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Argentina no tuvo jerarquía (Walter Vargas, ole.com.ar)
- Updated: 5 julio, 2015
Por Walter Vargas,
ole.com.ar
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*Duele perder, perder duele siempre, pero lo que más duele es comprobar que se llegó a los penales sin rastros de rebeldía.
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Antes de poner la lupa en lo de ayer urge desandar el camino. El de la Selección en la Copa América y el de nuestra propia mirada. Post victoria frente a Jamaica, desde esta misma pieza periodística nos preguntábamos: «¿Qué tiene la Selección?». Y a renglón seguido perfilamos una respuesta: «estrellas».
El interrogante inmediato caía de maduro: «¿Qué no tiene?». Y también la hipótesis en clave de alarma: «Por lo menos hasta que se digne demostrar lo contrario, lo que no tiene es jerarquía. Nada más. Nada menos».
Por eso, en estas horas de desazón no hay manera de eludir la alternativa de tomar las cosas donde las dejamos ayer, cuando subrayábamos que esta generación de cracks se adeudaba y merecía una alegría pero era cuestión de ver si estaban a la altura. Qué desencanto más hondo. La Selección, salvo honrosas excepciones (Mascherano, siempre Mascherano), no tuvo determinación, no tuvo chispa, no tuvo juego, ni fuego, ni ángel. No tuvo jerarquía. No tuvo, ¡ay, qué pena!, ese plus de combustible en el alma que distingue a todo campeón.
(Chile jugó al límite de sus posibilidades e incluso más. Lo dio todo, lo quiso todo y recibió su justa recompensa).
Conste que no quedan eximidos ni Martino (¿qué planificó, qué inculcó, qué procuró con los cambios?) ni el Pibe, que otra vez en una final conforme pasaron los minutos se evaporó en el fuego de la contrariedad, del fastidio y de un cierto desdén. No es un juicio de valor: es un dato de la realidad.
Duele perder, perder duele siempre, pero lo que más duele es comprobar que se llegó a los penales sin rastros de rebeldía. Blancos de languidez y con un celeste desteñido.