- Uruguay goleó a Bolivia y clasificó
- Resultados de jueves en Colombia
- Nacional 1 – Once Caldas 0
- Colombia Mayores entrenó en Los Ángeles
- Mirando el ’26… USA cae ante Serbia
- Wbeimar Muñoz C., hizo entender el juego
- 1-1 con Brasil: Colombia buen juego, no buen resultado
- La lección de anoche… (Cápsulas)
- Argentina Sub 20 sigue en carrera
- Colombia 1 – Brasil 1, final
Caldas 1-DIM 2. Terminó el ayuno. Por Wbeimar Muñoz Ceballos.
- Actualizado: 30 octubre, 2016

Cristian Marrugo un gol en Palogrande para reanudar los sueños. Foto Al Rojo Vivo DIM.
Por : Wbeimar Muñoz Ceballos
Ganó el equipo de mayor iniciativa, el que más arriesgó y llegó a posición de gol : el DIM. Su adversario, el Once Caldas, tuvo más cautela que ambición y cuando quiso soltar las amarras, (85’) todo estaba consumado y la nave hundida.
Comenzó ganando el rojo con una doble verticalizacion de jugadas: Didier a Caicedo, quien alargó la pelota hacia MAURICIO CORTÉS y éste con una vaselina a Cuadrado, surgida del guayo izquierdo, situó la pizarra 1-0 a los 9’. La alegría duró poco, puesto que dos minutos después, JOHNATAN LOPERA en un tiro libre decretó el 1-1, aprovechando la distante colocación de David González. Ejecución impecable y vuelva a empezar.
La argumentación ofensiva de la visita en el primer tiempo se basó en la asociación de 6 unidades : Marlon y Macías por los costados, Marrugo y Cabezas partiendo de la zona de gestación y los movimientos de distracción arriba de Cortés y Caicedo, procurando espacios de remate. Otra vez rondaron los fantasmas por la falta de finalización. Se atragantaron de gol Cabezas ( 2 veces), Marlon, Caicedo, Cortés y Macías, para que las dudas afloraran de nuevo como en los partidos anteriores de la Liga y la Copa Suramericana.
La mayor posesión del Medellín no se tradujo en la red, mientras Caldas se fue al descanso con un empate parcial, producto de tres transiciones. Cuestiones de eficacia. El rojo dominó y creó las oportunidades, pero no demostró pegada. Acertó hasta la penúltima maniobra, pero siguió fallando a la hora de montar el gatillo, huérfano de la frialdad que es necesaria para culminar los avances.
En el tiempo complementario, el DIM insistió en la posesión de la pelota, como si fuera un artículo de fe (en el balance de los 90’ la gente de Leonel tuvo el balón en el 64% de las acciones y Caldas llegó al 36%). Sin embargo comenzaron los problemas grupales : el equipo se estiró en varios pasajes y era lógico porque ese es un riesgo a correr cuando se tiene la iniciativa, sobre todo cuando el adversario saca las contras por las orillas. Dos cabezazos de Estupiñán y Lopera, abrieron la puerta de los sustos.
Medellín perdió profundidad porque Hechalar quien reemplazó a L.C. Arias, comenzó a jugar por la derecha y se olvidó de la banda izquierda. No era lo mismo Macías avanzando por ese lado , que Jorge Arias reemplazante del primero por lesión. Una forma de regalar 850 metros cuadrados en el último cuarto del campo, dejando desierta esa zona de penetración. Y si bien es cierto que Didier siguió dando salida limpia desde el medio, se fueron quedando Cabezas, por una parte, y Marrugo por la otra, retrasándose casi hasta la defensa, seguramente por efecto del cansancio que produce jugar en la altura. Quedaron aislados Caicedo y Cortés.
Del minuto 45 al 80, el DIM no tuvo una sola llegada. Es decir hubo dominio óptico, pero la posesión resultó estéril. Solo cuando Hechalar se pasó a la izquierda y Marrugo volvió a zonas creativas, se despejó el panorama. A los 85’ en un cambio largo de frente de Cabezas, Marrugo peinó la pelota y le quedó servida a Hechalár. El argentino sacó el disparo que se estrelló en un vertical y el rebote lo tomó CRISTIAN MARRUGO con la frialdad que faltaba : puso mirada de tipo malo, observó el paisaje del área y colocó el balón en la red, lejos del alcance de Cuadrado. Un gol para reanudar los sueños.
Caldas que había estado encasillado, defendiendo con 10 hombres, emprendió la aventura demasiado tarde y ahora lamenta su eliminación.
Los jugadores del ‘’blanco blanco’’ se retiraron del Palogrande con caras de pesadumbre.
Y Medellín volvió a sonreír por una razón tan grande como el estadio : terminó con el insoportable ayuno que arrancó el diez de septiembre. Un reencuentro con el gol y la ilusión.
No les parece ???
2 comentarios