Yony Gutiérrez, toda una vida llena de luchas y pruebas

Por Alfredo Carreño
Actualizado: 15 marzo, 2020

*El comentarista deportivo continúa la vida a pesar de los golpes, un agradecido con Dios, muy cerca de volver a RCN-Medellín tras anuncio de Antonio Casale.

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Por Alfonso Ramírez Jaramillo

Yony Gutiérrez Castañeda es un comentarista deportivo hecho a pulso, quien a pesar de las circunstancias que la vida le ha presentado, no se deja derrotar.

Nació en Medellín el 4 de septiembre de 1983. Desde muy joven siempre soñó con estar hasta donde el creador le ha permitido llegar, no importando los tropiezos, la vida sigue, el sueño aún continúa y los momentos maravillosos esperan por él.

Conocedor de fútbol y algunos otros deportes, tiene conocimiento deportivo adquirido en su paso por diferentes emisoras y grandes cadenas, un agradecido eterno con los que le han proporcionado el conocimiento en esta maravillosa profesión como lo es la del Periodismo Deportivo.

Luego que sale del colegio se imaginó que todo iba a ser muy bonito pero su primer golpe lo recibe al ver que su señor padre se va de la casa cuando solo tenía 13 años. Su primera consulta para estudiar comunicaciones o locución en la Universidad Luis Amigó lo dejó sorprendido por el costo de la carrera, tenía que laborar para poder sostenerse a sí mismo y a su familia. En la Universidad de Antioquia le dijeron que tenía que estudiar de tiempo completo pero Gutiérrez Castañeda tenía que trabajar en mensajería para poder sobrevivir.

Escuchó en radio una promoción de la Escuela de Comunicación Wbeimar Muñoz Ceballos, vio que era su ilusión y empezó a estudiar allí una carrera técnica. Era la mejor manera, empezaron a ver los más destacados y mandaron prácticas a Todelar, Ondas de la Montaña y a él lo seleccionaron para que fuera a Caracol Radio, en las transmisiones de fútbol era estar en los partidos, cómo se trabajaba en ese entonces en los camerinos y luego al lunes se montaba una crónica y algunas voces de los jugadores.

–¿Por qué escogió la radio?
“Por pasión, siempre tuve un radio encendido, desde pequeño me imaginaba que había un señor dentro de ese aparato, siempre tuve la ilusión de la radio y con el tiempo fui creciendo y escuchando referentes no solo de la radio deportiva, también de la radio noticiosa como Iván Zapata Isaza”.

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-¿Cuál fue su primera experiencia radial?
“Fue en la emisora Radio Internacional 1.380 am. No había estudiado aún, pero si había hecho un curso de Expresión Oral Positiva en la Escuela Carlos Quintero Arroyabe. Luego me le acercó a un señor “Rubencho” que tenía un magazín noticioso, su primera función en esa emisora poco reconocida fue llevar tres notas deportivas”.

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-¿Cuál ha sido su mejor escuela?
“Como todos los seres humanos vamos evolucionando, en todas partes se tiene que conocer algo, o sino perdió su estadía en ese sitio. Yo diría que tuve un aprendizaje grande cuando llego a RCN por la frecuencia que es, por lo que representa ser una cadena nacional, por la cantidad de emisoras en que se hacen informes, pues digamos que mi nombre tomó más fuerza y reconocimiento.

Pero también aprendí mucho en Caracol a pesar de que fue corto el tiempo de las prácticas, luego en Todelar fue una academia enorme, creo que la mayoría de los periodistas deportivos tuvimos que haber pasado por allí en algún momento.

Mi paso por Ondas de la Montaña fue muy bueno con mi director en ese momento J.J. Varela de Castro, posteriormente mi llegada a Múnera Eastman que para mí fue recibir por primera vez un sueldo como periodista pagado por una emisora, eso fue muy bueno. Gracias a Dios no solo he llegado a grandes emisoras y empresas radiales, sino que me ha tocado compartir con grandes profesionales de la radio que le da a uno ese aprendizaje.

Entonces hablar de Alfredo Velásquez, una insignia de la radio en Todelar, de Adolfo Martínez Ricaurte, hablar en Múnera Eastman de Guillermo Montoya Callejas, de Camilo Sixto Vaquero, de Santy Martínez, hablar de Ondas de la Montaña, de Mauricio González Arteaga y con J.J. Varela de Castro, en RCN Radio de Jorge Eliécer Torres, Rouget Taborda, hablar de Julio César Zapata “El Cañón”, o sea he sido un afortunado en compartir micrófono y aprender con referentes de la radio local, si sumamos mi paso con Carlos Antonio Vélez a nivel nacional, en fin con tantas personas, sería injusto si yo dijera que mi academia o que mi mayor experiencia fue en tal emisora porque de todas aprendí”.

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-¿Un referente?
“A todos les aprendí mucho, la tranquilidad de Adolfo Martínez Ricaurte para tener tacto en algunas cosas, el tener una línea de estar firme en lo que vas a decir con J.J. Varela de Castro, en estar pendiente de lo que voy a decir para no embarrarla con Múnera Eastman, pero sin lugar a dudas con Jorge Eliécer Torres aprendí tantas cosas y he aprendido tantas otras, creo que ha sido por todo el tiempo que he estado con él, 8 años, la pasión que ese hombre le entrega a lo que hace, la disciplina, el tacto para decir las cosas, esa labor de estar pendiente de una noticia, de una información, creo que con Jorge Eliécer Torres ha sido la persona a quién más le he aprendido y siento que ha sido el que le dio ese brochecito a mi estilo periodístico”.

