Capsulas de Carreño

Y cuál  proceso verde?… Por Jorge Enrique Vanegas

Por Jorge Enrique Vanegas

* El foco del club conformar un tren burocrático y no conformar primero, un equipo de fútbol, el producto principal ignorando al cliente.
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-Para las verdades el tiempo. Con Autuori desde que comenzó el año, lo anticipamos aquí en nuestro blog de Cápsulas. Que no había un técnico garantía.  Llovieron críticas y hasta insultos al columnista y periodista.  No lo son muchos de quienes de manera fantástica escriben en el mejor punto de encuentro del fútbol del país, Cápsulas del gran y genuino amigo, Alfredo Carreño Suárez.

 

-Dijimos que no era ningún proceso lo iniciado y lo que vendió el muy querido ser humano y destacado profesional abogado quién hizo buena carrera en las empresas por donde pasó, pero quién ha sido incoherente gestionando una empresa tan sui géneris como lo es el fútbol.  No ha podido, con la mejor buena intención desde su gran nobleza como ser e hincha del equipo, al 100%. El tal proceso es la desvergüenza, porque la vergüenza la perdieron allá, el tal proceso ha sido un tema por obligación en medio del ahogo económico y financiero como los líos jurídicos y sanciones en un club sin fondo monetario de maniobra.

 

-El tal proceso es una bofetada y puñalada al corazón de los hinchas. Un equipo que ha hipotecado la grandeza del club, que ha sido mal conformado por las siempre desacertadas contrataciones, porque no hay un norte claro, no hay un rumbo desde la alta dirección, Nacional en esta era y anterior se ha llenado por cantidades de jugadorcitos de poca categoría, como para la B o la C, solo cantidad a unos costes estrambóticos, derivando en fugas monetarias para acabar de desfondar al Club que bien mal en sus finanzas recibió el presidente y buen señor Juan David Pérez.

 

-Esa terquedad del proceso que alardeaba Pérez y el abuelo y bonachón parlanchín Autuori ha sido un golpe letal a la afición y al prestigio de esta noble institución que fue lacerado de manera infame con la mirada complaciente de dueños, dirigentes, entrenador y una manada, un bulto, de jugadores sin compromiso que desagregaron valor el 92% de su nominita de segunda y con unas muy contadas excepciones.

 

-Y cuál proceso con un técnico que no trabaja, bien lo dijo Carlos Antonio Vélez en Planeta Fútbol su programa estelar cumpliendo 30 años: «Autuori tiene ya telarañas como entrenador». Y hasta a Bulgaria fue el presidente y le echó viajes para traer a un hombre muy simpático y parlanchín paleozoico, quién se quedó en el tiempo. Claro que hacer turismo con el dinero de otro es tan fácil. Y eso en Nacional es recurrente. Vimos a los de la comisión técnica desfilando y en auto de bomberos en Chapeco Brasil y en el estadio, tanto en el recorrido desde el aeropuerto cuando los recibieron después de una dolorosa y hermosa página del futbol, el accidente del Chapecoense y la gratitud perenne de los brasileros por la sensibilidad humana y solidaridad generosa de la ciudad que dejó un hito sobre lo mejor y lo más grande del pueblo antioqueño y colombiano acompañando el dolor del prójimo con amor y autenticidad  Y allí desfilaron también los ineptos miembros de la inútil e inservible comisión técnica dando la vuelta olímpica caminando en la final de Recopas Suramericana hace 2 años y medio.

 

-Cuál proceso cuando no es por convicción, es que no había más que hacer. Ponga juveniles, traiga los extranjeros más baratos posibles, y traiga del medio. Pero que trajeron ? En Nacional el proceso es casi hacer una total reingeniería, una poda general de tanto jugador de tercera que no tiene porqué ponerse su camiseta para irrespetarla de la manera vulgar y baja como lo han hecho. No todo es el bonachón que se resistía a renunciar para acumular una jugosa indemnización derivada de su estrafalario contrato con las exorbitantes cifras como se contrató al entrenador y como lo hacen con los paquetes que trajeron.

 

-Cuál proceso, un equipo que ya tiene menos del 40 por ciento en rendimiento desde que llegó el brasilero y allá en un imperio de mediocridad estuvieron tranquilos siempre y les parecía muy bien y una hazaña llegar a unos cuadrangulares y alcanzar una copita de consolación con la Suramericana después del otro fracaso estrepitoso en la primera fase y sus series de la Libertadores. Nunca internacionalmente cayó tan bajo el verde.

 

-Pues ahí tienen el proceso, son muchos los culpables, incluye a toda la red de burocracia que ha sido el eje de la gestión del  Nacional, la preocupación fue armar una gruesa y obesa estructura organizacional llena de gerentes y gerentes que nada aportan, que de esto no tienen idea, porque el foco del club fue ese y conformar un tren burocrático y no conformar primero, un equipo de fútbol, el producto principal ignorando al cliente, sus millones de seguidores. Que bello caso académico y empresarial de cómo una empresa sin rumbo se hunde en las profundidades del océano y se va en contravía del marketing y su esencia: su majestad el cliente. Y eso se le llama Proceso?  Que descaro.

 

-Este proceso, que risa ya no solo da tristeza, llevó a un puerto de destino de humillación y sepultar una insignia de la grandeza de Nacional y al que se llegó, esto anunciado desde enero en todas nuestras columnas de Cápsulas del año sobre el barco en la deriva que era y es la actualidad del Nacional.

 

-Y exaltamos la prudencia, la caballerosidad, lo educado, su noble cuna de una familia hermosa y de gente excepcional del pobre presidente Pérez. Me coloco en su piel y sé lo duro que es administrar pobreza, líos jurídicos heredados, lastre económico del despilfarro del 2018 con el señor Botero, el nefasto Almirón y la encartada del Nacional con los troncos argentinos que compraron.  Mejor dicho como decía y repercuto su famosa frase, el grande del periodismo y abuelo del Dr. Juan David Pérez, Don Julián Pérez Medina, «A mal que estamos doña Graciela».  De fútbol que triste no hablar pero también de donde, si eso en Nacional no lo hay, no existe. Pero ahí está pues el tal proceso. Para las verdades y la razón el tiempo. Somos Cápsulas, libre ejercicio del periodismo, ni más ni menos como es él y su filosofía del respeto: Alfredo Carreño.

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