Capsulas de Carreño

A éste díganle Maestro, aunque lo llamen Tucho (Álvaro Galeano)

 

Nota de la Redacción. El 22 de agosto de 2008 Álvaro Galeano, conocido como “El Polaco”, vivía en el exterior y remitió para Cápsulas un perfil de Humberto “Tucho” Ortiz. En ese momento el técnico trabajaba para el Tolima como cazatalento. Hoy está felizmente al servicio del Independiente Medellín.
Y el perfil se reproduce para saludar el regreso de Álvaro Galeano, columnista, con sus notas «Desde la carreta»… Bienvenido Álvaro y sus historias.

 

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Por Alvaro Galeano,
Maryland-USA [[email protected]]

-No soy su amigo, lo he tratado muy poco, pero lo conozco desde que yo era niño. Hablo de Humberto Ortiz Echavarria quien desde chico vivía en el barrio La Floresta  a una cuadra del parque y a otra del Café El Timón, sitio de encuentro de los jóvenes del barrio, casi todos aspirantes a figuras del fútbol paisa y nacional, casi todos aprobados, Pedrito Alzate, Bernardo Valencia, Orlando Maya, Mario Agudelo, Luis Carlos Ramirez, “Chuchuy” Montoya, Armando Agudelo y por los laditos Manuel Valencia, Oscar López. Bueno paremos de contar, pero con papel preponderante el citado “ Tucho” Ortiz.
-Lo recuerdo mas o menos desde el año 1955 cuando jugaba para Tejicóndor y brillaba con propiedad en el medio campo de ese buen equipo; estaba tomando vuelo el famoso sábado amateur, algo que fuera emblema del fútbol paisa, con tribunas abarrotadas para ver a los mejores representantes empresariales dictar cátedra de organización y calidad deportiva. El doblete sabatino se jugaba a las 2 y 4 de la tarde, con barras de apostadores y montos de cinco y diez pesos, gracejo popular en personajes como “Tabaco”, “Chorizo”, Arrubla, “Chilangas”, “Gardel”y tantos mas, Jesús María “El Cura” Burgos y su revista La Cátedra de la que yo era voceador y entrada a peso y cincuenta centavos.-Cuando jugaba Tejicóndor y esa nómina estelar, cualquier partido profesional pasaba a segundo plano: Jesús Montoya, Yotagrí, Walter Pulgarín,, Edmundo Maya, Ignacio Arboleda, Cunda Valencia, “Careto” Restrepo, Pedro Alzate, “Chichi ” Mesa, hágame el favor. Tucho se destacaba con su clase, su pausa, parecía de andar lento, pero de velocidad mental y precisión en sus entregas. Comienza su participación con la selección Antioquia en el campeonato nacional de Medellin haciendo pareja con Luis Carlos Ramírez, jugador elegante en la cancha y en la vida; se jugaba 3-2-5, qué nostalgia! naturalmente Humberto Ortiz se destacaba por orden y solidaridad en el acompañamiento; estuvo así en selecciones Antioquia por un periodo largo, talvez la última como jugador fue en 1963 aunque no hubo torneo.

 

-En la del año 1962, de la cual era capitán, solo alcanzó a jugar parte del primer partido contra Norte de Santander, pues se lesionó de consideración y no pudo continuar en el torneo, Antioquia salió campeón sin su capitán, que cedió así el puesto a una gran revelación, Diego Restrepo, que no figuró mas porque prefirió venirse al país del norte; hubiera sido una sensación en el fútbol nacional; además quedaba un volante izquierdo esperando su oportunidad, Alvaro Molina, quien aunque solo jugó un partido, el último contra Atlántico, llegó a ser considerado por parte de la prensa como el mejor jugador que se vio en el torneo.

-Volvamos a Humberto Ortiz, el Tucho Ortiz, para decir que estuvo en algunas selecciones Colombia de torneos Bolivarianos y en la selección que jugó el preolímpico contra Brasil del año 1958, a la cual Antioquia aportó un número importante de jugadores: Canocho Echeverri, Cristóbal Yotagrí, Ernesto Lopera, Orlando Maya, Carlos Campillo, Uriel Cadavid, Jairo Arias y el Tucho Ortiz; incluso un paisa poco conocido en Medellín y que jugaría para Millonarios, Héctor Lombana; esa selección derrotó a Brasil 2-0 en Bogotá con goles de Fernando Home, buen jugador vallecaucano. En el Maracaná, nos golearon 7-1 y el gol lo hizo “Maracaná” Manjarrés.

-Ortiz también estuvo en la nómina del Independiente Medellin del año 1963 al lado de otros miembros de la selección Antioquia como Alfonso Chaverra, Alvaro Molina,,John Jaramillo, Pacho Garcia, Orlando “Meleguindo Saraz( qué jugador!), Gonzalo Caro; no tuvo mucha trascendencia, es mas, no se si alcanzó a jugar.

-A partir de 1969 se convierte en técnico de la selecciones Antioquia por 10 años, convirtiéndose así en el técnico más ganador del fútbol aficionado, con títulos tanto en la categoría juvenil como en la de mayores, con un solo revés, anormal por demás en los Juegos Nacionales de Pereira; los eventos que no dirigió, los ganaba la posta que el dejó, Justo Lopera, o Francisco “El Bogotano” González, además de dos honrosos subtítulos con Ramiro Monsalve. Luego vendría la epoca de Luis Alfonso Marroquín.

-En 1980 es invitado por el doctor Gabriel Ochoa Uribe a ser parte del cuerpo técnico del América de Cali y lleva con él a gran parte de la selección paisa, recordemos a Carlos Arboleda, Estrada, Espinoza, Sierra, Pizza, se convierte en un observador de promesas. También dirigió a la escuadra profesional de Millonarios, pero él es definitivamente un forjador, se sentía incómodo manejando resabios de jugadores ya hechos y declinó. También estuvo y con buenos resultados en el Atlético Bucaramanga. No se puede olvidar un muy buen año dirigiendo al Medellín de 1974 a mediados de 1975; llegó para reemplazar a Francisco Hormazábal y se fue dejando el puesto a Juan José Pizzutti.

-Cuando el torneo infantil del coliseo cubierto del año 1980, en el equipo del Negro Elcias, El Dorado, jugaban René Higuita, Oscar Galeano el popular Galea, nada que ver conmigo, Carlitos Gaviria, brillante zurdo, hijo de Gaviria el lateral y el hijo de Humberto Ortiz, una clase como jugador y con un futuro en esa época, pero prefirio el estudio y creo vive en los Estados Unidos. Tenía la misma clase, el mismo tranco, el mismo manejo que el papá y le agregamos la misma cultura y respeto que distinguieron a Humberto “Tucho” Ortiz. Tucho, no sabemos porque no hizo carrera como jugador profesional, hubiera sido de los mejores, pero como director técnico del fútbol aficionado y como forjador de figuras, no ha tenido par; además casi todos los futbolistas que pasaron por sus manos dicen haber tenido en Humberto Ortiz, su mejor amigo, por eso triunfaron.

-Repito, no fui su amigo, pero con las alegrías que me regaló como futbolista y como técnico, como si lo fuera; para él, este pequeño reconocimiento, le quedo debiendo.
[Álvaro Galeano]
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