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-Su mejor momento periodístico?
“Sería innegable decirlo que fue en RCN, creo que esa cadena marcó mi nombre, ya había hecho un nombre muy regional con Múnera Eastman y Todelar, pero mi nombre tomó mayor trascendencia en mis intervenciones en RCN Radio a nivel nacional con Antena 2, con Planeta Fútbol, Momento Deportivo, la oportunidad de comentar que no lo había hecho en otras emisoras, de ampliar conceptos, en fin, creo que mi mejor momento si creo que ha sido con RCN Radio”.

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–¿Se siente tranquilo al generar credibilidad?»
Si, quisiera aprender más, conocer más, crecer más, todos los días tenemos que aprender cosas distintas, ampliar conocimientos, profundizar en más aspectos del fútbol, de los otros deportes, pero si siento que he sido un bendecido de Dios, incluso que muchas personas con mejor academia y mayor conocimiento y hasta con más talento, no tienen la bendición de haber estado donde yo si lo he estado y haber hecho lo que yo he hecho con posibilidades de seguir haciendo, si estoy tranquilo pero si quiero hacer un poco más”.

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-¿Principales eventos cubiertos?
“El cubrimiento de Juegos Suramericanos en la ciudad de Medellín que fue un experiencia muy bonita por tantos deportes, el cubrimiento de muchas finales, creo que si bien la gente en Atlético Nacional recuerda la época de 1989, a mí me tocó la más gloriosa que ha sido esos títulos consecutivos, más de 13 títulos, desde que yo llegué a RCN Radio fui el encargado de esa fuente, entonces me tocaron todos esos títulos, viajes a Barranquilla, Cali, Bogotá, en fin, tantos cubrimientos y, en el deporte aficionado pues la colaboración sin estar directamente en esas ciudades que creo que es uno de mis faltantes de conocer un poco más otros países, de estar en otros eventos internacionales como unos Juegos Olímpicos, creo que he logrado conocer muchas cosas ya”.

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-¿Un momento difícil?
“Es cuando usted tiene que saber o entender que somos artistas para el público (entre lágrimas), a veces uno tiene que dejar atrás lo que se está viviendo por dentro, lo más duro fue vivir un año con mi esposa sufriendo un cáncer y tener que seguir mi vida normal para el oyente (lágrimas), para el que me estaba escuchando, mi trabajo, seguir mi vida como con una bipolaridad, en mi casa era una cosa, guardarme muchas cosas, muchos dolores, llegar a trabajar después de dejar a mi esposa en un hospital y yo toda la noche con ella y tener que salir igual al aire, mostrar la alegría, porque el fútbol y el deporte es alegría, entonces igual ir a una transmisión y mostrar ese positivismo, esa alegría para todos cuando por dentro estaba destrozado, vuelto una mierda, creo que eso ha sido lo más duro”.

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¿Qué piensa de Dios?
“Todos tenemos que creer en un SER SUPREMO, y hay cosas que a veces uno no las entiende pero tiene que entender que ÉL existe, así como en la vida te pone pruebas, te pone cosas duras, también hay cosas que son bendiciones y, yo he sido un bendecido, todo en la vida tiene que tener como una balanza, si me pusiera a quejarme de Dios porque hace ocho meses enterré a mi esposa y mi vida cambió en un poco de cosas desde la parte humana.

También tendría que decir que hace 17 años era un “pelao” recién salido del colegio, sin dinero, con muchas ilusiones, con un montón de problemas en un barrio con muchos inconvenientes y que soñaba con ser periodista reconocido, cumplir el sueño de ser estar en una emisora y transmitir un partido, eso lo he logrado, entonces yo digo que dentro de la misma Ley de la Compensación, Dios tiene que existir, para bien y para mal y que hay cosas que a veces no entendemos pero que hay que entenderlas porque son voluntad de ÉL”.

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–¿Cree que si Dios le ha puesto estas pruebas es porque le está preparando algo más grande y mejor?
“Dios es tan bonito que me formó y todos tenemos en la vida un propósito. Mi esposa vino a este mundo a hacer un propósito, Viviana María Duque cuando llegó a mi vida yo era un mensajero con sueños, apenas estaba estudiando en la Escuela Colombiana de Comunicación de Wbeimar, Dios la envió para que formara un carácter, una disciplina, para que ese sueño no solo fuera un sueño, sino que se consolidara en una realidad y, puso propósitos, ella cumplió su propósito en esta vida y era formar un buen hombre, un buen esposo, un buen papá, un buen profesional.

Y es una realidad, por eso hay que disfrutar cada momento lindo, cada momento especial que uno vive hay que disfrutarlo al máximo, de manera que cuando lleguen esos momentos duros, se tenga esa amortiguación, se tenga ese colchoncito de alegrías y de tranquilidad que te dieron esos momentos bonitos y yo creo eso es lo que me ha servido mucho en estos días.

Todos esos momentos bonitos y especiales que viví con mi esposa, todos esas cosas bonitas que he logrado en mi vida, como para decir-sí, es un momento duro-tengo que arrancar de cero con mi hijo de seis años, pero también he tenido muchas cosas positivas que de pronto no las valoraba tanto, porque pensaba que era normal que me sucedieran y, con esto me doy cuenta que si soy un bendecido».