62 años viendo la misma película.

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Por Julio César Rodas Mejía.
Columnista Cápsulas.

En esta misma página conté algún día que cuando tenía 7 años el gran Mario Agudelo me llevó al estadio por primera vez a un partido entre Medellín y Santa Fe. De eso hace ya 62 años.

En mi memoria no son muchas las veces en que he visto ganar al equipo con contundencia y solvencia, en cambio tengo muchos recuerdos de derrotas dramáticas, lánguidos empates y victorias al pelotazo con un poco de suerte o por enjundia.

Lo de anoche no es para nada distinto; los primeros 15 minutos esperanzadores con un equipo dinámico y rápido que merodeó con peligro el arco contrario, pero inexplicablemente, a partir de ese minuto el equipo contrario nos quita el balón, adelanta sus líneas y nos presiona desde nuestra propia área de tal manera que el DIM luce desorientado y perdido.

No atinan a hacer un pase bueno, se enredan en sus propias piernas y optan por un pelotazo anodino al jugador nn, que está en cualquier parte menos donde debe ir el balón. Ni siquiera Mosquera Marmolejo, tan bueno atajando pero perdido cada vez que sacó el balón hacia adelante.

Mientras tanto el limitado El Nacional de Ecuador ajusta líneas volviéndose un equipo corto y en el campo del rival y lleva varias veces el peligro inminente a la puerta Roja. Termina el primer tiempo y el equipo sale en medio de algunas silbatinas de los hinchas desesperados.

El segundo tiempo pinta igual; solo que hay un poco más de precisión en los pases pero continuamos con deficiencias en la definición e inseguridades en la defensa. Salvo Daniel Torres, que se fajó en toda la cancha, los demás jugadores parecían no tener claro el norte hasta que llega la jugada del primer gol y luego la segunda diana que nos da tranquilidad.

Tranquilidad digo pero esencialmente no es cierto porque no entiendo aun cómo, con un jugador de mas, le entregamos el balón y la cancha al rival que nos puso a pronunciar los ayes de angustia, que también se escucharon al finalizar el primer tiempo.

Los hinchas de Medellín tenemos muy cerca el cielo porque nos ha tocado transitar por muchos purgatorios.
Mucho tendrá que mejorar el equipo si quiere llegar a la fase de grupos y mucho más si quieres tener algún avance significativo en la Copa Libertadores de América.
Julio Rodas.
Marzo de 2023.