Capsulas de Carreño

Tips para masticar despacio. (Luis David Obando López)

Luis David Obando

Por Luis David Obando López

 

* Hoy Pekerman es leña de árbol caído. ¿Podrá volver a florecer?

 

Gana Colombia en Barranquilla, y voladores al aire. Justa emoción, aunque la razón admitía que ese 2-0 fue demasiado premio (y hasta suerte) para lo que se vio en el terreno. Pierde Colombia en Uruguay, con todo tipo de agravantes, y con toda justicia hay rasgamiento de vestiduras. Pekerman, después de salir a hombros, hoy es leña que todos hacen del árbol caído.


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Afloran entonces los males en el diagnóstico: necesidad de domicilio del técnico en el país que le contrata, elaboración de listas con sentido común más que con el corazón, planteamientos tácticos y estratégicos más acorde a cada juego, mejor lectura de partidos… Añadiría yo su fe ciega en su partner Pacual Lezcano, personaje brumoso que a veces huele más a billete que a deporte.


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La hora de las dudas es la mejor para las soluciones. Llegó el momento  de saber si Pekerman es mejor técnico que amigo, se amarra bien sus pantalones de estratega y pone manos a la obra en los ajustes que sin duda la selección necesita. ¿Podrá volver a florecer ese leño actual? De él y solo de él depende, pues los votos de confianza van llegando a su límite inferior.

 

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Esos aires fluctuantes de opinión también traen aromas locales: ¿Cómo no traer a cuento las mieles de Juan Carlos Osorio en su racha ganadora, ahora que el Atlético Nacional se perfila como cabalgante en la punta del rentado? Pocos parecen recordar ahora las quejas que Rueda trajo con su presencia, así como Osorio definitivamente  no se quedó en el olimpo del recuerdo verde.

 

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Veleidades de los estados de ánimo dependientes de los resultados inmediatos, versus los análisis que permiten la decantación que el tiempo y una mayor cantidad de partidos ofrecen. El viejo dilema de la atención en el árbol o el bosque. En cualquier caso, goza por un rato el que gana, y disfruta en la memoria el que allí tenga fijos más que resultados, juego. Cuestión de gustos.

 

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Algo similar pasa con el DIM. Como negar los pergaminos (aunque sean cortos) de Leonel como seleccionador nacional y de triunfador como debutante en el banco técnico. Pero lo de hoy es un partido que se gana y trae vítores, y otro que se pierde y genera hasta abucheos, y alguno más que se gana pero deja sinsabores, que es el aroma más reciente. ¿Al fin cuál es el verdadero?

 

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Respuesta: ninguno de los anteriores, pues prima la emoción del momento. La misma que se hace presente en Cúcuta con un dirigente mercenario como José Cadena, que no reconoce en el fútbol  un deporte sino solo su faceta (ahora predominante) de negocio. De héroe cuando por obra y gracia de un gol con la mano, pasa a villano por el descenso anticipado del “doblemente glorioso”.

 

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La verdad detrás de la emoción está en un plan de negocios: Cadena sabe y sostiene sin doble faz que, dadas las reglas del juego, renta más jugar en la B que en la Liga. Así, el ascenso fue un accidente muy costoso, y bien claro le quedó a Flabio Torres que la idea era regresar a la B para allí consolidar el plan de mercado. Dicho y hecho, hasta que la Dimayor le ponga el cascabel a ese gato ponzoñoso.

 

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