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Andrés, el nuevo rojo, de la estirpe de los Ricaurte
- Actualizado: 23 diciembre, 2017
Por Alfonso Ramírez Jaramillo*
El antioqueño, la nueva contratación del DIM, jugó este año en el Atlético Huila. Antes pasó por Águilas.
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Andrés Ricaurte Vélez nació en Medellín en familia de futbolistas. Hijo de Carlos Alberto Ricaurte Daza, esa gloriosa figura de Atlético Nacional de los años 80, y primo de Juan Guillermo Ricaurte Álvarez, también exnacionalista, por herencia desde niño juega el balompié. Llegó a Leones en 2016: Luis Alfonso el Bendito Fajardo lo invito a que se fuera a probar en enero, y pasó las pruebas.
Para Ricaurte ese fue un año positivo en los futbolístico. Procedente de Águilas Doradas, donde jugó en las divisiones menores, recuerda el paso por Urabá como positivo, aunque su regreso a Medellín, que es su entorno y donde está su familia, fue mucho mejor, pues la tiene cerca y disfruta de más comodidad.
Admira el fútbol del mejor del mundo, Lionel Messi. En su posición su referente es el argentino Juan Román Riquelme.
Recuerda mucho su primer gol como profesional, jugando para Águilas Doradas. Fue un partido contra el Huila en Neiva, donde se ganó 3 – 2. El cotejo representó su primera titularidad en el equipo, en ese entonces bajo la dirección de Leonel Álvarez. Lo rememora por que arrancaron ganando con su gol y para la historia quedó como la anotación número 100 de esa institución en la Liga Águila.
A Leonel lo evoca por haber sido el primer técnico que le dio la confianza y la oportunidad de jugar: “Si bien tuve técnicos anteriormente que me habían dado oportunidades, pero no como Leonel. Él se la jugó conmigo y me metía sin importar que yo fuera más joven que los otros compañeros”, dijo Ricaurte.
También tiene en su memoria de una forma especial a Hernán Torres y al Chusco Sierra, de los cuales también aprendió mucho.
En el hoy recién ascendido Leones se sintió como en familia. “Es un grupo muy joven, muy amigable y hay confianza entre todos que es lo fundamental para los logros obtenidos”, señaló.
Carlos, su padre, dice de la reciente contratación del DIM: “Le doy mucha cantaleta porque en la actualidad, si no se es dinámico, no se puede jugar. Le digo que se prepare muy bien. Con la pelota sabe bastante, es talentoso y a eso le tiene que sumar la dinámica. Si no está bien preparado físicamente, es muy difícil”.
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