Capsulas de Carreño

Vestidos de cordura…


Por Jorge Iván Londoño Maya

 

Gracias a San Simeón cambiamos la locura del anterior partido contra Paraguay, por la cordura frente a Perú. Cordura que nos permite el tiquete directo para el mundial de Rusia 2018.

 

Sin duda alguna, luego de aquella inexplicable y dolorosa derrota, que nos inundó de dudas e incertidumbre, llegaron como era de esperarse, los severos análisis técnicos y tácticos, que sirven demasiado, pero también el más decisivo de todos, el análisis y el compromiso personal, sumadas a todo esto las demostraciones de solidaridad de la gran mayoría de los colombianos. Los frutos de este trabajo se vieron en la cancha del estadio Nacional de Lima, a la cual  se llegó con la normal expectativa y el explicable nerviosismo; porque no se crea, era el partido del si o si

 

Nuestra selección tuvo un comportamiento acorde con las circunstancias y fue fiel a su doctrina de jugar mejor de visitante que de local. Tuvimos una selección agrupada, solidaria, con rendimientos parejos y sin dejar ningún balón al azar, con un James que tomó la batuta del equipo.

 

Pekerman también hizo su contribución a la causa, y nos sorprendió con la alineación de Duván Zapata, de quien sabemos sus condiciones, lo que dio, como era de esperarse,  muy buenos dividendos, sin importar que al final, esos réditos logrados por el técnico, perdieran valor con el ingreso intrascendente de W. Barrios.

 

Quedará en el olvido todo lo vivido en estos dos años de eliminatorias, y lo hecho representado en cifras, pasará a engrosar las frías estadísticas.  Ahora se parte de cero para ir a Rusia no en plan de turistas, sino a mostrar el fútbol que nos identifica en el ámbito mundial, pero que en este momento deja tantas dudas, lo cual puede lograrse con un trabajo intenso, (no 8 días antes de la inauguración) serio y profesional por parte del cuerpo técnico; además porque ya va siendo hora de que no le dejen todo a alguna genialidad de nuestros jugadores.

 

A Rusia debe llegarse estrenando camiseta y vestidos de cordura, como lo pregona Alberto Cortez en una de sus magistrales canciones. Yo a Rusia no he ido y tampoco pienso volver, así que Dios mediante, a través de las 35 pulgadas de mi Sony estaré acompañando al equipo, que de la mano de las acertadas decisiones del cuerpo técnico y la fuerza positiva de 47 millones colombianos, puede hacer historia y superar lo hecho en Brasil 2014.

La encimita: Bolillo Gómez Salió cabizbajo de Colombia. Ahora en Panamá anda con la frente bien en alto. Qué bueno  por él.

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