Atlético Nacional. Por Alexis García Vega.

Por Alfredo Carreño
Actualizado: 4 septiembre, 2018

Por Alexis García Vega

*El más grande de Colombia, el rey de copas solo está en pausa, solo está a un click de despertarse.
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Nacional contra Nacional, la idea es encontrar su propia esencia, a pesar de jugar tan seguido que no da tiempo de cicatrizar las derrotas, ni de disfrutar las victorias, lo único que hay para hacer es captar las señales que envía el equipo en el presente, rebobinar la memoria regresando al pasado y pegarse de la historia.

El país anda conmocionado con el rendimiento del Rey, la eliminación de Copa Libertadores generó un maremágnun que tiene con los pelos de punta hasta a los hinchas de los otros equipos, es el referente del país y no es poca cosa.

Considero que el equipo tendrá que aferrarse al trabajo, que es el mejor remedio contra la duda, porque la memoria operativa bien entrenada, con la repetición de buenos hábitos, permite una correcta toma de decisiones.

Hay que blindar el equipo contra los dramas que llegan de afuera y cerrar filas en el interior de la casa.

Hay que trancar las puertas a los oportunistas que llegarán cargados de promesas e ilusiones, la idea debe ser el recurrir únicamente al sentimiento nacionalista, será la mejor arma para retornar a la grandeza.

Hoy se necesitan piernas prestas para el duelo y el despliegue, pero talentos seguros para el espectáculo.

El equipo tiene que argumentarse en contenido, tiene jugadores con resoluciones de alto nivel técnico, una afición con capacidad de asombro para valorar actuaciones maravillosas, directivos dispuestos a proporcionar los medios para llevarlo a la cima de América, falta un timonel de la casa, pero mejor aún del sentimiento verde, puro ADN.

La camiseta del equipo es una tela llena de contenido y sentimiento, digo esto sin miedo a suspicacias.

Este juego se trata de alianzas basadas en el afecto y las ideas por un objetivo.

Llegó el momento de los saltos de conciencia para regresar a la grandeza.

El éxito no es hacer cosas extraordinarias, es hacer cosas ordinarias extraordinariamente bien.

Entre los sueños y el poder lograrlos solo se interponen dos cosas: el miedo y la duda.

En nuestro amado verde solo se requiere de tanta libertad como sea posible y tanta autoridad como sea necesaria.

El más grande de Colombia, el rey de copas solo está en pausa, solo está a un click de despertarse.