Capsulas de Carreño

Alexis García, del gol a la alta cocina (Óscar Domínguez Giraldo)

Por Óscar Domínguez Giraldo

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*No le quito más tiempo para que llame a averiguar cuánto vendieron hoy en Palchorizo.
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Maestro Alexis, gracias mil por el vitrinazo que me dio en la entrevista que le hizo el colega Elber Gutiérrez, para El Espectador.com. Se le fue la mano en gallina. En la cafetería de mi vanidad no café un tinto máshttp://www.elespectador.com/deportes/alexis-garcia-otro-crack-gano-copalibertadores-video-568273

Por cierto, en dicho video su educación notifica, urbi et orbi, que ha decidido competirle a Andrés Carnederres y montó su propio restaurante, Palchorizo, en Cajicá, sobre la variante a Zipaquirá. Detrás de cada plato veo la sazón de su madre, Doña Neiva, y de su esposa, Ligia Constanza.

Parientes y amigos que suelen salir los fines de semana para despercudirse del estrés urbano ya tienen sus coordenadas para despachar bandeja paisa con chorizo de Santa Rosa de Osos, sancocho con morrillo y pecaminoso mondongo. Con esta trinidad gastronómica y una buena cháchara sobre fútbol, no tiene pierde. (Espero que me lleve con un 20% por aumento en ventas).

Por si las moscas, no le fie a nadie, sobre todo sin son periodistas. Un amigo mío, Alvarito Vasco, el fundador, entre otros, de La Tienda, del vino, en El Poblado, terminó millonario en vales porque se dedicó a fiarles a reporteros famosos en el restaurante del Club del CPB.

Creo que la está pasando bien en Fox Sport Radio (todos los días 9pm a 9:30 pm) donde viene comentando la Copa América, en compañía, entre otros, de Óscar Córdoba y de Víctor H. Aristizábal.

Por cierto que sus candidatos para la final, desde un principio eran Argentina y Chile. Con razón se ha ganado más de una polla. (Estas líneas las escribo antes del partido Argentina-Paraguay).

En Fox lo cambiaron: lo veo más despercudido como decía mi madre. El pibe Elber Gutiérrez también es más oscurito. No están haciendo cursillo para Michael  Jackson.  Sin duda, la blancura se debe a los polvos que les echan antes de cada presentación.

Muy buena la reposada cátedra que vienen dando en materia de interpretación del fútbol. Sin darse ínfulas, nos llevan de la mano a los profanos que nos quedamos en el fútbol que veíamos en las Marte Uno y Dos. (Mejor ese fútbol que el de la selección de Pékerman, ya de regreso a casa).

En la entrevista para El Espectador.com dice usted que este su amigo y servidor de tintos, vivía en Aranjuez, un barrio de pobres.

No éramos pobre: éramos felices porque teníamos la calle, o sea, la libertad por cárcel. O como diría el general Eisenhower, de Estados Unidos: “Éramos pobres pero no lo sabíamos”.

Aranjuez era un barrio raro: en la misma cuadra de nosotros vivían los Elejalde. Uno de ellos, Luciano, sería presidente de la Andi. Su hermano Tomás, les vendía frutas colombianas a los alemanes, como director de Proexpo, en Hamburgo.

En Aranjuez los de arriba vivían juntos con los de abajo.

Digo juntos,  no revueltos, porque el placer de quebrar bombillos estaba reservado a los «anticristos de la calle» entre los cuales estaba este parecero suyo. Nos la pasábamos “tecniquiando”, un verbo que usted revive en la entrevista que provocó estás líneas.

No le quito más tiempo para que llame a averiguar cuánto vendieron hoy en Palchorizo.

[ODomínguezg.] 

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