es Peace & Love, pues nada que ver, el jugador recibió miles de amenazas y estuvo a punto de renunciar. También los jugadores del Deportivo Cali han recibido insultos en la sede de Pance y en los hoteles de concentración y pasa más de lo mismo con otros equipos del rentado colombiano.
El día de ayer un histórico de nuestro futbol como jugador y técnico, Héctor Oscar Quintabani, vio como cerca a su lugar de residencia, habían pintado grafitis con amenazas contra su integridad, amenazas que están a la vista de todos, familia del entrenador incluida.
Tampoco han estado exentos de amenazas los directivos del Atlético Nacional, los del DIM, Junior y Santa Fe y a eso sumémosle los agarrones diarios entre las mal llamadas barras bravas de nuestro futbol.
No sé qué coños piensan las personas que realizan estas cosas, pero señores, no se les olvide que el futbol es solo un deporte y ya está, ya sé que está rodeado de pasión y sentido de pertenencia, pero estos sentimientos no les da derecho a meterse con nadie, los jugadores, técnicos y directivos, son profesionales y empleados del deporte, son seres humanos con familia, con temores y problemas como cualquier mortal, respetemos su espacio, admirémoslos por lo que hacen y si toca criticar que sea en el estadio pero con respeto.
Todo esto me preocupa y se me viene a la memoria el asesinato del árbitro Álvaro Ortega en el 89 y que obligó a cancelar el rentado de ese año.
Vivamos la fiesta en paz, el fútbol no es un asunto de vida y muerte, es un asunto de vida y alegría, disfrutemos de él, hagamos el pique entre amigos de oficina, pero no pasemos de allí, no vale la pena, la vida es lo más importante y solo se vive una vez.
Saludos.
Juango.
